¡Ay, mi Dios! El caso de Ligia Faerron sigue dando qué hablar y ahora la cosa se puso aún más turbia. El OIJ agarró a una madre y su hija en San Carlos, acusándolas de meterle pata atrás a la investigación y encima, ¡llevarse cositas de la pobre Ligia! Parece sacado de novela, ¿verdad?
Para los que andaban desconectados, Ligia desapareció hace casi tres semanas, dejando a toda la familia y a la gente de la zona consternada. Era una empresaria bien querida, siempre metida en cosas buenas por allá, así que su ausencia dejó un vacío enorme. La última vez que alguien la vio fue el 26 de septiembre, y desde ahí, ¡ningún asomo!
Este martes, temprano, el OIJ montó un operativo tremendo. Primero allanaron una finca inmensa, como de película, de más de 60 hectáreas en Javillos de Florencia. ¡Imagínate la movida! Después, llegaron corriendo a otra casa en Ciudad Quesada. Dicen que trajeron hasta perros entrenados para buscar rastros y cosas así, para no dejar ni un resquicio.
Las detenidas, todavía sin nombre oficial por parte de las autoridades, son madre e hija. Se las señala de haber entrado a la casa de Ligia luego de que ella desapareciera, buscando hacer borrón y cuenta nueva. Y no precisamente con buenas intenciones, sino con la supuesta intención de cambiarle la decoración a la casa y llevarse algunas pertenencias… ¡Qué poca vergüenza, diay!
Ahora mismo, ellas están bajo el lupa del Ministerio Público, esperando que les digan si van a juicio o no. Los abogados ya estarán sudando la gota gorda tratando de defenderlas, aunque la cosa pinta complicada. El ambiente en San Carlos está que arde, todos quieren saber la verdad y quién o quiénes son los responsables de esto.
Es que este caso ha levantado polvo en toda la provincia. La gente de San Carlos está harta de tanta injusticia y de ver cómo las cosas se manejan a escondidas. Ligia era una mujer trabajadora, respetada, y nadie entiende cómo pudo pasarle algo así. Además, las especulaciones corren como reguero de pólvora, algunos dicen que hay envidias de negocios detrás, otros hablan de deudas y otras cosas más turbias. La verdad, ¡todo parece posible!
Y hablando de turbios, ¿qué significa realmente que hayan encontrado pruebas de “alteración de la escena”? ¿Se refiere a mover muebles, limpiar manchas o algo mucho peor? Esto me pone los pelos de punta, porque si realmente intentaron borrar evidencia, la cosa se complica bastante y apunta a algo más serio que simple robo. Creo que vamos a estar viendo muchas vueltas todavía en este caso.
En fin, el caso Faerron sigue abierto y lleno de preguntas. Entre tanto dato, rumor y expectativa, me pregunto: ¿creen ustedes que estas mujeres son cómplices de algo mayor, o simplemente aprovecharon la confusión para sacar provecho? Déjenme saber su opinión en los comentarios, ¡quiero escuchar qué piensa la gente sobre este asunto tan controversial!
Para los que andaban desconectados, Ligia desapareció hace casi tres semanas, dejando a toda la familia y a la gente de la zona consternada. Era una empresaria bien querida, siempre metida en cosas buenas por allá, así que su ausencia dejó un vacío enorme. La última vez que alguien la vio fue el 26 de septiembre, y desde ahí, ¡ningún asomo!
Este martes, temprano, el OIJ montó un operativo tremendo. Primero allanaron una finca inmensa, como de película, de más de 60 hectáreas en Javillos de Florencia. ¡Imagínate la movida! Después, llegaron corriendo a otra casa en Ciudad Quesada. Dicen que trajeron hasta perros entrenados para buscar rastros y cosas así, para no dejar ni un resquicio.
Las detenidas, todavía sin nombre oficial por parte de las autoridades, son madre e hija. Se las señala de haber entrado a la casa de Ligia luego de que ella desapareciera, buscando hacer borrón y cuenta nueva. Y no precisamente con buenas intenciones, sino con la supuesta intención de cambiarle la decoración a la casa y llevarse algunas pertenencias… ¡Qué poca vergüenza, diay!
Ahora mismo, ellas están bajo el lupa del Ministerio Público, esperando que les digan si van a juicio o no. Los abogados ya estarán sudando la gota gorda tratando de defenderlas, aunque la cosa pinta complicada. El ambiente en San Carlos está que arde, todos quieren saber la verdad y quién o quiénes son los responsables de esto.
Es que este caso ha levantado polvo en toda la provincia. La gente de San Carlos está harta de tanta injusticia y de ver cómo las cosas se manejan a escondidas. Ligia era una mujer trabajadora, respetada, y nadie entiende cómo pudo pasarle algo así. Además, las especulaciones corren como reguero de pólvora, algunos dicen que hay envidias de negocios detrás, otros hablan de deudas y otras cosas más turbias. La verdad, ¡todo parece posible!
Y hablando de turbios, ¿qué significa realmente que hayan encontrado pruebas de “alteración de la escena”? ¿Se refiere a mover muebles, limpiar manchas o algo mucho peor? Esto me pone los pelos de punta, porque si realmente intentaron borrar evidencia, la cosa se complica bastante y apunta a algo más serio que simple robo. Creo que vamos a estar viendo muchas vueltas todavía en este caso.
En fin, el caso Faerron sigue abierto y lleno de preguntas. Entre tanto dato, rumor y expectativa, me pregunto: ¿creen ustedes que estas mujeres son cómplices de algo mayor, o simplemente aprovecharon la confusión para sacar provecho? Déjenme saber su opinión en los comentarios, ¡quiero escuchar qué piensa la gente sobre este asunto tan controversial!