¡Qué torta, pura torta! Aquí seguimos viendo cómo los diputados, esos mismos que nos dijeron que iban a trabajar por el pueblo, andan más preocupados en meterse leyes a medida para sus compinches. El asunto es que ahora salió a relucir una trama donde, al parecer, se están favoreciendo mutuamente con proyectos de ley, todo para protegerse de cualquier rayito de sol que les quiera cuestionar.
La jugada, según fuentes cercanas al Congreso, parece ser así: tú me apoyas con este proyecto que te conviene, yo te doy mi voto en el otro que a mí me interesa. Un trueque legislativo a todas luces, diay, sospechoso. Y todo esto bajo la sombra de la posible inmunidad presidencial, porque nadie quiere tener problemas con Don Chave en caso de que algo salga mal, ¿verdad?
Según la caricatura del día de Mecho, que tampoco se anda con rodeos, la cosa está clarísima: Chaves, desde Casa Presidencial, está orquestrando todo esto. Convocando proyectos, moviendo hilos para que sus aliados se aseguren un salvoconducto legislativo. Parece que el concepto de 'interés nacional' quedó guardadito en un cajón, porque lo único que vemos es interés personal y partidista.
Y ni hablar de la oposición, que se queda mirando como si estuvieran viendo un partido de fútbol desde la tribuna más alta. Aunque algunos han levantado la voz, la verdad es que no han logrado frenar este tsunami de legislación a la carta. Se supone que ellos son quienes deberían estar vigilando y controlando, pero parece que también tienen sus propias cositas que cuidar, ¿quién sabe?
Las reacciones en redes sociales no se han hecho esperar. Pura bronca, compañeros. La gente está harta de ver cómo los políticos se ponen pa’ arriba a costa del bolsillo de todos nosotros. #DiputadosCorruptos #ChavesInmune #CostaRicaEnCrisis son algunas de las etiquetas que están circulando, y con razón. Porque la confianza en las instituciones ya está por los suelos, y esto no hace más que profundizarla.
Expertos en derecho constitucional consultados señalan que esta práctica, aunque no necesariamente ilegal, sí plantea serias interrogantes éticas. Se trata de un conflicto de intereses flagrante, donde el deber fiduciario hacia el país queda relegado ante intereses particulares. Además, podrían existir vías legales para impugnar estas leyes, pero eso dependerá de si alguien se anima a presentar una demanda.
El Poder Judicial, por su parte, observa la situación con cautela. Saben que están metidos en un brete delicado, porque cualquier decisión que tomen podría ser interpretada como parcialidad. Pero también saben que tienen la obligación de defender la Constitución y los derechos de los ciudadanos. En fin, un nudo gordísimo que parece no tener solución fácil a corto plazo. Ahora, mientras tanto, el show continúa en el Congreso y nosotros, los ciudadanos, observamos impotentes cómo nuestros representantes hacen de las suyas.
Esta novela legislativa apenas comienza, y promete dar mucho de qué hablar. ¿Creen ustedes que la ciudadanía debería tomar medidas más drásticas, como exigir la revocatoria de mandato de estos diputados que parecen haber perdido el rumbo, o estamos condenados a seguir viendo cómo se regalan favores hasta que nos quedemos sin país? ¡Déjenme sus opiniones aquí abajo!
La jugada, según fuentes cercanas al Congreso, parece ser así: tú me apoyas con este proyecto que te conviene, yo te doy mi voto en el otro que a mí me interesa. Un trueque legislativo a todas luces, diay, sospechoso. Y todo esto bajo la sombra de la posible inmunidad presidencial, porque nadie quiere tener problemas con Don Chave en caso de que algo salga mal, ¿verdad?
Según la caricatura del día de Mecho, que tampoco se anda con rodeos, la cosa está clarísima: Chaves, desde Casa Presidencial, está orquestrando todo esto. Convocando proyectos, moviendo hilos para que sus aliados se aseguren un salvoconducto legislativo. Parece que el concepto de 'interés nacional' quedó guardadito en un cajón, porque lo único que vemos es interés personal y partidista.
Y ni hablar de la oposición, que se queda mirando como si estuvieran viendo un partido de fútbol desde la tribuna más alta. Aunque algunos han levantado la voz, la verdad es que no han logrado frenar este tsunami de legislación a la carta. Se supone que ellos son quienes deberían estar vigilando y controlando, pero parece que también tienen sus propias cositas que cuidar, ¿quién sabe?
Las reacciones en redes sociales no se han hecho esperar. Pura bronca, compañeros. La gente está harta de ver cómo los políticos se ponen pa’ arriba a costa del bolsillo de todos nosotros. #DiputadosCorruptos #ChavesInmune #CostaRicaEnCrisis son algunas de las etiquetas que están circulando, y con razón. Porque la confianza en las instituciones ya está por los suelos, y esto no hace más que profundizarla.
Expertos en derecho constitucional consultados señalan que esta práctica, aunque no necesariamente ilegal, sí plantea serias interrogantes éticas. Se trata de un conflicto de intereses flagrante, donde el deber fiduciario hacia el país queda relegado ante intereses particulares. Además, podrían existir vías legales para impugnar estas leyes, pero eso dependerá de si alguien se anima a presentar una demanda.
El Poder Judicial, por su parte, observa la situación con cautela. Saben que están metidos en un brete delicado, porque cualquier decisión que tomen podría ser interpretada como parcialidad. Pero también saben que tienen la obligación de defender la Constitución y los derechos de los ciudadanos. En fin, un nudo gordísimo que parece no tener solución fácil a corto plazo. Ahora, mientras tanto, el show continúa en el Congreso y nosotros, los ciudadanos, observamos impotentes cómo nuestros representantes hacen de las suyas.
Esta novela legislativa apenas comienza, y promete dar mucho de qué hablar. ¿Creen ustedes que la ciudadanía debería tomar medidas más drásticas, como exigir la revocatoria de mandato de estos diputados que parecen haber perdido el rumbo, o estamos condenados a seguir viendo cómo se regalan favores hasta que nos quedemos sin país? ¡Déjenme sus opiniones aquí abajo!
