¡Ay, Dios mío! Esto sí que fue un martes para acordarse. El tráfico aéreo nacional quedó paralizado ayer por la tarde debido a una falla eléctrica masiva en el Centro de Información de Vuelo, dejando a miles de pasajeros varados en aeropuertos y con planes de viaje en el limbo. Imagínate la bronca, gente llegando desde punta a punta del país con sus chuches y esperando horas a ver qué pasaba. Un verdadero estrés.
Según fuentes oficiales, la falla fue causada por una sobrecarga en el sistema eléctrico, aunque algunos expertos apuntan a problemas preexistentes en la infraestructura tecnológica del Juan Santamaría. Lo que sí es seguro es que esto no cayó del cielo, mae; ya ven cómo nos andaban advirtiendo los sindicatos desde hace meses, pero ¿quién escucha a los trabajadores, eh?
Los sindicatos, tanto el Sindicato de Controladores Profesionales de Aproximación a Costa Rica (SIPROC) como el Sindicato de Profesionales en Control de Tránsito Aéreo (SITECNA), salieron al frente para denunciar que las fallas en los sistemas de radar y comunicación eran un problema recurrente, del cual habían alertado repetidamente al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y a la Dirección General de Aviación Civil (DGAC). ¡Qué torta!, parece que nadie le dio bola hasta que pasó lo inevitable.
“Desde junio estábamos avisando sobre estas fallas. Les dijimos que esto podía desembocar en un apagón completo y poner en riesgo la seguridad aérea, pero no nos hicieron caso,” exclamó un representante del SIPROC visiblemente molesto. “Alertamos a la población, pero nuestros llamados cayeron en oídos sordos. Ahora, ¿dónde quedó la seguridad de los pasajeros?”
Por otro lado, SITECNA aclaró que la situación no se trata de una huelga o medida de presión laboral. “Tenemos una buena relación con la administración, la DGAC y otras autoridades gubernamentales,” aseguraron. “Estamos seguros de que se está trabajando duro para solucionar el problema y restablecer las operaciones lo antes posible.” Pero, brete, con toda esta paja que ha salido, uno ya no sabe qué creer.
Este incidente pone en evidencia las carencias en la inversión y mantenimiento de la infraestructura aeronáutica del país, una necesidad urgente para garantizar la seguridad de los vuelos. Expertos consultados señalan que el crecimiento constante del turismo y del transporte aéreo requiere de una actualización continua de los sistemas, que hoy parecen estar quedando obsoletos. ¡Qué carga estar dependiendo de tecnología anticuada!
La crisis también plantea interrogantes sobre la responsabilidad de las autoridades encargadas de supervisar la seguridad aérea. ¿Cómo es posible que, a pesar de las advertencias previas, se haya permitido llegar a este punto? ¿Se priorizó la economía turística sobre la seguridad de las personas? Estos son preguntas cruciales que deben responder los funcionarios públicos. El daño reputacional para Costa Rica es significativo, especialmente considerando que la imagen del país se basa precisamente en su estabilidad y seguridad.
Ahora, dime tú, ¿crees que el gobierno debería tomar medidas drásticas e inmediatas para modernizar la infraestructura aeronáutica del país y evitar que este tipo de incidentes se repitan? ¿O deberíamos esperar a que ocurra otra tragedia para despertar a las autoridades?
Según fuentes oficiales, la falla fue causada por una sobrecarga en el sistema eléctrico, aunque algunos expertos apuntan a problemas preexistentes en la infraestructura tecnológica del Juan Santamaría. Lo que sí es seguro es que esto no cayó del cielo, mae; ya ven cómo nos andaban advirtiendo los sindicatos desde hace meses, pero ¿quién escucha a los trabajadores, eh?
Los sindicatos, tanto el Sindicato de Controladores Profesionales de Aproximación a Costa Rica (SIPROC) como el Sindicato de Profesionales en Control de Tránsito Aéreo (SITECNA), salieron al frente para denunciar que las fallas en los sistemas de radar y comunicación eran un problema recurrente, del cual habían alertado repetidamente al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y a la Dirección General de Aviación Civil (DGAC). ¡Qué torta!, parece que nadie le dio bola hasta que pasó lo inevitable.
“Desde junio estábamos avisando sobre estas fallas. Les dijimos que esto podía desembocar en un apagón completo y poner en riesgo la seguridad aérea, pero no nos hicieron caso,” exclamó un representante del SIPROC visiblemente molesto. “Alertamos a la población, pero nuestros llamados cayeron en oídos sordos. Ahora, ¿dónde quedó la seguridad de los pasajeros?”
Por otro lado, SITECNA aclaró que la situación no se trata de una huelga o medida de presión laboral. “Tenemos una buena relación con la administración, la DGAC y otras autoridades gubernamentales,” aseguraron. “Estamos seguros de que se está trabajando duro para solucionar el problema y restablecer las operaciones lo antes posible.” Pero, brete, con toda esta paja que ha salido, uno ya no sabe qué creer.
Este incidente pone en evidencia las carencias en la inversión y mantenimiento de la infraestructura aeronáutica del país, una necesidad urgente para garantizar la seguridad de los vuelos. Expertos consultados señalan que el crecimiento constante del turismo y del transporte aéreo requiere de una actualización continua de los sistemas, que hoy parecen estar quedando obsoletos. ¡Qué carga estar dependiendo de tecnología anticuada!
La crisis también plantea interrogantes sobre la responsabilidad de las autoridades encargadas de supervisar la seguridad aérea. ¿Cómo es posible que, a pesar de las advertencias previas, se haya permitido llegar a este punto? ¿Se priorizó la economía turística sobre la seguridad de las personas? Estos son preguntas cruciales que deben responder los funcionarios públicos. El daño reputacional para Costa Rica es significativo, especialmente considerando que la imagen del país se basa precisamente en su estabilidad y seguridad.
Ahora, dime tú, ¿crees que el gobierno debería tomar medidas drásticas e inmediatas para modernizar la infraestructura aeronáutica del país y evitar que este tipo de incidentes se repitan? ¿O deberíamos esperar a que ocurra otra tragedia para despertar a las autoridades?