Ay, mi gente, qué bronca... El Presidente Rodrigo Chaves decidió echarse andar antes de que los diputados le pudieran tocar los güevos con las preguntas sobre su supuesto historial de 'beligerancia'. Se fue pa’ la Plaza de la Democracia como quien no quiere la cosa, dejando a medio país rascándose la cabeza y preguntándose qué onda con este personaje.
Para refrescarles la memoria, la Comisión Especial de la Asamblea Legislativa estaba analizando si levantarle el fuerito al Presidente por todas esas denuncias que le han puesto encima, cortesía del TSE. Imaginen la escena: unos 50 minutitos de intercambio de sopas, acusaciones volando de un lado a otro y el Presidente, visiblemente alterado, soltándole la frasecita “Le agradezco el tiempo, nosotros nos retiramos, pueblo de Costa Rica, voy para afuera”. ¡Qué chiste!
Pero la cosa no quedó ahí, mi pana. Chaves aprovechó la coyuntura para lanzar unas pullas bien fuertes contra el TSE y los diputados, acusándolos de formar parte de una “red de cuido” dentro de las instituciones. Incluso llegó a comparar la situación actual con la Guerra Civil del ’48, diciendo que ‘por menos que esto hubo sangre en esta patria’. ¡Uf, qué dramatismo! Uno piensa, ¿de verdad cree que estamos a punto de otra guerra por unas palabras?
Los diputados no tardaron en reaccionar, claro. La presidenta de la comisión, Alejandra Larios, dijo que el Presidente tenía derecho a irse, pero algunos, como Rocío Alfaro del Frente Amplio, lo acusaron directamente de 'cobardía'. Según Alfaro, Chaves huyó de la comparecencia porque sabía que no tenía argumentos sólidos para defenderse. “Es lamentable para la historia de nuestro país…”, dijo ella, como sacada de un libro de escuela. ¡Un poco de calle, dipu!
Y hablando de definiciones, la jugada maestra del Presidente fue poner a su abogado, José Miguel Villalobos, como escudo. Quería darle la palabra al chunche para que defendiera su inocencia, pero la presidenta Larios se lo negó, alegando que no se estaba vulnerando su derecho de defensa. “Aquí se quiso hacer un show político y eso yo no lo puedo permitir”, sentenció Larios, cerrando el grifo a Villalobos. Parece que la presidenta no se andaba con rodeos.
La cosa se pone más interesante cuando pensamos en el futuro político de Chaves. Si lo declaran culpable de beligerancia, podrían mandarlo pa’ casa, lo cual sería un golpe durísimo para Laura Fernández, quien probablemente querría nombrarlo ministro de la Presidencia si llega al poder. ¡Imagínate el fiestón! Además, Pilar Cisneros, diputada oficialista, dejó caer que esta denuncia es “la más ridícula sin sustento alguno”, esperando que sus compañeros voten “a conciencia, no por revanchismo político”. Que digan lo que quieran, pero el ambiente está que arde.
Ahora, si nos vamos al fondo del asunto, uno no puede negar que Chaves ha sido un torbellino desde que asumió la presidencia. Sus declaraciones polémicas, sus enfrentamientos con diferentes sectores y su estilo directo han generado tanto admiración como rechazo. Pero hay algo seguro: nunca aburre, diay. Este caso del TSE y la suspensión del fuero es solo la última pieza de un rompecabezas lleno de controversias y giros inesperados.
Entonces, mi gente, ¿creen que el Presidente actuó correctamente al abandonar la comisión? ¿Se siente perseguido políticamente o simplemente está evitando enfrentar las consecuencias de sus acciones? ¿Creen que el TSE tiene motivos válidos para pedir su destitución o todo esto es un invento para golpearlo electoralmente? ¡Déjenme sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan ustedes de esta tortilla!
Para refrescarles la memoria, la Comisión Especial de la Asamblea Legislativa estaba analizando si levantarle el fuerito al Presidente por todas esas denuncias que le han puesto encima, cortesía del TSE. Imaginen la escena: unos 50 minutitos de intercambio de sopas, acusaciones volando de un lado a otro y el Presidente, visiblemente alterado, soltándole la frasecita “Le agradezco el tiempo, nosotros nos retiramos, pueblo de Costa Rica, voy para afuera”. ¡Qué chiste!
Pero la cosa no quedó ahí, mi pana. Chaves aprovechó la coyuntura para lanzar unas pullas bien fuertes contra el TSE y los diputados, acusándolos de formar parte de una “red de cuido” dentro de las instituciones. Incluso llegó a comparar la situación actual con la Guerra Civil del ’48, diciendo que ‘por menos que esto hubo sangre en esta patria’. ¡Uf, qué dramatismo! Uno piensa, ¿de verdad cree que estamos a punto de otra guerra por unas palabras?
Los diputados no tardaron en reaccionar, claro. La presidenta de la comisión, Alejandra Larios, dijo que el Presidente tenía derecho a irse, pero algunos, como Rocío Alfaro del Frente Amplio, lo acusaron directamente de 'cobardía'. Según Alfaro, Chaves huyó de la comparecencia porque sabía que no tenía argumentos sólidos para defenderse. “Es lamentable para la historia de nuestro país…”, dijo ella, como sacada de un libro de escuela. ¡Un poco de calle, dipu!
Y hablando de definiciones, la jugada maestra del Presidente fue poner a su abogado, José Miguel Villalobos, como escudo. Quería darle la palabra al chunche para que defendiera su inocencia, pero la presidenta Larios se lo negó, alegando que no se estaba vulnerando su derecho de defensa. “Aquí se quiso hacer un show político y eso yo no lo puedo permitir”, sentenció Larios, cerrando el grifo a Villalobos. Parece que la presidenta no se andaba con rodeos.
La cosa se pone más interesante cuando pensamos en el futuro político de Chaves. Si lo declaran culpable de beligerancia, podrían mandarlo pa’ casa, lo cual sería un golpe durísimo para Laura Fernández, quien probablemente querría nombrarlo ministro de la Presidencia si llega al poder. ¡Imagínate el fiestón! Además, Pilar Cisneros, diputada oficialista, dejó caer que esta denuncia es “la más ridícula sin sustento alguno”, esperando que sus compañeros voten “a conciencia, no por revanchismo político”. Que digan lo que quieran, pero el ambiente está que arde.
Ahora, si nos vamos al fondo del asunto, uno no puede negar que Chaves ha sido un torbellino desde que asumió la presidencia. Sus declaraciones polémicas, sus enfrentamientos con diferentes sectores y su estilo directo han generado tanto admiración como rechazo. Pero hay algo seguro: nunca aburre, diay. Este caso del TSE y la suspensión del fuero es solo la última pieza de un rompecabezas lleno de controversias y giros inesperados.
Entonces, mi gente, ¿creen que el Presidente actuó correctamente al abandonar la comisión? ¿Se siente perseguido políticamente o simplemente está evitando enfrentar las consecuencias de sus acciones? ¿Creen que el TSE tiene motivos válidos para pedir su destitución o todo esto es un invento para golpearlo electoralmente? ¡Déjenme sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan ustedes de esta tortilla!