¡Ay, Dios mío, qué lío! Aquí seguimos con el circo mediático del caso Reaseguros, y ahora la Fiscalía, con toda la intención, anda buscando revivir pruebas que ya le dieron un portazo. Parece que quieren insistir en lo suyo, aunque la jueza ya dijo 'no puede ser'. Pero bueno, en Costa Rica, uno nunca sabe qué va a pasar mañana, ¿verdad?
Para ponerlos al día, si andan medio distraídos con tanta vaina, la Fiscalía quiere meterle al debate judicial unas pruebas que habían sido mandadas a volar hace tiempo. Estas pruebas, dicen ellos, fueron recopiladas por autoridades allá afuera, en Panamá, Estados Unidos y el Reino Unido. La idea es demostrar supuestos pagos ilícitos relacionados con el caso, pero ojo, esto ya viene rodando bastante tiempo y no ha dado resultados favorables.
El fiscal Ronald Segura, con la cara seria, fue quien defendió esta movida en la audiencia. Les dijo a los jueces que valoraran la posibilidad de darle otra oportunidad a esas evidencias. Argumentó que la Sala Constitucional ya dejó claro que las sociedades anónimas no tienen derecho a la intimidad, y que la información proveniente de asistencias internacionales sí podría usarse en este proceso. ¡Uy, ahí salió el argumento legal!
Pero recuerden que en 2014, la jueza Roxana Burgos, quien originalmente estaba llevando el caso, prácticamente lo cerró. Dijo que había muchas fallas en la investigación del Ministerio Público y eso llevó a archivar la acusación. Ahora Segura está cuestionando esa decisión, diciendo que no debieron descartar las pruebas internacionales. ¡Parece que no se rinde fácilmente!
Segura asegura que van a llevar esto hasta las últimas consecuencias, para que quede claro que las pruebas conseguidas a través de colaboraciones internacionales tienen validez aquí en Costa Rica. El problema es que, incluso en 2017, cuando se abrió formalmente el juicio, esa misma evidencia fue declarada ilegal. ¡Imagínense la torta! ¿Cómo es posible que quieran volver a presentarla?
Como les comentaba, los principales sospechosos en este brete son el ex presidente Miguel Ángel Rodríguez, el ex presidente del INS Cristóbal Zawadzki, y un tipo llamado Acuña Prado, que también trabajaba en el INS. Según la Fiscalía, estos señores armaron un plan para crear un fondo secreto para capacitar empleados, pero luego empezaron a usar ese dinero para pagar sus propios gustos: viajes, viáticos... ¡Uff, qué despache!
La defensa del ex mandatario, por supuesto, niega todo y dice que este caso es pura persecución política, buscando dañarle desde que asumió un puesto importante en la OEA. Afirman que todo esto es inventado para desacreditarlo. Ahí se ve cómo se calienta la cosa. De hecho, este asunto ha generado tantas idas y venidas que ya nadie entiende bien qué está pasando realmente. Es un caso que da para escribir un libro, diay.
Bueno, mire usted, con tanto revés y vuelta de rosca, me pregunto: ¿Realmente la Fiscalía tiene posibilidades de sacar adelante este caso con estas pruebas polémicas, o estamos frente a otro intento fallido que solo servirá para seguir desgastando las instituciones y generando incertidumbre en el país? ¿Cree usted que hay motivos suficientes para reconsiderar las pruebas internacionales o debería dejarse descansar este caso definitivamente?
Para ponerlos al día, si andan medio distraídos con tanta vaina, la Fiscalía quiere meterle al debate judicial unas pruebas que habían sido mandadas a volar hace tiempo. Estas pruebas, dicen ellos, fueron recopiladas por autoridades allá afuera, en Panamá, Estados Unidos y el Reino Unido. La idea es demostrar supuestos pagos ilícitos relacionados con el caso, pero ojo, esto ya viene rodando bastante tiempo y no ha dado resultados favorables.
El fiscal Ronald Segura, con la cara seria, fue quien defendió esta movida en la audiencia. Les dijo a los jueces que valoraran la posibilidad de darle otra oportunidad a esas evidencias. Argumentó que la Sala Constitucional ya dejó claro que las sociedades anónimas no tienen derecho a la intimidad, y que la información proveniente de asistencias internacionales sí podría usarse en este proceso. ¡Uy, ahí salió el argumento legal!
Pero recuerden que en 2014, la jueza Roxana Burgos, quien originalmente estaba llevando el caso, prácticamente lo cerró. Dijo que había muchas fallas en la investigación del Ministerio Público y eso llevó a archivar la acusación. Ahora Segura está cuestionando esa decisión, diciendo que no debieron descartar las pruebas internacionales. ¡Parece que no se rinde fácilmente!
Segura asegura que van a llevar esto hasta las últimas consecuencias, para que quede claro que las pruebas conseguidas a través de colaboraciones internacionales tienen validez aquí en Costa Rica. El problema es que, incluso en 2017, cuando se abrió formalmente el juicio, esa misma evidencia fue declarada ilegal. ¡Imagínense la torta! ¿Cómo es posible que quieran volver a presentarla?
Como les comentaba, los principales sospechosos en este brete son el ex presidente Miguel Ángel Rodríguez, el ex presidente del INS Cristóbal Zawadzki, y un tipo llamado Acuña Prado, que también trabajaba en el INS. Según la Fiscalía, estos señores armaron un plan para crear un fondo secreto para capacitar empleados, pero luego empezaron a usar ese dinero para pagar sus propios gustos: viajes, viáticos... ¡Uff, qué despache!
La defensa del ex mandatario, por supuesto, niega todo y dice que este caso es pura persecución política, buscando dañarle desde que asumió un puesto importante en la OEA. Afirman que todo esto es inventado para desacreditarlo. Ahí se ve cómo se calienta la cosa. De hecho, este asunto ha generado tantas idas y venidas que ya nadie entiende bien qué está pasando realmente. Es un caso que da para escribir un libro, diay.
Bueno, mire usted, con tanto revés y vuelta de rosca, me pregunto: ¿Realmente la Fiscalía tiene posibilidades de sacar adelante este caso con estas pruebas polémicas, o estamos frente a otro intento fallido que solo servirá para seguir desgastando las instituciones y generando incertidumbre en el país? ¿Cree usted que hay motivos suficientes para reconsiderar las pruebas internacionales o debería dejarse descansar este caso definitivamente?