¡Aguántense, chinos! El panorama político se puso bien interesante este martes con la movida del abogado Fernando Zamora, candidato del Partido Nueva Generación (PNG). El mae, buscando captar la atención de los votantes, firmó un documento público jurando solemnemente que, si llegara a Casa Amarilla, no le meterá la mano al bolsillo de los ticos con nuevos impuestos. ¡Una promesa ambiciosa, vamos a ver si cumple!
El acuerdo se hizo con IDEAS Labs, esos think tanks liberales que siempre tienen ideas interesantes (o controversiales, depende cómo se vea). Básicamente, Zamora está diciendo que la economía costarricense no necesita más impuestos, sino una limpieza profunda en el manejo del dinero público. “Costa Rica no necesita más impuestos. Necesita un Gobierno serio… que respete a quienes producen”, declaró el candidato, con toda la intención de sonar pro-business y anti-bureaucracia.
Zamora argumenta que el problema no es la falta de plata entrando al país, sino el desmadre con el gasto público. Está hablando de eliminar privilegios en el sector público –esas varas que algunos se agarran como churros–, frenar la duplicidad de funciones y, sobre todo, darle duro a la corrupción. Porque díganle a la gente, los portillos por donde se fugan los billetes son más amplios que las autopistas del Pacífico.
Este pacto con IDEAS Labs viene cargado de un mensaje directo al sector productivo, aquellos que sudan la camiseta día y noche para hacer funcionar la economía. Zamora quiere convencer a los emprendedores y trabajadores independientes de que él es la opción para aliviar la carga fiscal y estimular la producción. Hay que recordar que muchos se sienten ahogados entre impuestos y regulaciones, así que este discurso puede conectar con mucha gente.
Ahora, la promesa de mantener los impuestos congelados suena bien en teoría, pero en la práctica... ¡qué brete! Con una deuda pública que sigue creciendo como espuma, resulta complicado garantizar que el Estado tenga los recursos necesarios para financiar servicios esenciales como salud, educación y seguridad. Aquí entra en juego el famoso concepto de "Eficiencia vs. Sacrificio", que es el caballito de batalla del PNG. Según ellos, se puede lograr sin tener que apretar más a los ciudadanos.
El plan de Zamora implica una cirugía mayor al Estado: recortar gastos innecesarios, optimizar procesos y perseguir a capa y espada a los corruptos. Pero eso, como sabemos, no es tarea fácil. Hay intereses creados, sindicatos poderosos y burócratas aferrados a sus privilegios. Será un desafío enorme si realmente logra llegar a la Presidencia, porque la oposición ya está oliendo sangre y lista para sacarles raja a cualquier tropiezo.
Este documento firmado con IDEAS Labs funciona como una especie de contrato social con los ciudadanos. Si Zamora cambia de opinión y decide imponer nuevos impuestos, la oposición tendrá munición suficiente para acusarlo de romper su promesa. Lo tendrán bien claro que si se le sale el lobo, ¡ya verá! Este tipo de compromisos escritos le dan transparencia a la campaña y obligan a los candidatos a rendir cuentas ante el electorado, que ya está bastante quemadito con promesas incumplidas.
Entonces, chinos, ¿creen que Fernando Zamora podrá cumplir su promesa de cero impuestos? ¿Es factible sanear el Estado sin tener que recurrir a medidas impopulares? ¿O estamos frente a otra campaña llena de bravuconadas y promesas vacías? ¡Déjennos sus opiniones en el foro!
El acuerdo se hizo con IDEAS Labs, esos think tanks liberales que siempre tienen ideas interesantes (o controversiales, depende cómo se vea). Básicamente, Zamora está diciendo que la economía costarricense no necesita más impuestos, sino una limpieza profunda en el manejo del dinero público. “Costa Rica no necesita más impuestos. Necesita un Gobierno serio… que respete a quienes producen”, declaró el candidato, con toda la intención de sonar pro-business y anti-bureaucracia.
Zamora argumenta que el problema no es la falta de plata entrando al país, sino el desmadre con el gasto público. Está hablando de eliminar privilegios en el sector público –esas varas que algunos se agarran como churros–, frenar la duplicidad de funciones y, sobre todo, darle duro a la corrupción. Porque díganle a la gente, los portillos por donde se fugan los billetes son más amplios que las autopistas del Pacífico.
Este pacto con IDEAS Labs viene cargado de un mensaje directo al sector productivo, aquellos que sudan la camiseta día y noche para hacer funcionar la economía. Zamora quiere convencer a los emprendedores y trabajadores independientes de que él es la opción para aliviar la carga fiscal y estimular la producción. Hay que recordar que muchos se sienten ahogados entre impuestos y regulaciones, así que este discurso puede conectar con mucha gente.
Ahora, la promesa de mantener los impuestos congelados suena bien en teoría, pero en la práctica... ¡qué brete! Con una deuda pública que sigue creciendo como espuma, resulta complicado garantizar que el Estado tenga los recursos necesarios para financiar servicios esenciales como salud, educación y seguridad. Aquí entra en juego el famoso concepto de "Eficiencia vs. Sacrificio", que es el caballito de batalla del PNG. Según ellos, se puede lograr sin tener que apretar más a los ciudadanos.
El plan de Zamora implica una cirugía mayor al Estado: recortar gastos innecesarios, optimizar procesos y perseguir a capa y espada a los corruptos. Pero eso, como sabemos, no es tarea fácil. Hay intereses creados, sindicatos poderosos y burócratas aferrados a sus privilegios. Será un desafío enorme si realmente logra llegar a la Presidencia, porque la oposición ya está oliendo sangre y lista para sacarles raja a cualquier tropiezo.
Este documento firmado con IDEAS Labs funciona como una especie de contrato social con los ciudadanos. Si Zamora cambia de opinión y decide imponer nuevos impuestos, la oposición tendrá munición suficiente para acusarlo de romper su promesa. Lo tendrán bien claro que si se le sale el lobo, ¡ya verá! Este tipo de compromisos escritos le dan transparencia a la campaña y obligan a los candidatos a rendir cuentas ante el electorado, que ya está bastante quemadito con promesas incumplidas.
Entonces, chinos, ¿creen que Fernando Zamora podrá cumplir su promesa de cero impuestos? ¿Es factible sanear el Estado sin tener que recurrir a medidas impopulares? ¿O estamos frente a otra campaña llena de bravuconadas y promesas vacías? ¡Déjennos sus opiniones en el foro!
