¡Ay, Dios mío! Este caso de Ligia Faerron está dando vuelta y vuelta. Ya van tres personas detenidas en relación con su desaparición, y la cosa pinta cada vez más turbia en la Zona Norte. La Fiscalía no se anda con rodeos y ya está manejando la posibilidad de un homicidio, todo envuelto en un brete de deudas, según parece.
Para refrescarle la memoria al que no esté al tanto, Ligia Faerron, una señora de 53 años, desapareció misteriosamente el 26 de septiembre pasado. Desde entonces, sus familiares y amigos están desesperados buscando respuestas. Al principio, se pensó que simplemente se había ido de viaje o algo así, pero con el pasar de los días, la preocupación se ha intensificado y ahora hablamos de algo mucho más grave.
Lo primero que capturaron fue a un tipo llamado González López, que figura como sospechoso directo en el expediente. Lo agarraron en una finca en Javillos de Florencia, San Carlos, y ahí encontraron cositas que podrían estar relacionadas con Ligia. ¡Imagínate la torta! Después, fueron allanadas dos casas en Ciudad Quesada, donde vivían dos mujeres, Linares Rodríguez y Monterrey Linares, a quienes se les detuvo por favorecimiento real. Parece que sabían algo y no quisieron decirnos, ¡qué vicio!
Según la Fiscalía, el sospechoso, González López, habría aprovechado la confianza que le tenía Ligia para entrar a su casa el día de su desaparición. “Se cree que este aprovechó la confianza que le tenía la mujer e ingresó a la vivienda. Luego de esa visita, se perdió rastro de la mujer, quien días después fue reportada como desaparecida”, explicó la Fiscalía sin andarse por las vueltas. Claramente, algo salió muy mal ese día, y el panorama no pinta bien para el tipo.
Ahora, el punto clave está en investigar qué sabía o no sabía esas dos señoras de Ciudad Quesada. Se presume que pudieron haber ocultado información importante a las autoridades sobre lo sucedido con Ligia. Espero que la policía le ponga empeño porque esto huele a chamaco, diay. No quiero pensar en lo peor, pero la verdad es que con todos estos indicios... ¡me da un escalofrío!
Las autoridades también están considerando la posibilidad de que Ligia estuviera metida en problemas económicos, acumulando deudas que la habían puesto en una posición vulnerable. El OIJ está trabajando con peritos especializados en rastrear fluidos biológicos y restos humanos, usando unidades caninas, ¡y todo el arsenal que tengan a disposición! Esto demuestra que no se andan jugando ni un poquito; quieren llegar hasta el fondo del asunto, aunque eso signifique encontrar cosas desagradables.
Además, recuerden que el caso está siendo tratado como una posible muerte o desaparición por deudas. Aunque todavía no hay pruebas contundentes, la Fiscalía no descarta ninguna hipótesis. Randall Zúñiga, el director del OIJ, confirmó que están investigando si Ligia fue asesinada debido a estas deudas. La Unidad Canina del OIJ y especialistas en rastreo de fluidos biológicos y restos humanos participan de la investigación, haciendo un esfuerzo titánico para esclarecer lo ocurrido. Pero a ver, ¿no será que alguien estaba buscando salir de un problema financiero a toda costa?
Este caso, como pueden ver, es un verdadero brete. Hay muchas variables, muchos sospechosos y mucha incertidumbre. Por eso, me gustaría saber qué piensan ustedes: ¿creen que Ligia fue víctima de sus propias deudas, o creen que detrás de todo esto hay algo más oscuro? ¿Y qué medidas deberían tomar las autoridades para evitar que tragedias como ésta vuelvan a ocurrir en nuestra querida Costa Rica?
Para refrescarle la memoria al que no esté al tanto, Ligia Faerron, una señora de 53 años, desapareció misteriosamente el 26 de septiembre pasado. Desde entonces, sus familiares y amigos están desesperados buscando respuestas. Al principio, se pensó que simplemente se había ido de viaje o algo así, pero con el pasar de los días, la preocupación se ha intensificado y ahora hablamos de algo mucho más grave.
Lo primero que capturaron fue a un tipo llamado González López, que figura como sospechoso directo en el expediente. Lo agarraron en una finca en Javillos de Florencia, San Carlos, y ahí encontraron cositas que podrían estar relacionadas con Ligia. ¡Imagínate la torta! Después, fueron allanadas dos casas en Ciudad Quesada, donde vivían dos mujeres, Linares Rodríguez y Monterrey Linares, a quienes se les detuvo por favorecimiento real. Parece que sabían algo y no quisieron decirnos, ¡qué vicio!
Según la Fiscalía, el sospechoso, González López, habría aprovechado la confianza que le tenía Ligia para entrar a su casa el día de su desaparición. “Se cree que este aprovechó la confianza que le tenía la mujer e ingresó a la vivienda. Luego de esa visita, se perdió rastro de la mujer, quien días después fue reportada como desaparecida”, explicó la Fiscalía sin andarse por las vueltas. Claramente, algo salió muy mal ese día, y el panorama no pinta bien para el tipo.
Ahora, el punto clave está en investigar qué sabía o no sabía esas dos señoras de Ciudad Quesada. Se presume que pudieron haber ocultado información importante a las autoridades sobre lo sucedido con Ligia. Espero que la policía le ponga empeño porque esto huele a chamaco, diay. No quiero pensar en lo peor, pero la verdad es que con todos estos indicios... ¡me da un escalofrío!
Las autoridades también están considerando la posibilidad de que Ligia estuviera metida en problemas económicos, acumulando deudas que la habían puesto en una posición vulnerable. El OIJ está trabajando con peritos especializados en rastrear fluidos biológicos y restos humanos, usando unidades caninas, ¡y todo el arsenal que tengan a disposición! Esto demuestra que no se andan jugando ni un poquito; quieren llegar hasta el fondo del asunto, aunque eso signifique encontrar cosas desagradables.
Además, recuerden que el caso está siendo tratado como una posible muerte o desaparición por deudas. Aunque todavía no hay pruebas contundentes, la Fiscalía no descarta ninguna hipótesis. Randall Zúñiga, el director del OIJ, confirmó que están investigando si Ligia fue asesinada debido a estas deudas. La Unidad Canina del OIJ y especialistas en rastreo de fluidos biológicos y restos humanos participan de la investigación, haciendo un esfuerzo titánico para esclarecer lo ocurrido. Pero a ver, ¿no será que alguien estaba buscando salir de un problema financiero a toda costa?
Este caso, como pueden ver, es un verdadero brete. Hay muchas variables, muchos sospechosos y mucha incertidumbre. Por eso, me gustaría saber qué piensan ustedes: ¿creen que Ligia fue víctima de sus propias deudas, o creen que detrás de todo esto hay algo más oscuro? ¿Y qué medidas deberían tomar las autoridades para evitar que tragedias como ésta vuelvan a ocurrir en nuestra querida Costa Rica?