¡Ay, Dios mío! Aquí vamos otra vez con la política y el agro. Pero esta vez, parece que tenemos a una candidata que sí le pone ganas, Natalia Díaz. La dama anda echándole ojo al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y dice que necesita un cambio radical, una varonía pa’ ponerle orden.
Desde Santa María de Dota, lugar donde el café sabe a gloria bendita, la señora Díaz soltó unas verdades que resonaron hasta en las montañas. Según ella, el MAG ha perdido el rumbo, está metido en papeleos y olvidó a quien realmente importa: el productor tico. ¡Una pena, porque el café siempre ha sido el alma de nuestro país!
“Se acabó el tiempo de la resignación”, declaró con hueva. Y vaya que hay motivos para estar cansados. Décadas de promesas vacías, subsidios que nunca llegan, y carreteras que parecen senderos de montaña. Los agricultores se han sentido abandonados, olvidados por quienes deberían protegerlos. ¡Qué torta!
La propuesta de Díaz es clara: sacar al MAG de las oficinas en San José y mandarlos directamente al campo. Que los técnicos se ensucien las manos, que hablen con los cafetaleros, que vean sus bretes de primera mano. “Insto a que deje de ser una cartera de oficina y salga al campo”, recalcó con énfasis. ¡Eso sí es lo que necesitamos, mae!
Y no solo eso, la candidata también habló de temas cruciales como el acceso al crédito, la necesidad de mejorar las vías rurales, y la importancia de garantizar la seguridad en las fincas. Cuatro cosas sencillas, dirían algunos, pero que para el campesino son la diferencia entre la quiebra y el éxito. A veces uno piensa, ¡qué carga!, tener que pelear contra tanta adversidad solo para producir un buen grano.
Además, Díaz hizo un llamado al orgullo nacional, recordándonos que el café ha sido históricamente el motor de nuestra economía. “Con el café hemos contado la historia de Costa Rica durante generaciones. Hoy nos toca escribir la próxima página”, dijo, evocando tiempos mejores. Y claro, defendió la marca “Hecho en Costa Rica” como algo sagrado, insistiendo en la necesidad de crear cadenas de valor que beneficien a todos los involucrados, desde el trabajador de la finca hasta el exportador.
Pero lo más importante es que Díaz rompió con el pesimismo que suele rodear al sector agrícola. Rechazó la idea de que la agricultura esté condenada a desaparecer, asegurando que el campo costarricense está listo para volver a liderar. “El campo costarricense no está condenado a sobrevivir, está listo para volver a liderar”, exclamó con convicción. ¡Eso le da esperanza a uno!
Ahora bien, la gran pregunta queda abierta: ¿Es posible realmente revertir la situación y devolverle al café el protagonismo que merece en nuestra economía? ¿Cree usted que Natalia Díaz tiene la varonía y el conocimiento necesarios para transformar el MAG y apoyar verdaderamente al sector agrícola? Comparta su opinión en el foro, ¡queremos saber qué piensa!
Desde Santa María de Dota, lugar donde el café sabe a gloria bendita, la señora Díaz soltó unas verdades que resonaron hasta en las montañas. Según ella, el MAG ha perdido el rumbo, está metido en papeleos y olvidó a quien realmente importa: el productor tico. ¡Una pena, porque el café siempre ha sido el alma de nuestro país!
“Se acabó el tiempo de la resignación”, declaró con hueva. Y vaya que hay motivos para estar cansados. Décadas de promesas vacías, subsidios que nunca llegan, y carreteras que parecen senderos de montaña. Los agricultores se han sentido abandonados, olvidados por quienes deberían protegerlos. ¡Qué torta!
La propuesta de Díaz es clara: sacar al MAG de las oficinas en San José y mandarlos directamente al campo. Que los técnicos se ensucien las manos, que hablen con los cafetaleros, que vean sus bretes de primera mano. “Insto a que deje de ser una cartera de oficina y salga al campo”, recalcó con énfasis. ¡Eso sí es lo que necesitamos, mae!
Y no solo eso, la candidata también habló de temas cruciales como el acceso al crédito, la necesidad de mejorar las vías rurales, y la importancia de garantizar la seguridad en las fincas. Cuatro cosas sencillas, dirían algunos, pero que para el campesino son la diferencia entre la quiebra y el éxito. A veces uno piensa, ¡qué carga!, tener que pelear contra tanta adversidad solo para producir un buen grano.
Además, Díaz hizo un llamado al orgullo nacional, recordándonos que el café ha sido históricamente el motor de nuestra economía. “Con el café hemos contado la historia de Costa Rica durante generaciones. Hoy nos toca escribir la próxima página”, dijo, evocando tiempos mejores. Y claro, defendió la marca “Hecho en Costa Rica” como algo sagrado, insistiendo en la necesidad de crear cadenas de valor que beneficien a todos los involucrados, desde el trabajador de la finca hasta el exportador.
Pero lo más importante es que Díaz rompió con el pesimismo que suele rodear al sector agrícola. Rechazó la idea de que la agricultura esté condenada a desaparecer, asegurando que el campo costarricense está listo para volver a liderar. “El campo costarricense no está condenado a sobrevivir, está listo para volver a liderar”, exclamó con convicción. ¡Eso le da esperanza a uno!
Ahora bien, la gran pregunta queda abierta: ¿Es posible realmente revertir la situación y devolverle al café el protagonismo que merece en nuestra economía? ¿Cree usted que Natalia Díaz tiene la varonía y el conocimiento necesarios para transformar el MAG y apoyar verdaderamente al sector agrícola? Comparta su opinión en el foro, ¡queremos saber qué piensa!
