¡Ay, Dios mío, qué bronca! Este caso del profe Galo Reyes está tomando unas vueltas que ni en el parque Vitelino. Resulta que el tipo, que trabajaba dando clases de inglés en el IPEC, salió en noticias porque lo encontraron en un motel con una studentaza. ¡Imagínate el papelón!
Como les contaron antes, el Tribunal de Flagrancia de Goicoechea lo dejó ir por ahora, declarándolo en rebeldía porque no apareció a la audiencia. El Ministerio Público está picoteando fuerte este brete, investigándole por presunto abuso sexual a una menor de edad, y eso sí que no es ningún juego. La causa penal es la 25-000803-1898-PE, pa’ que estén al tanto.
Pero la cosa se pone más turbia. Al parecer, este señor no es precisamente un ángel. El MEP le movió a labores administrativas, retirándolo del salón de clases, mientras sigue la investigación. Dicen que así hacen para proteger a las menores y evitar cualquier problema mayor en el cole. Lo hicieron con medidas cautelares, para que estuviera lejos de las studentazas, vaya.
Y aquí viene la sorpresa… ¡El mae ya había sido denunciado por hostigamiento sexual el año pasado! Según el MEP, lo absolvieron, pero esto levanta muchas cejas. Consultaron el sistema INTEGRA2 y ahí estaba la evidencia: una denuncia formal que terminó en una absolución. Uno se queda pensando, ¿cómo es posible que un tipo con este historial siga cerca de menores?
La mamá de la chica, obvio, hizo la denuncia formal ante las autoridades judiciales, acompañada de su hija. El director del MEP en Cartago, Víctor Orozco, comentó que siguieron el protocolo al pie de la letra: denuncia, protección a la víctima y coordinación con las autoridades. Ya saben, el papeleo y los trámites burocráticos nunca faltan por acá, diay.
Este profe llevaba cinco años trabajando para el MEP, ¡cinco años! Imagínense todo el tiempo que tuvo para hacer sus fechorías, si es que se comprueba todo lo que se le acusa. La verdad es que da mucho que pensar cómo estas cosas pasan tan cerca de nosotros, en colegios, en comunidades... es un llamado de atención pa’ todos.
Ahora, como siempre pasa en estos casos, los comentarios en redes sociales están que arden. Algunos defienden al profe diciendo que “todo mundo comete errores”, otros piden justicia a gritos. Pero lo que realmente me preocupa es que esto abra un debate serio sobre la seguridad de nuestros niños y niñas en las escuelas. Tenemos que ponerle más empeño a esto, no podemos seguir esperando a que pase otra tragedia.
Este asunto está generando mucha controversia, con razón. Y ustedes, ¿qué opinan? ¿Creen que el MEP debería haber detectado antes este tipo de comportamiento en el profesor, teniendo en cuenta la denuncia previa? ¿Deberíamos endurecer las penas para quienes abusasen de la confianza de los menores? Dejen sus comentarios abajo y conversemos al respecto, ¡pa’ que no quede esto en el olvido!
Como les contaron antes, el Tribunal de Flagrancia de Goicoechea lo dejó ir por ahora, declarándolo en rebeldía porque no apareció a la audiencia. El Ministerio Público está picoteando fuerte este brete, investigándole por presunto abuso sexual a una menor de edad, y eso sí que no es ningún juego. La causa penal es la 25-000803-1898-PE, pa’ que estén al tanto.
Pero la cosa se pone más turbia. Al parecer, este señor no es precisamente un ángel. El MEP le movió a labores administrativas, retirándolo del salón de clases, mientras sigue la investigación. Dicen que así hacen para proteger a las menores y evitar cualquier problema mayor en el cole. Lo hicieron con medidas cautelares, para que estuviera lejos de las studentazas, vaya.
Y aquí viene la sorpresa… ¡El mae ya había sido denunciado por hostigamiento sexual el año pasado! Según el MEP, lo absolvieron, pero esto levanta muchas cejas. Consultaron el sistema INTEGRA2 y ahí estaba la evidencia: una denuncia formal que terminó en una absolución. Uno se queda pensando, ¿cómo es posible que un tipo con este historial siga cerca de menores?
La mamá de la chica, obvio, hizo la denuncia formal ante las autoridades judiciales, acompañada de su hija. El director del MEP en Cartago, Víctor Orozco, comentó que siguieron el protocolo al pie de la letra: denuncia, protección a la víctima y coordinación con las autoridades. Ya saben, el papeleo y los trámites burocráticos nunca faltan por acá, diay.
Este profe llevaba cinco años trabajando para el MEP, ¡cinco años! Imagínense todo el tiempo que tuvo para hacer sus fechorías, si es que se comprueba todo lo que se le acusa. La verdad es que da mucho que pensar cómo estas cosas pasan tan cerca de nosotros, en colegios, en comunidades... es un llamado de atención pa’ todos.
Ahora, como siempre pasa en estos casos, los comentarios en redes sociales están que arden. Algunos defienden al profe diciendo que “todo mundo comete errores”, otros piden justicia a gritos. Pero lo que realmente me preocupa es que esto abra un debate serio sobre la seguridad de nuestros niños y niñas en las escuelas. Tenemos que ponerle más empeño a esto, no podemos seguir esperando a que pase otra tragedia.
Este asunto está generando mucha controversia, con razón. Y ustedes, ¿qué opinan? ¿Creen que el MEP debería haber detectado antes este tipo de comportamiento en el profesor, teniendo en cuenta la denuncia previa? ¿Deberíamos endurecer las penas para quienes abusasen de la confianza de los menores? Dejen sus comentarios abajo y conversemos al respecto, ¡pa’ que no quede esto en el olvido!