¡Ay, Dios mío, qué bronca! La cosa se puso caliente entre el presidente Rodrigo Chaves y su exdministro Luis Amador. Después de la ‘fiesta’ de testimonios de Amador en la Asamblea Legislativa, el presidente salió al frente con todo, negando rotundamente las acusaciones y dejando claro que no va a tolerar ni un poquito de ‘despiche’. Parece que ya se acabaron las mieles, chunches.
Todo empezó con la comparecencia de Amador, donde soltó varias bombas sobre supuestas presiones del Presidente para favorecer a la empresa mexicana Tradeco en la licitación de la ruta Barranca-Limonal. Según Amador, Chaves estaría metiendo pata hasta el cuello en el asunto, algo que el presidente niega con toda la fuerza de su voz. ¡Un brete esto!
“No tengo tiempo que botar y oír a este señor decir las tonterías que está diciendo, sobre casos que son imaginaciones de él”, declaró Chaves a Trivisión, dejando caer que Amador se anda ‘jalando una torta’ con estas acusaciones. El presidente, obviamente molesto, prefiere enfocarse en otras cosas y no perder el tiempo con lo que considera “inventos”. Claramente, esto no se queda así, diay.
Pero la cosa no termina ahí, porque también salió a relucir el nombre del abogado Randall Chuken, quien, según el testimonio de Amador, habría tenido varios encuentros con el Presidente en Casa Presidencial. Además, Amador afirma que Chuken le ofreció financiamiento para una futura campaña electoral. Un escándalo mayúsculo, vamos.
Este Chunche de Chuken ha dejado a muchos preguntándose si hay algún tipo de relación turbia entre el gobierno y este abogado. La ausencia de una respuesta directa por parte del Presidente sobre su vínculo con Chuken alimenta las sospechas y abre una nueva vara en este conflicto. Algunos dicen que Chaves está tratando de evitar entrar en materia, mientras otros creen que simplemente no tiene nada que ocultar. El tiempo dirá qué pasa con este negocio.
Y para rematar, el abogado defensor de Chuken, Olger Calvo, ya avisó que van a ir a darle duro a Amador en los tribunales. Según Calvo, las acusaciones de Amador son falsas y planean interponer una demanda por difamación. Esto significa que la batalla legal promete ser larga y complicada, y que veremos muchas más ‘tonterías’ volando por los aires.
Más allá de las acusaciones y contradicciones, lo que realmente preocupa a la gente es la demora en la ejecución de la ruta Barranca-Limonal. Millones de viajeros sufren día tras día los embates de esta carretera, y mientras tanto, Chaves y Amador siguen peleando como gatos y perros. ¿Será que nadie piensa en el pueblo?
Esta historia pinta para estar muy movida, maes. Con batallas legales, acusaciones cruzadas y un proyecto clave atascado en medio del fuego cruzado, la política nacional se siente como un circo. Ahora me pregunto, ¿creen que Amador está buscando revancha personal o realmente está denunciando actos de corrupción dentro del gobierno Chaves? ¿Y quién saldrá victorioso de esta pelea, el presidente o su exministro?
Todo empezó con la comparecencia de Amador, donde soltó varias bombas sobre supuestas presiones del Presidente para favorecer a la empresa mexicana Tradeco en la licitación de la ruta Barranca-Limonal. Según Amador, Chaves estaría metiendo pata hasta el cuello en el asunto, algo que el presidente niega con toda la fuerza de su voz. ¡Un brete esto!
“No tengo tiempo que botar y oír a este señor decir las tonterías que está diciendo, sobre casos que son imaginaciones de él”, declaró Chaves a Trivisión, dejando caer que Amador se anda ‘jalando una torta’ con estas acusaciones. El presidente, obviamente molesto, prefiere enfocarse en otras cosas y no perder el tiempo con lo que considera “inventos”. Claramente, esto no se queda así, diay.
Pero la cosa no termina ahí, porque también salió a relucir el nombre del abogado Randall Chuken, quien, según el testimonio de Amador, habría tenido varios encuentros con el Presidente en Casa Presidencial. Además, Amador afirma que Chuken le ofreció financiamiento para una futura campaña electoral. Un escándalo mayúsculo, vamos.
Este Chunche de Chuken ha dejado a muchos preguntándose si hay algún tipo de relación turbia entre el gobierno y este abogado. La ausencia de una respuesta directa por parte del Presidente sobre su vínculo con Chuken alimenta las sospechas y abre una nueva vara en este conflicto. Algunos dicen que Chaves está tratando de evitar entrar en materia, mientras otros creen que simplemente no tiene nada que ocultar. El tiempo dirá qué pasa con este negocio.
Y para rematar, el abogado defensor de Chuken, Olger Calvo, ya avisó que van a ir a darle duro a Amador en los tribunales. Según Calvo, las acusaciones de Amador son falsas y planean interponer una demanda por difamación. Esto significa que la batalla legal promete ser larga y complicada, y que veremos muchas más ‘tonterías’ volando por los aires.
Más allá de las acusaciones y contradicciones, lo que realmente preocupa a la gente es la demora en la ejecución de la ruta Barranca-Limonal. Millones de viajeros sufren día tras día los embates de esta carretera, y mientras tanto, Chaves y Amador siguen peleando como gatos y perros. ¿Será que nadie piensa en el pueblo?
Esta historia pinta para estar muy movida, maes. Con batallas legales, acusaciones cruzadas y un proyecto clave atascado en medio del fuego cruzado, la política nacional se siente como un circo. Ahora me pregunto, ¿creen que Amador está buscando revancha personal o realmente está denunciando actos de corrupción dentro del gobierno Chaves? ¿Y quién saldrá victorioso de esta pelea, el presidente o su exministro?
