¡Aguántense!, porque la Cámara Costarricense de la Construcción (CCC) acaba de soltarle la bomba al sector: la 'Ruta Sostenible'. Después de mucho parloteo y estudios, parece que la construcción en Costa Rica va a empezar a tomarse en serio lo del medio ambiente, y vaya que necesitamos un cambio. Se trata de una estrategia ambiciosa que pretende cambiar la forma en que hacemos las obras en el país, tratando de ponernos al día con los estándares internacionales. No es broma, quieren limpiar un poco el desmadre que hemos hecho hasta ahora.
Este proyecto, que viene gestándose hace tiempo, no es solamente una idea bonita sacada de la manga. Es el resultado de un trabajo manudo, con más de 240 personas metidas hasta el cuello –empresarios, burócratas, gente del banco, académicos, y hasta algunos vecinos preocupados– aportando sus granos de arena. Parece que sí le pusieron ganas, y eso ya es bastante decente si consideramos la fama que tenemos de no ponernos a trabajar en equipo. El objetivo final es claro: construir un futuro más verde y responsable, aunque todavía queda ver si realmente lo van a lograr.
Según Alfredo Volio, el jefe de la CCC, la clave está en entender bien dónde están pegando, qué daños estamos causando con nuestras obras. “Investigamos a fondo, usamos toda la data que tenemos para identificar esos efectos, tanto los buenos como los malos, en la economía, el medio ambiente y la vida de la gente,” explicó Volio. Suena lindo, pero a muchos nos preocupa que esto termine siendo otro estudio que nadie lee y al final no sirve para nada. Esperemos que esta vez sí le den seguimiento.
Para llevar a cabo este planazo, definieron siete pilares fundamentales: gestión ambiental, innovación tecnológica, cómo planeamos las ciudades, cómo funciona la administración pública, el bienestar de la comunidad, crear alianzas y prepararnos para los cambios climáticos que ya nos están afectando. Es decir, tocaron casi todos los temas importantes que afectan al país. Si cumplen con estos puntos, podríamos estar viendo un cambio radical en cómo se hacen las cosas por acá.
Pero ojo, no todo es color de rosa. Esta ‘Ruta Sostenible’ también está conectada con las promesas que Costa Rica ha hecho al mundo sobre reducir emisiones, adaptarnos al cambio climático y cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Esto significa que el resto del mundo nos estará observando, así que no hay margen para el despiste. Además, están incorporando criterios ESG, esas cositas que les importan a los inversionistas extranjeros para decidir dónde poner su dinero. Así que si queremos seguir atrayendo capital, tendríamos que demostrar que somos responsables.
Y hablando de plata, esto no va a salir gratis. Implementar estas medidas va a requerir inversiones significativas, tanto del sector privado como del gobierno. Pero dicen que a largo plazo, será beneficioso para todos. Además, al ser más sostenibles, podríamos acceder a financiamiento más barato y atraer inversiones que buscan proyectos ecológicos. Se supone que esto crea una especie de círculo virtuoso donde todos ganan, pero ya saben, en Costa Rica siempre hay algún rezagado quejándose por alguna razón.
Ahora, la CCC dice que esto es solo el principio de una transformación grande. Quieren que la construcción costarricense se convierta en un ejemplo de cómo hacer las cosas bien, mostrando al mundo que podemos crecer económicamente sin destruir nuestro planeta. Y ahí está la verdadera prueba: pasar de buenas intenciones a acciones concretas. Habrá que estar muy pendientes de cómo se desarrolla esto para ver si realmente cumplen lo que prometen. Porque si no, terminará siendo otra promesa vacía y un bote de humo para engañar a la gente.
En fin, suena interesante, pero la experiencia nos ha enseñado a no cantar victoria antes de tiempo. Con tantos problemas ambientales que enfrentamos, cualquier iniciativa que busque soluciones es bienvenida. ¿Será que esta vez sí vamos a ver un cambio real en la forma en que construimos nuestro futuro, o simplemente seguirá siendo otro intento fallido? ¿Ustedes creen que esta ‘Ruta Sostenible’ podrá transformar realmente el sector de la construcción y contribuir a un Costa Rica más verde y próspero?
Este proyecto, que viene gestándose hace tiempo, no es solamente una idea bonita sacada de la manga. Es el resultado de un trabajo manudo, con más de 240 personas metidas hasta el cuello –empresarios, burócratas, gente del banco, académicos, y hasta algunos vecinos preocupados– aportando sus granos de arena. Parece que sí le pusieron ganas, y eso ya es bastante decente si consideramos la fama que tenemos de no ponernos a trabajar en equipo. El objetivo final es claro: construir un futuro más verde y responsable, aunque todavía queda ver si realmente lo van a lograr.
Según Alfredo Volio, el jefe de la CCC, la clave está en entender bien dónde están pegando, qué daños estamos causando con nuestras obras. “Investigamos a fondo, usamos toda la data que tenemos para identificar esos efectos, tanto los buenos como los malos, en la economía, el medio ambiente y la vida de la gente,” explicó Volio. Suena lindo, pero a muchos nos preocupa que esto termine siendo otro estudio que nadie lee y al final no sirve para nada. Esperemos que esta vez sí le den seguimiento.
Para llevar a cabo este planazo, definieron siete pilares fundamentales: gestión ambiental, innovación tecnológica, cómo planeamos las ciudades, cómo funciona la administración pública, el bienestar de la comunidad, crear alianzas y prepararnos para los cambios climáticos que ya nos están afectando. Es decir, tocaron casi todos los temas importantes que afectan al país. Si cumplen con estos puntos, podríamos estar viendo un cambio radical en cómo se hacen las cosas por acá.
Pero ojo, no todo es color de rosa. Esta ‘Ruta Sostenible’ también está conectada con las promesas que Costa Rica ha hecho al mundo sobre reducir emisiones, adaptarnos al cambio climático y cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Esto significa que el resto del mundo nos estará observando, así que no hay margen para el despiste. Además, están incorporando criterios ESG, esas cositas que les importan a los inversionistas extranjeros para decidir dónde poner su dinero. Así que si queremos seguir atrayendo capital, tendríamos que demostrar que somos responsables.
Y hablando de plata, esto no va a salir gratis. Implementar estas medidas va a requerir inversiones significativas, tanto del sector privado como del gobierno. Pero dicen que a largo plazo, será beneficioso para todos. Además, al ser más sostenibles, podríamos acceder a financiamiento más barato y atraer inversiones que buscan proyectos ecológicos. Se supone que esto crea una especie de círculo virtuoso donde todos ganan, pero ya saben, en Costa Rica siempre hay algún rezagado quejándose por alguna razón.
Ahora, la CCC dice que esto es solo el principio de una transformación grande. Quieren que la construcción costarricense se convierta en un ejemplo de cómo hacer las cosas bien, mostrando al mundo que podemos crecer económicamente sin destruir nuestro planeta. Y ahí está la verdadera prueba: pasar de buenas intenciones a acciones concretas. Habrá que estar muy pendientes de cómo se desarrolla esto para ver si realmente cumplen lo que prometen. Porque si no, terminará siendo otra promesa vacía y un bote de humo para engañar a la gente.
En fin, suena interesante, pero la experiencia nos ha enseñado a no cantar victoria antes de tiempo. Con tantos problemas ambientales que enfrentamos, cualquier iniciativa que busque soluciones es bienvenida. ¿Será que esta vez sí vamos a ver un cambio real en la forma en que construimos nuestro futuro, o simplemente seguirá siendo otro intento fallido? ¿Ustedes creen que esta ‘Ruta Sostenible’ podrá transformar realmente el sector de la construcción y contribuir a un Costa Rica más verde y próspero?