¡Aguas, pura vida! Se armó un lío tremendo en los festejos de fin de año en el Campo Ferial de Zapote y Pedregal. Resulta que el Ministerio de Salud anduvo echándole ojo fino y descubrió un montón de carnés de manipulación de alimentos más falsos que billete de $1. ¡Qué torta! Más de cuarenta documentos falsificados fueron decomisados, y los responsables, directito al banquillo, sacándolos de las cocinas y puestos de comida. Parece que algunos querían hacerle trampa al sistema para sacar unos colonos extras, ¡pero ni loco!
Todo esto se dio dentro de las inspecciones sorpresa que el Ministerio inició el martes 24 de diciembre, aprovechando la temporada de bullicio y aglomeración en los campos feriales. Como ya saben, estos lugares atraen a miles de personas, y la seguridad alimentaria es primordial, así que el Ministerio no anda jugando con eso. Además del decomiso de los carnés, revisaron hasta dónde iban esos churros y cómo estaban manejando los alimentos. Los resultados de los muestreos, por cierto, todavía están en laboratorio, a ver si cumplen con toda la normativa.
Y no solo ahí quedó la cosa, diay. En Belén, también echaron candela a un juego mecánico que estaba dando más susto que diversión. Al parecer, tenía problemas de estabilidad, ¡y eso es un peligro pa’ los niños y adultos! Así que, sin pensarlo dos veces, lo clausuraron inmediatamente. Mejor prevenir que lamentar, dicen por ahí, y acá el Ministerio de Salud se tomó muy en serio la frase. Imagínense la bronca si alguien salía lastimado… ¡qué sal!
Mariela Marín, la ministra de Salud, salió a declarar que estas inspecciones van a seguir siendo constantes mientras duren las fiestas, que terminan el 4 de enero. “Vamos a estar vigilantes”, enfatizó, “para proteger la salud y la seguridad de todos los que vamos a disfrutar de estos días de celebración”. No vaya a ser que alguien piense que pueden meterse con la salud de los nacionales, pues nos defendemos a capa y espada.
La verdad, este caso pone de manifiesto la importancia de tener mucho cuidado con la procedencia de la comida que consumimos en estos sitios tan concurridos. Muchos aprovechan la temporada para vender cosas de dudosa calidad, buscando hacerse unos pesos rápidos, pero olvidándose de que estamos hablando de la salud de la gente. ¡No es jala, vamos!
Pero, ¿de dónde salen tantos carnés falsos? Esa es la gran interrogante. ¿Es falla en el sistema de emisión? ¿Hay corrupción entre funcionarios? ¿O simplemente hay gente demasiado ambiciosa dispuesta a arriesgarlo todo por unos cuantos colones más? Estos son temas que necesitan ser investigados a fondo, porque si esto ocurre cada año, tenemos un problema serio en nuestras manos, y no podemos permitirlo.
Las autoridades aseguran que están trabajando para fortalecer los controles y evitar que esto vuelva a suceder. Implementarán nuevas medidas de seguridad en la emisión de los carnés y aumentarán las inspecciones sorpresas en los diferentes puntos de venta de alimentos. También harán campañas de concientización para informar a los ciudadanos sobre los riesgos de consumir alimentos manipulados incorrectamente. Esperamos que estas acciones den frutos y podamos disfrutar de unas fiestas seguras y saludables.
Ahora sí, quiero saber qué piensan ustedes, mis panas. ¿Creen que las sanciones actuales son suficientes para disuadir a quienes falsifican carnés de manipulación de alimentos? ¿Deberían endurecerse las penas, o enfocarse más en la prevención y la educación? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero escuchar sus ideas para mejorar la seguridad alimentaria en nuestros festejos!
Todo esto se dio dentro de las inspecciones sorpresa que el Ministerio inició el martes 24 de diciembre, aprovechando la temporada de bullicio y aglomeración en los campos feriales. Como ya saben, estos lugares atraen a miles de personas, y la seguridad alimentaria es primordial, así que el Ministerio no anda jugando con eso. Además del decomiso de los carnés, revisaron hasta dónde iban esos churros y cómo estaban manejando los alimentos. Los resultados de los muestreos, por cierto, todavía están en laboratorio, a ver si cumplen con toda la normativa.
Y no solo ahí quedó la cosa, diay. En Belén, también echaron candela a un juego mecánico que estaba dando más susto que diversión. Al parecer, tenía problemas de estabilidad, ¡y eso es un peligro pa’ los niños y adultos! Así que, sin pensarlo dos veces, lo clausuraron inmediatamente. Mejor prevenir que lamentar, dicen por ahí, y acá el Ministerio de Salud se tomó muy en serio la frase. Imagínense la bronca si alguien salía lastimado… ¡qué sal!
Mariela Marín, la ministra de Salud, salió a declarar que estas inspecciones van a seguir siendo constantes mientras duren las fiestas, que terminan el 4 de enero. “Vamos a estar vigilantes”, enfatizó, “para proteger la salud y la seguridad de todos los que vamos a disfrutar de estos días de celebración”. No vaya a ser que alguien piense que pueden meterse con la salud de los nacionales, pues nos defendemos a capa y espada.
La verdad, este caso pone de manifiesto la importancia de tener mucho cuidado con la procedencia de la comida que consumimos en estos sitios tan concurridos. Muchos aprovechan la temporada para vender cosas de dudosa calidad, buscando hacerse unos pesos rápidos, pero olvidándose de que estamos hablando de la salud de la gente. ¡No es jala, vamos!
Pero, ¿de dónde salen tantos carnés falsos? Esa es la gran interrogante. ¿Es falla en el sistema de emisión? ¿Hay corrupción entre funcionarios? ¿O simplemente hay gente demasiado ambiciosa dispuesta a arriesgarlo todo por unos cuantos colones más? Estos son temas que necesitan ser investigados a fondo, porque si esto ocurre cada año, tenemos un problema serio en nuestras manos, y no podemos permitirlo.
Las autoridades aseguran que están trabajando para fortalecer los controles y evitar que esto vuelva a suceder. Implementarán nuevas medidas de seguridad en la emisión de los carnés y aumentarán las inspecciones sorpresas en los diferentes puntos de venta de alimentos. También harán campañas de concientización para informar a los ciudadanos sobre los riesgos de consumir alimentos manipulados incorrectamente. Esperamos que estas acciones den frutos y podamos disfrutar de unas fiestas seguras y saludables.
Ahora sí, quiero saber qué piensan ustedes, mis panas. ¿Creen que las sanciones actuales son suficientes para disuadir a quienes falsifican carnés de manipulación de alimentos? ¿Deberían endurecerse las penas, o enfocarse más en la prevención y la educación? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero escuchar sus ideas para mejorar la seguridad alimentaria en nuestros festejos!