¡Ay, Dios mío! Pues resulta que nuestros primos canadienses, esos que llegan a disfrutar nuestras playas y nuestro clima, están poniendo ojo avisor a nuestra seguridad. Canadá acaba de actualizar sus advertencias de viaje para Costa Rica, elevándonos a un “alto grado de precaución”. Y ni hablar, esto no es bueno para nadie, especialmente pa’l bolsillo del tico que vive del turismo.
La movida salió a la luz el 15 de diciembre, dentro de una revisión más amplia de 17 destinos populares entre los viajeros canadienses. Pero ojo, que esto no significa que nos van a prohibir entrar o salir, sino que tienen que estar más pendientes de lo que hacen y dónde andan. La alerta dice textualmente que hay un aumento de actividades delictivas, como robos, asaltos armados e incluso hurtos, en lugares donde la gente suele aglomerarse: San José, Jacó, Manuel Antonio, Santa Teresa, Limón y Puerto Viejo... ¡todo el top! Parece que las bandas criminales se están lucrando con la despreocupación de algunos visitantes. ¡Qué pesar!
Y ni se diga que estos delincuentes son listos; dicen que usan distracciones en hoteles, restaurantes, playas y hasta en los terminales de transporte. Eso sí que es maña, ¡se aprovechan del descuido ajeno! Según las autoridades, esto es una consecuencia directa de los problemas de delincuencia que estamos arrastrando, y eso, obviamente, le pega duro a la industria turística. Porque, díganlo claro, sin los gringos y canadienses, muchos de nosotros tendríamos que irnos a buscar brete en otro lado.
Hurtos y robos de bolsos son pan de todos los días en lugares concurridos. El ojo avizor es fundamental, mi pana. Y cuidado con los celulares a la vista, porque ahí andan los oportunistas buscando un chunche fácil. Robos de pasaportes aumentan como locura entre noviembre y mayo, y de julio a agosto. ¡Un verdadero dolor de cabeza! Pa’ los que tenemos negocio relacionado al turismo, esto es como recibir un balde de agua fría.
Pero la cosa no termina ahí, pues los ladrones también están echándole ojo a los carros, especialmente a los de alquiler y los modelos más lujosos. Te dejan aparcado en un hotel, en un comercio, en la playa… ¡y zas!, te lo llevan. Lo que me cuentan es que algunos se meten con los sistemas electrónicos, cerrando las puertas a control remoto para robar más tranquilos. Lo mejor es siempre cerrarela puerta a mano, a la vieja usanza, y nunca, jamás, dejar cosas de valor a la vista. ¡Más vale prevenir que lamentar, como dicen por acá!
En las zonas costeras, tanto del Pacífico como del Caribe, la cosa se pone aún peor. Hay asaltos, incluyendo algunos dirigidos a mujeres en lugares como Puerto Limón y Puerto Viejo. ¡Qué sal! Y si vas a salir de fiesta, ten mucho cuidado con lo que tomas en bares y clubes, porque dicen que andan mezclando unas cositas que te dejan viendo doble y te facilitan el pellejo. Y ni hablemos de los cajeros automáticos, donde andan unos técnicos falsos clonando tarjetas y sacándote la plata a manos limpias. ¡Aguafiestas!
Ahora, digamos las cosas claras, Costa Rica sigue siendo un lindo lugar para visitar, pero hay que ser conscientes de que la delincuencia está creciendo y que no podemos bajar la guardia. Entre enero y octubre de este año, recibimos más de dos millones trescientos mil visitantes, ¡una barbaridad! Y casi el 65% de ellos venían de Estados Unidos y Canadá. Entonces, si Canadá emite una alerta así, el impacto en las reservaciones podría ser considerable. Ya habíamos tenido algunas señales con el asesinato de un turista canadiense en Tamarindo hace unos meses, y ahora esto confirma que hay que ponerle empeño y actuar rápido.
El gobierno ha dicho que va a aumentar los patrullajes en San José y en las zonas costeras, pero parece que los recursos no alcanzan y el delito urbano sigue creciendo. Así que, queridos turistas y nacionales, revisemos nuestras rutinas de seguridad, estemos atentos a nuestro alrededor y, sobre todo, cuidémonos mucho. ¿Ustedes creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para combatir la delincuencia y proteger a los turistas, o necesitamos medidas más drásticas?
La movida salió a la luz el 15 de diciembre, dentro de una revisión más amplia de 17 destinos populares entre los viajeros canadienses. Pero ojo, que esto no significa que nos van a prohibir entrar o salir, sino que tienen que estar más pendientes de lo que hacen y dónde andan. La alerta dice textualmente que hay un aumento de actividades delictivas, como robos, asaltos armados e incluso hurtos, en lugares donde la gente suele aglomerarse: San José, Jacó, Manuel Antonio, Santa Teresa, Limón y Puerto Viejo... ¡todo el top! Parece que las bandas criminales se están lucrando con la despreocupación de algunos visitantes. ¡Qué pesar!
Y ni se diga que estos delincuentes son listos; dicen que usan distracciones en hoteles, restaurantes, playas y hasta en los terminales de transporte. Eso sí que es maña, ¡se aprovechan del descuido ajeno! Según las autoridades, esto es una consecuencia directa de los problemas de delincuencia que estamos arrastrando, y eso, obviamente, le pega duro a la industria turística. Porque, díganlo claro, sin los gringos y canadienses, muchos de nosotros tendríamos que irnos a buscar brete en otro lado.
Hurtos y robos de bolsos son pan de todos los días en lugares concurridos. El ojo avizor es fundamental, mi pana. Y cuidado con los celulares a la vista, porque ahí andan los oportunistas buscando un chunche fácil. Robos de pasaportes aumentan como locura entre noviembre y mayo, y de julio a agosto. ¡Un verdadero dolor de cabeza! Pa’ los que tenemos negocio relacionado al turismo, esto es como recibir un balde de agua fría.
Pero la cosa no termina ahí, pues los ladrones también están echándole ojo a los carros, especialmente a los de alquiler y los modelos más lujosos. Te dejan aparcado en un hotel, en un comercio, en la playa… ¡y zas!, te lo llevan. Lo que me cuentan es que algunos se meten con los sistemas electrónicos, cerrando las puertas a control remoto para robar más tranquilos. Lo mejor es siempre cerrarela puerta a mano, a la vieja usanza, y nunca, jamás, dejar cosas de valor a la vista. ¡Más vale prevenir que lamentar, como dicen por acá!
En las zonas costeras, tanto del Pacífico como del Caribe, la cosa se pone aún peor. Hay asaltos, incluyendo algunos dirigidos a mujeres en lugares como Puerto Limón y Puerto Viejo. ¡Qué sal! Y si vas a salir de fiesta, ten mucho cuidado con lo que tomas en bares y clubes, porque dicen que andan mezclando unas cositas que te dejan viendo doble y te facilitan el pellejo. Y ni hablemos de los cajeros automáticos, donde andan unos técnicos falsos clonando tarjetas y sacándote la plata a manos limpias. ¡Aguafiestas!
Ahora, digamos las cosas claras, Costa Rica sigue siendo un lindo lugar para visitar, pero hay que ser conscientes de que la delincuencia está creciendo y que no podemos bajar la guardia. Entre enero y octubre de este año, recibimos más de dos millones trescientos mil visitantes, ¡una barbaridad! Y casi el 65% de ellos venían de Estados Unidos y Canadá. Entonces, si Canadá emite una alerta así, el impacto en las reservaciones podría ser considerable. Ya habíamos tenido algunas señales con el asesinato de un turista canadiense en Tamarindo hace unos meses, y ahora esto confirma que hay que ponerle empeño y actuar rápido.
El gobierno ha dicho que va a aumentar los patrullajes en San José y en las zonas costeras, pero parece que los recursos no alcanzan y el delito urbano sigue creciendo. Así que, queridos turistas y nacionales, revisemos nuestras rutinas de seguridad, estemos atentos a nuestro alrededor y, sobre todo, cuidémonos mucho. ¿Ustedes creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para combatir la delincuencia y proteger a los turistas, o necesitamos medidas más drásticas?