¡Ay, Dios mío! Así nos va a quedar la Circunvalación estos próximos meses, pura torta, má’e. El MOPT anunció que la reconstrucción del puente sobre el río María Aguilar, justo al lado de la rotonda de la Y Griega, entró en la segunda fase, y eso significa que vamos a tener que andar con pies de plomo y mucha paciencia. Ya saben cómo es esto, siempre hay un brete cuando le meten mano a las carreteras.
Para refrescarle la memoria a los que andan distraídos, hace unas semanas iniciaron la primera fase de este proyecto larguísimo. Ahora, con la habilitación de la rampa norte, parece que las cosas van encaminadas, pero ojo, porque también viene con sus complicaciones. Imagínense el tráfico... ¡Un desmadre seguro!
Lo que tienen previsto hacer, señores, es meterle mano a los dos carriles centrales de Circunvalación en el tramo Zapote-Hatillo y viceversa. Eso quiere decir que esos carriles estarán cerrados por completo durante unos tres meses. Tres meses, má’e. ¡Eso da pa' plantar platano!
Afortunadamente, no todo está perdido. Los otros dos carriles seguirán funcionando, uno en cada dirección, aunque habrá una reducción considerable del espacio. Según el MOPT, la zona estará debidamente señalizada, con personal de seguridad y control vial para tratar de mantener el orden… Esperemos que sí, porque si no, será puro relajo. Ojalá no se jalen una torta ahí, que ya tenemos suficientes problemas por to’ lados.
Este proyecto, que pretende darle nueva vida al viejo puente, tiene un costo de $5,3 millones, financiado por el Proeri, ese programa de emergencia para reconstruir infraestructura. Dicen que ya llevan un 25% de avance, que todavía queda bastante camino por recorrer. Demoler la estructura vieja, construir una nueva, arreglar los accesos y ponerle la señalización respectiva... ¡Un trabalenguas!
El puente, que era una verdadera amenaza, necesitaba urgentemente una renovación. Con el tiempo, había sufrido muchos daños y se estaba volviendo peligroso, especialmente durante las lluvias intensas. Era cuestión de tiempo que pasara algo grave, así que bueno, al menos ahora estamos haciendo algo al respecto, aunque sea a costa de sufrir un poco en el tráfico.
Ahora bien, hablando de tráfico, imagínense el panorama diario para quienes transitan por la Circunvalación. Es hora de buscar rutas alternativas, madrugar un poquito más o simplemente prepararse mentalmente para enfrentar atascos y estrés. Quizás sea momento de desempolvar esas bicicletas antiguas que tenemos guardadas, ¿quién sabe?
En fin, la Circunvalación estará complicada por unos buenos meses. Lo único que podemos hacer es respirar profundo y esperar lo mejor. Pero dime tú, ¿qué estrategia vas a utilizar para evitar el embotellamiento en la Circunvalación durante estos tres meses? ¿Vas a cambiar tu ruta, usar transporte público o te resignarás a los retrasos?
Para refrescarle la memoria a los que andan distraídos, hace unas semanas iniciaron la primera fase de este proyecto larguísimo. Ahora, con la habilitación de la rampa norte, parece que las cosas van encaminadas, pero ojo, porque también viene con sus complicaciones. Imagínense el tráfico... ¡Un desmadre seguro!
Lo que tienen previsto hacer, señores, es meterle mano a los dos carriles centrales de Circunvalación en el tramo Zapote-Hatillo y viceversa. Eso quiere decir que esos carriles estarán cerrados por completo durante unos tres meses. Tres meses, má’e. ¡Eso da pa' plantar platano!
Afortunadamente, no todo está perdido. Los otros dos carriles seguirán funcionando, uno en cada dirección, aunque habrá una reducción considerable del espacio. Según el MOPT, la zona estará debidamente señalizada, con personal de seguridad y control vial para tratar de mantener el orden… Esperemos que sí, porque si no, será puro relajo. Ojalá no se jalen una torta ahí, que ya tenemos suficientes problemas por to’ lados.
Este proyecto, que pretende darle nueva vida al viejo puente, tiene un costo de $5,3 millones, financiado por el Proeri, ese programa de emergencia para reconstruir infraestructura. Dicen que ya llevan un 25% de avance, que todavía queda bastante camino por recorrer. Demoler la estructura vieja, construir una nueva, arreglar los accesos y ponerle la señalización respectiva... ¡Un trabalenguas!
El puente, que era una verdadera amenaza, necesitaba urgentemente una renovación. Con el tiempo, había sufrido muchos daños y se estaba volviendo peligroso, especialmente durante las lluvias intensas. Era cuestión de tiempo que pasara algo grave, así que bueno, al menos ahora estamos haciendo algo al respecto, aunque sea a costa de sufrir un poco en el tráfico.
Ahora bien, hablando de tráfico, imagínense el panorama diario para quienes transitan por la Circunvalación. Es hora de buscar rutas alternativas, madrugar un poquito más o simplemente prepararse mentalmente para enfrentar atascos y estrés. Quizás sea momento de desempolvar esas bicicletas antiguas que tenemos guardadas, ¿quién sabe?
En fin, la Circunvalación estará complicada por unos buenos meses. Lo único que podemos hacer es respirar profundo y esperar lo mejor. Pero dime tú, ¿qué estrategia vas a utilizar para evitar el embotellamiento en la Circunvalación durante estos tres meses? ¿Vas a cambiar tu ruta, usar transporte público o te resignarás a los retrasos?