Maes, agarren silla porque el circo político está que arde. ¡Qué torta la que se nos viene este viernes! Resulta que Pilar Cisneros, la diputada y defensora número uno del presidente Chaves, está convocando a todo el mundo a plantarse frente a la Asamblea Legislativa. ¿El motivo? Nada más y nada menos que para "defender la inmunidad" del presi, justo el día que le toca comparecer ante la comisión que decide si se la quitan o no. La movida es clara: montar un show de apoyo masivo para mandarle un mensajito a los diputados que tienen el futuro legal de Chaves en sus manos. Básicamente, es llevar el pleito de los tribunales a la calle, con pancartas y gritos en la Plaza de la Democracia desde las 8 de la mañana.
Diay, ¿y cuál es toda la vara que tiene a la Fiscalía encima de Chaves? El despiche se origina en la causa penal 25-000019-0033-PE, un numerito que ya suena a dolor de cabeza. Según el Ministerio Público, la bronca es por el supuesto delito de concusión. En tico simple: la Fiscalía sospecha que Chaves usó su puesto para inducir al empresario Christian Bulgarelli a que le diera un contrato de comunicación a su exasesor de campaña, Federico "Choreco" Cruz. Lo más delicado del asunto es que este contrato se habría financiado con platica del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). O sea, la tesis es que se usó el poder presidencial para beneficiar económicamente a un compa con fondos de un banco internacional. Una jugada que, de ser cierta, es un autogolazo en toda regla.
Como era de esperarse, la reacción del oficialismo no fue sentarse a esperar el proceso legal. Doña Pilar, con su retórica de siempre, lanzó la convocatoria en redes sociales afirmando que "un país fuerte y democrático defiende la voz de la gente y no calla ante juicios absurdos". La estrategia es pintar esto como un ataque político, una cacería de brujas orquestada por los "mismos de siempre" para callar la "voz del pueblo" que Chaves representa. La convocatoria a la manifestación es, en el fondo, una apuesta de alto riesgo: o les sale bien y logran intimidar a la oposición con una muestra de fuerza popular, o les sale el tiro por la culata y se ve como un intento desesperado de presionar a otro poder de la República, lo cual no se ve nada bien en una democracia que se respete.
Aquí la vara se pone color de hormiga, porque este no es un simple pleito entre políticos. Lo que está en juego es la línea, cada vez más borrosa, entre el activismo ciudadano y la presión indebida sobre el sistema judicial. Por un lado, tenés el argumento del gobierno de que el pueblo tiene derecho a manifestarse para defender al presidente que eligió. Por otro, está la visión de que el brete de los diputados es analizar las pruebas que presenta la Fiscalía de manera objetiva, sin que les estén gritando en la ventana. Este choque de trenes nos deja en medio de una polarización tremenda, donde parece que tenés que elegir un bando: o creés que Chaves es una víctima intocable o creés que nadie, ni siquiera el presidente, debería estar por encima de la ley.
Al final, este viernes se perfila como un día clave para la salud de nuestra democracia. Tendremos a un presidente compareciendo bajo investigación, a sus seguidores manifestándose en la calle para defenderlo, y a un grupo de diputados que tendrán que tomar una decisión que sentará un precedente histórico. El resultado de esta vara va a definir mucho más que el futuro de Rodrigo Chaves; va a definir qué tanto pesan las instituciones frente al poder político y la presión popular. Se nos viene un novelón de esos que mantienen al país pegado a las noticias, para ver si todo se va al traste o si logramos salir de este enredo.
Ahora les tiro la bola a ustedes, maes. ¿Qué opinan de toda esta movida? ¿Es una defensa válida de la 'voluntad popular' como dice el oficialismo, o es una forma de presionar a la justicia que se pasa de la raya? ¿Ustedes irían a la manifestación o creen que este despiche se tiene que resolver en los tribunales y punto? ¡Los leo en los comentarios!
Diay, ¿y cuál es toda la vara que tiene a la Fiscalía encima de Chaves? El despiche se origina en la causa penal 25-000019-0033-PE, un numerito que ya suena a dolor de cabeza. Según el Ministerio Público, la bronca es por el supuesto delito de concusión. En tico simple: la Fiscalía sospecha que Chaves usó su puesto para inducir al empresario Christian Bulgarelli a que le diera un contrato de comunicación a su exasesor de campaña, Federico "Choreco" Cruz. Lo más delicado del asunto es que este contrato se habría financiado con platica del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). O sea, la tesis es que se usó el poder presidencial para beneficiar económicamente a un compa con fondos de un banco internacional. Una jugada que, de ser cierta, es un autogolazo en toda regla.
Como era de esperarse, la reacción del oficialismo no fue sentarse a esperar el proceso legal. Doña Pilar, con su retórica de siempre, lanzó la convocatoria en redes sociales afirmando que "un país fuerte y democrático defiende la voz de la gente y no calla ante juicios absurdos". La estrategia es pintar esto como un ataque político, una cacería de brujas orquestada por los "mismos de siempre" para callar la "voz del pueblo" que Chaves representa. La convocatoria a la manifestación es, en el fondo, una apuesta de alto riesgo: o les sale bien y logran intimidar a la oposición con una muestra de fuerza popular, o les sale el tiro por la culata y se ve como un intento desesperado de presionar a otro poder de la República, lo cual no se ve nada bien en una democracia que se respete.
Aquí la vara se pone color de hormiga, porque este no es un simple pleito entre políticos. Lo que está en juego es la línea, cada vez más borrosa, entre el activismo ciudadano y la presión indebida sobre el sistema judicial. Por un lado, tenés el argumento del gobierno de que el pueblo tiene derecho a manifestarse para defender al presidente que eligió. Por otro, está la visión de que el brete de los diputados es analizar las pruebas que presenta la Fiscalía de manera objetiva, sin que les estén gritando en la ventana. Este choque de trenes nos deja en medio de una polarización tremenda, donde parece que tenés que elegir un bando: o creés que Chaves es una víctima intocable o creés que nadie, ni siquiera el presidente, debería estar por encima de la ley.
Al final, este viernes se perfila como un día clave para la salud de nuestra democracia. Tendremos a un presidente compareciendo bajo investigación, a sus seguidores manifestándose en la calle para defenderlo, y a un grupo de diputados que tendrán que tomar una decisión que sentará un precedente histórico. El resultado de esta vara va a definir mucho más que el futuro de Rodrigo Chaves; va a definir qué tanto pesan las instituciones frente al poder político y la presión popular. Se nos viene un novelón de esos que mantienen al país pegado a las noticias, para ver si todo se va al traste o si logramos salir de este enredo.
Ahora les tiro la bola a ustedes, maes. ¿Qué opinan de toda esta movida? ¿Es una defensa válida de la 'voluntad popular' como dice el oficialismo, o es una forma de presionar a la justicia que se pasa de la raya? ¿Ustedes irían a la manifestación o creen que este despiche se tiene que resolver en los tribunales y punto? ¡Los leo en los comentarios!