¡Ay, Dios mío! Esto del Condovac La Costa se puso más caliente que gallo en pedrero. Resulta que unos socios andan quejándose de que el gerente, don Alfaro Rojas, se ha prestado unos buenos $250 mil de la arca del club. ¡Un despiche tremendo!
La movida es que esos billetes, según la denuncia, los usó para comprar acciones, ¡más intriga! Imagínate, el wey trabajando ahí y encima enriqueciéndose a costa del club. Eso sí que es jalarse una torta, pura crema para él.
Y pa' rematar, el OIJ y la Fiscalía de Liberia entraron a saco a las instalaciones del hotel y del ex presidente Rodríguez Rivera en San José. Allanamientos a todo dar, buscando documentos y pistas que aclaren qué onda con todo este brete. Pareciera novela, diay.
Al parecer, estamos hablando de una administración fraudulenta, un caso bien salado. Según la denuncia, los socios aseguran que el hotel va directo al traste, con instalaciones deterioradas y finanzas hechas un caos. ¡Qué carga! Las fotos que nos pasaron dan pena ajena, todo descuidado, como si nadie le pusiera empeño.
Pero la cosa no termina ahí. Los denunciantes también dicen que los encargados de la junta directiva llevan años en sus puestos, prácticamente de por vida. Parece que se han acomodado en sus varas y ahora están cambiando las reglas del juego para su propio beneficio. ¡Eso no se puede permitir!
Además, afirman que los costos de las asambleas se hacen en Guanacaste, a las siete de la mañana en sábado, para evitar que la mayoría de los socios, que son adultos mayores, puedan asistir. ¡Qué maña! Con el gerente y su esposa controlando más de 400 acciones, pueden aprobar lo que quieran, sin importarles el bienestar del club.
El abogado de los socios, José Pablo Murillo Quirós, nos comentó que son al menos 250 los que están involucrados en la denuncia, hartos de ver cómo el club se va al piso. Han notado un deterioro generalizado, tanto en las instalaciones como en las cuentas bancarias, y exigen que alguien pague por semejante negligencia. El caso es como una chinchorro enredada, llena de nudos y trampas.
Ahora, mi gente, con tanta polémica y acusaciones volando, me pregunto: ¿Creen que las autoridades lograrán desenmascarar esta trama y llevar a los responsables ante la justicia, o será otro caso que se quede en el limbo, dejando a los socios del Condovac La Costa con la espinita clavada?
La movida es que esos billetes, según la denuncia, los usó para comprar acciones, ¡más intriga! Imagínate, el wey trabajando ahí y encima enriqueciéndose a costa del club. Eso sí que es jalarse una torta, pura crema para él.
Y pa' rematar, el OIJ y la Fiscalía de Liberia entraron a saco a las instalaciones del hotel y del ex presidente Rodríguez Rivera en San José. Allanamientos a todo dar, buscando documentos y pistas que aclaren qué onda con todo este brete. Pareciera novela, diay.
Al parecer, estamos hablando de una administración fraudulenta, un caso bien salado. Según la denuncia, los socios aseguran que el hotel va directo al traste, con instalaciones deterioradas y finanzas hechas un caos. ¡Qué carga! Las fotos que nos pasaron dan pena ajena, todo descuidado, como si nadie le pusiera empeño.
Pero la cosa no termina ahí. Los denunciantes también dicen que los encargados de la junta directiva llevan años en sus puestos, prácticamente de por vida. Parece que se han acomodado en sus varas y ahora están cambiando las reglas del juego para su propio beneficio. ¡Eso no se puede permitir!
Además, afirman que los costos de las asambleas se hacen en Guanacaste, a las siete de la mañana en sábado, para evitar que la mayoría de los socios, que son adultos mayores, puedan asistir. ¡Qué maña! Con el gerente y su esposa controlando más de 400 acciones, pueden aprobar lo que quieran, sin importarles el bienestar del club.
El abogado de los socios, José Pablo Murillo Quirós, nos comentó que son al menos 250 los que están involucrados en la denuncia, hartos de ver cómo el club se va al piso. Han notado un deterioro generalizado, tanto en las instalaciones como en las cuentas bancarias, y exigen que alguien pague por semejante negligencia. El caso es como una chinchorro enredada, llena de nudos y trampas.
Ahora, mi gente, con tanta polémica y acusaciones volando, me pregunto: ¿Creen que las autoridades lograrán desenmascarar esta trama y llevar a los responsables ante la justicia, o será otro caso que se quede en el limbo, dejando a los socios del Condovac La Costa con la espinita clavada?
