¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con el circo del caso Venus, y parece que la cosa no se acaba pronto. Jonathan ‘Gato’ o ‘Profe’ Álvarez Alfaro, el tocopán del asunto, amaneció ayer siendo arrastrado a los tribunales, escoltado como si fuera el mismísimo Rey de España. ¿Y saben qué? Era pa’ llevarle café y pastel, porque tenía que defenderse otra vez de que le extiendan las medidas cautelares. ¡Más fajaras!
Pa’ ponerles un poco de contexto, este señor, además de estar peleando con los gringos pa’ que no lo saquen pa’ Estados Unidos –donde lo quieren juzgar por pasarse de listo con el narcotráfico–, también tiene un problemilla acá en Costa Rica. Imaginen, legitimación de capitales, ¡pura bronca! Resulta que el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) descubrió que andaba haciendo cosas turbias con su dinero.
El traslado, ¡eso sí!, fue todo un espectáculo. Desde La Reforma, donde anda cumpliendo su condena preventiva, lo sacaron como si fuera dinamita. Servidor escuché que el SERT, esos comandos especiales del OIJ, estaban ahí, cuidándolo como si tuviera oro en sus bolsillos. Y ni hablar del vehículo blindado, la “Bestia”, lista pa’ cualquier eventualidad. Uno se pregunta, ¿realmente necesitamos tanto despliegue pa’ este tipo?
Ahora, para que se entiendan bien las cosas, Álvarez Alfaro no está solo en esto. Lo acompañan Celso Manuel Gamboa Sánchez, que fue magistrado, y Edwin Danney López Vega, alias ‘Pecho de Rata’, otro personaje que ya ha tenido problemas con la ley. Todos ellos están en la misma papa, esperando ver qué decide el juez con respecto a esas medidas cautelares. ¡Imagínense la tensión!
Lo curioso de este caso es que, aunque lo agarraron hace rato, ya le habían dado libertad con restricciones. Sí, así nomás, después de los allanamientos por lavado de activos, lo dejaron irse a casa a firmar y no salir del país por seis meses. Un regalo, diría yo. Pero ahora, la Fiscalía quiere asegurarse de que no se vaya escapando, por eso pide que le extiendan esas medidas. ¡Qué cosas!
Pero espere, que hay más. Resulta que el ‘Gato’ y su brother, junto a un guatemalteco llamado César Augusto Melgar Sandoval, quien anda prófugo, habrían logrado blanquear hasta miles de millones de colones al año. ¡Eso es una fortuna! Y cómo lo hacían, preguntas tú... Pues usando empresas fantasma, amigos. Una red tan elaborada que hasta las arañas envidiarían. Supuestamente lavaron hasta tres mil millones en un solo año, mezclando plata limpia con la que venían trayendo del negocio del narcotráfico. ¡Pura estafa!
Y para rematar, descubrieron que tenían inversiones en más de veinte sociedades, incluyendo una subasta ganadera en Pijije, Guanacaste. Sí, señores, ¡subasta ganadera! Ahí compraban y vendían caballos, vacas, toros… ¡todo pa’ lavar la mugre! Según dicen, tenían instalaciones enormes, un galerón pa’ 200 personas y todo el lujo imaginable. Con esa plata, se compraron camionetas de lujo, carros Lexus, Toyotas, ¡hasta Maseratis! Vivían a lo grande, mientras la gente trabajadora apenas puede llegar a fin de mes. ¡Qué injusticia!
En fin, este caso sigue dando de qué hablar. Y me pregunto, ¿creen ustedes que realmente vamos a recuperar toda esa plata que se robaron estos tipos, o será que simplemente se quedarán con ella y nosotros seguiremos pagando la factura? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios!
Pa’ ponerles un poco de contexto, este señor, además de estar peleando con los gringos pa’ que no lo saquen pa’ Estados Unidos –donde lo quieren juzgar por pasarse de listo con el narcotráfico–, también tiene un problemilla acá en Costa Rica. Imaginen, legitimación de capitales, ¡pura bronca! Resulta que el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) descubrió que andaba haciendo cosas turbias con su dinero.
El traslado, ¡eso sí!, fue todo un espectáculo. Desde La Reforma, donde anda cumpliendo su condena preventiva, lo sacaron como si fuera dinamita. Servidor escuché que el SERT, esos comandos especiales del OIJ, estaban ahí, cuidándolo como si tuviera oro en sus bolsillos. Y ni hablar del vehículo blindado, la “Bestia”, lista pa’ cualquier eventualidad. Uno se pregunta, ¿realmente necesitamos tanto despliegue pa’ este tipo?
Ahora, para que se entiendan bien las cosas, Álvarez Alfaro no está solo en esto. Lo acompañan Celso Manuel Gamboa Sánchez, que fue magistrado, y Edwin Danney López Vega, alias ‘Pecho de Rata’, otro personaje que ya ha tenido problemas con la ley. Todos ellos están en la misma papa, esperando ver qué decide el juez con respecto a esas medidas cautelares. ¡Imagínense la tensión!
Lo curioso de este caso es que, aunque lo agarraron hace rato, ya le habían dado libertad con restricciones. Sí, así nomás, después de los allanamientos por lavado de activos, lo dejaron irse a casa a firmar y no salir del país por seis meses. Un regalo, diría yo. Pero ahora, la Fiscalía quiere asegurarse de que no se vaya escapando, por eso pide que le extiendan esas medidas. ¡Qué cosas!
Pero espere, que hay más. Resulta que el ‘Gato’ y su brother, junto a un guatemalteco llamado César Augusto Melgar Sandoval, quien anda prófugo, habrían logrado blanquear hasta miles de millones de colones al año. ¡Eso es una fortuna! Y cómo lo hacían, preguntas tú... Pues usando empresas fantasma, amigos. Una red tan elaborada que hasta las arañas envidiarían. Supuestamente lavaron hasta tres mil millones en un solo año, mezclando plata limpia con la que venían trayendo del negocio del narcotráfico. ¡Pura estafa!
Y para rematar, descubrieron que tenían inversiones en más de veinte sociedades, incluyendo una subasta ganadera en Pijije, Guanacaste. Sí, señores, ¡subasta ganadera! Ahí compraban y vendían caballos, vacas, toros… ¡todo pa’ lavar la mugre! Según dicen, tenían instalaciones enormes, un galerón pa’ 200 personas y todo el lujo imaginable. Con esa plata, se compraron camionetas de lujo, carros Lexus, Toyotas, ¡hasta Maseratis! Vivían a lo grande, mientras la gente trabajadora apenas puede llegar a fin de mes. ¡Qué injusticia!
En fin, este caso sigue dando de qué hablar. Y me pregunto, ¿creen ustedes que realmente vamos a recuperar toda esa plata que se robaron estos tipos, o será que simplemente se quedarán con ella y nosotros seguiremos pagando la factura? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios!