¡Ay, Dios mío! La bronca en Condovac La Costa parece que no tiene fin. Varios socios, todos a condición de mantener el anonimato –porque dicen que anda el miedo–, se fueron de la lengua con nosotros sobre cómo se ha ido deteriorando todo por completo, los manejos del dinero que dejan mucho que desear, e incluso, ¡hasta amenazas! Imagínate, pura novela digna de un telete.
Resulta que la Fiscalía Adjunta de Liberia ya anda metida en el brete, investigando posibles casos de administración fraudulenta. Hasta allanaron el hotel y la playa, ¡se llevaron papeles y aparatos electrónicos a revisar! Todo esto surgió de una denuncia que echaron encima unos 250 socios, hartos de la situación. Parece que se les vino abajo el castillo de naipes.
Uno de los socios, que lleva años visitando el lugar, nos contó que cuando empezó, Condovac era otra cosa: “Era un paraíso, diay. Había actividades en la playa, piscinazos, shows nocturnos... Una belleza de club, por eso compré mi acción”. Pero ahora, dice, la cosa está diferente. “La cuota de mantenimiento va pa’ arriba, pero las instalaciones se van pa’ abajo. Ya no hay shows, la comida está horrible…”, lamenta.
Lo peor, según el denunciante, es que empezaron a tratar a los socios como ciudadanos de segunda clase. Con la implementación de un plan “todo incluido”, se les negó acceso a ciertas zonas y servicios a los que antes tenían derecho. “Nos arrinconaron, mae. Nos negaron derechos… Se nos quitó todo. Fue lo que nos hartó y nos puso a movernos para hacer algo al respecto.” Su preocupación es compartida, pues aseguran haber escuchado rumores de intimidaciones hacia aquellos que levantan la voz.
El abogado José Pablo Murillo Quirós, quien representa a los denunciantes, confirmó que hubo amenazas previas a la presentación de la denuncia, especialmente dirigidas a los socios más longevos. Aseguró que se mencionaban conexiones con el narcotráfico, aunque sin especificar nombres. “Se decía que había mexicanos metidos en el tingo, pero nunca se habló de nadie concreto. Después de presentar la denuncia, no hemos recibido más amenazas”, explicó.
Y la trama se pone aún más espesa, porque resulta que el gerente general del hotel, de apellidos Alfaro Rojas, habría prestado a la administración alrededor de $250,000. ¡Dinero con el que, al parecer, compró acciones del club! Según el expediente, esto es motivo de sospecha, porque aparentemente no hubo ninguna aprobación previa de estos créditos ni un análisis adecuado de la procedencia de los fondos. “Parece que el empleado le está prestando plata al club con dinero de dudosa procedencia, ¡qué torta!”, exclamó el denunciante, visiblemente molesto.
La denuncia también cuestiona que los préstamos hayan sido pagados con acciones del club, lo que, según la junta directiva, podría constituir un acto de administración fraudulenta y una estafa. En pocas palabras, parece que alguien se estaba haciendo de oro con el patrimonio de los socios. Las aguas están turbias y la fiscalía tiene bastante material para investigar a fondo este asunto.
Hasta el momento, la gerencia de Condovac La Costa no ha querido dar la cara. Emitieron un comunicado en el que afirman estar colaborando con las autoridades y que la investigación no ha afectado las operaciones del club. Sin embargo, la confianza de los socios está hecha trizas, y el futuro de Condovac La Costa es incierto. ¿Será que este escándalo terminará arruinando lo que alguna vez fue un paraíso vacacional, o la justicia hará lo suyo y pondrá orden en este brete?
Resulta que la Fiscalía Adjunta de Liberia ya anda metida en el brete, investigando posibles casos de administración fraudulenta. Hasta allanaron el hotel y la playa, ¡se llevaron papeles y aparatos electrónicos a revisar! Todo esto surgió de una denuncia que echaron encima unos 250 socios, hartos de la situación. Parece que se les vino abajo el castillo de naipes.
Uno de los socios, que lleva años visitando el lugar, nos contó que cuando empezó, Condovac era otra cosa: “Era un paraíso, diay. Había actividades en la playa, piscinazos, shows nocturnos... Una belleza de club, por eso compré mi acción”. Pero ahora, dice, la cosa está diferente. “La cuota de mantenimiento va pa’ arriba, pero las instalaciones se van pa’ abajo. Ya no hay shows, la comida está horrible…”, lamenta.
Lo peor, según el denunciante, es que empezaron a tratar a los socios como ciudadanos de segunda clase. Con la implementación de un plan “todo incluido”, se les negó acceso a ciertas zonas y servicios a los que antes tenían derecho. “Nos arrinconaron, mae. Nos negaron derechos… Se nos quitó todo. Fue lo que nos hartó y nos puso a movernos para hacer algo al respecto.” Su preocupación es compartida, pues aseguran haber escuchado rumores de intimidaciones hacia aquellos que levantan la voz.
El abogado José Pablo Murillo Quirós, quien representa a los denunciantes, confirmó que hubo amenazas previas a la presentación de la denuncia, especialmente dirigidas a los socios más longevos. Aseguró que se mencionaban conexiones con el narcotráfico, aunque sin especificar nombres. “Se decía que había mexicanos metidos en el tingo, pero nunca se habló de nadie concreto. Después de presentar la denuncia, no hemos recibido más amenazas”, explicó.
Y la trama se pone aún más espesa, porque resulta que el gerente general del hotel, de apellidos Alfaro Rojas, habría prestado a la administración alrededor de $250,000. ¡Dinero con el que, al parecer, compró acciones del club! Según el expediente, esto es motivo de sospecha, porque aparentemente no hubo ninguna aprobación previa de estos créditos ni un análisis adecuado de la procedencia de los fondos. “Parece que el empleado le está prestando plata al club con dinero de dudosa procedencia, ¡qué torta!”, exclamó el denunciante, visiblemente molesto.
La denuncia también cuestiona que los préstamos hayan sido pagados con acciones del club, lo que, según la junta directiva, podría constituir un acto de administración fraudulenta y una estafa. En pocas palabras, parece que alguien se estaba haciendo de oro con el patrimonio de los socios. Las aguas están turbias y la fiscalía tiene bastante material para investigar a fondo este asunto.
Hasta el momento, la gerencia de Condovac La Costa no ha querido dar la cara. Emitieron un comunicado en el que afirman estar colaborando con las autoridades y que la investigación no ha afectado las operaciones del club. Sin embargo, la confianza de los socios está hecha trizas, y el futuro de Condovac La Costa es incierto. ¿Será que este escándalo terminará arruinando lo que alguna vez fue un paraíso vacacional, o la justicia hará lo suyo y pondrá orden en este brete?