¡Ay, Dios mío! Esto se puso bueno, güevos. Parece que la olla se ha levantado con este rollo del abogado Randall Chuken y sus andanzas en Casa Presidencial. Resulta que el tipo, que anda paseándose por Panamá y Colombia como si fuera turista oficial, estaría involucrado en ofrecer empresas extranjeras para proyectos clave del gobierno… ¿Se imaginan la bronca?
Todo empezó con unas declaraciones explosivas del exministro del MOPT, Luis Amador, quien le soltó a la Fiscalía que Chuken habría estado ofreciendo una empresa china para construir trenes y otra española, OHLA, para ampliar la ruta 27. ¡Imagínate!, y eso, encima, con ofertas de extender contratos y subir los peajes. Un verdadero despache, vamos.
Amador relató que Chuken, presente en varias reuniones desde 2022 –cuando se hablaba del caso Tradeco-Barranca-Limonal–, recibía “órdenes” directas del presidente Chaves para darle seguimiento a esos temas. ¡Pero a huevo! El cuento es que el abogado aparentemente hacía las veces de intermediario, conectando al gobierno con empresas extranjeras a cambio de... ¿quién sabe qué?, ¿verdad?
Y para colmo, Amador también lanzó una bomba aún más potente: “Tengo entendido que hubo financiamiento de Randall Chuken a la campaña del presidente”. Esa acusación, mis amigos, es el ingrediente extra que convierte este asunto en una sopa caliente. Ahora todos quieren saber qué tanto sabe Chuken y a quién más está metiendo pata.
Pero ahí no acaba la cosa. Investigaciones de Migración revelaron que Chuken ha estado moviéndose como pez gordo por varios países desde enero de 2023: Panamá, Colombia, Canadá, Estados Unidos y México. Fotos suyas circulan en redes sociales posando con policías colombianos y funcionarios panameños, ¿qué estará tramando, eh?
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) también tiene ojo puesto en Chuken, incluso lo mencionan en un informe donde lo señalan como “persona de interés” en el caso Barranca-Limonal. El informe, además, incluye un organigrama que relaciona a Chuken con el mismísimo presidente Chaves, lo que alimenta aún más las sospechas.
En medio de este torbellino, Laura Fernández, candidata del Partido Pueblo Soberano, admitió haber tenido una reunión reciente con Chuken en un restaurante de Rohrmoser. Eso, claro, levantó ampollas y generó toda clase de especulaciones. ¿Qué hablaron? ¿Le ofreció algún chunche? Las preguntas se multiplican, y las respuestas tardan en llegar.
Este caso es un verdadero brete, y pinta para tener muchas vueltas. Con tantas acusaciones, investigaciones y conexiones turbias, queda claro que la transparencia es un bien escaso en estos tiempos. Entonces, diganme, ¿creen que Chuken será capaz de desenmascarar toda la red de influencias que parece existir detrás de este escándalo o simplemente estamos viendo humo? ¿Deberían citarle a juicio político al Presidente?
Todo empezó con unas declaraciones explosivas del exministro del MOPT, Luis Amador, quien le soltó a la Fiscalía que Chuken habría estado ofreciendo una empresa china para construir trenes y otra española, OHLA, para ampliar la ruta 27. ¡Imagínate!, y eso, encima, con ofertas de extender contratos y subir los peajes. Un verdadero despache, vamos.
Amador relató que Chuken, presente en varias reuniones desde 2022 –cuando se hablaba del caso Tradeco-Barranca-Limonal–, recibía “órdenes” directas del presidente Chaves para darle seguimiento a esos temas. ¡Pero a huevo! El cuento es que el abogado aparentemente hacía las veces de intermediario, conectando al gobierno con empresas extranjeras a cambio de... ¿quién sabe qué?, ¿verdad?
Y para colmo, Amador también lanzó una bomba aún más potente: “Tengo entendido que hubo financiamiento de Randall Chuken a la campaña del presidente”. Esa acusación, mis amigos, es el ingrediente extra que convierte este asunto en una sopa caliente. Ahora todos quieren saber qué tanto sabe Chuken y a quién más está metiendo pata.
Pero ahí no acaba la cosa. Investigaciones de Migración revelaron que Chuken ha estado moviéndose como pez gordo por varios países desde enero de 2023: Panamá, Colombia, Canadá, Estados Unidos y México. Fotos suyas circulan en redes sociales posando con policías colombianos y funcionarios panameños, ¿qué estará tramando, eh?
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) también tiene ojo puesto en Chuken, incluso lo mencionan en un informe donde lo señalan como “persona de interés” en el caso Barranca-Limonal. El informe, además, incluye un organigrama que relaciona a Chuken con el mismísimo presidente Chaves, lo que alimenta aún más las sospechas.
En medio de este torbellino, Laura Fernández, candidata del Partido Pueblo Soberano, admitió haber tenido una reunión reciente con Chuken en un restaurante de Rohrmoser. Eso, claro, levantó ampollas y generó toda clase de especulaciones. ¿Qué hablaron? ¿Le ofreció algún chunche? Las preguntas se multiplican, y las respuestas tardan en llegar.
Este caso es un verdadero brete, y pinta para tener muchas vueltas. Con tantas acusaciones, investigaciones y conexiones turbias, queda claro que la transparencia es un bien escaso en estos tiempos. Entonces, diganme, ¿creen que Chuken será capaz de desenmascarar toda la red de influencias que parece existir detrás de este escándalo o simplemente estamos viendo humo? ¿Deberían citarle a juicio político al Presidente?