¡Aguántense, parce! Parece que por fin vamos viendo algo de movimiento con la ampliación de la Ruta 1 entre Barranca y Limonal. La Contraloría le dio el visto bueno a los contratos, así que ya pueden empezar a prepararse para ver grúa y obreros por todos lados. Vamos a ver si esto se traduce en menos estrés en hora pico o si será otra promesa política que se va al traste.
Como les cuento, este proyecto lleva dando vueltas desde hace años, con mil y un trámites y cambios de planes. Se trata de transformar esa tramo de la Interamericana, que ya saben, es un cuello de botella monumental, en una vía de cuatro carriles. El Conavi le metió mano a la licitación, buscando empresas que pudieran asumir semejante brete, y parece que finalmente encontraron algunas dispuestas a meterle pecho.
El Consorcio Barranca Ruta 1 se llevará la friolera de US$121.6 millones, ¡y eso sin contar los casi siete millones extra por trabajos especiales! Constructora Meco S.A., por su lado, embolsará unos US$141.7 millones más otros siete millones. Son cantidades que te dejan boquiabierto, díganlo. Pero bueno, dicen que la infraestructura cuesta caro, y la nuestra, pues… ya nos conocen, siempre con algún detalle inesperado.
Lo que me preocupa un poco es todo el papeleo que tuvo que revisar la Contraloría. Al parecer, el Conavi mandó el paquete incompleto dos veces antes de tener todo en regla. ¡Qué despiche! Uno esperaría que estas cosas estuvieran listas desde un principio, pero bueno, ya saben cómo andamos con los procesos burocráticos. Me imagino al contralor revisando documentos hasta la noche, tratando de descifrar qué faltaba.
En teoría, con el aval de la Contraloría, ya pueden empezar a dar órdenes de inicio de obra, aunque todavía tienen que pasar por algunos trámites más, según el MOPT. Prometen reunirse con las empresas esta misma semana y, si todo sale bien, podrían estar girando la orden para arrancar la construcción a principios del año que viene. Esperemos que cumplan, porque la paciencia de nosotros, los conductores, ya está que arde.
Claro, como siempre hay que ponerle lupa a estas cosas. Por ejemplo, la relocalización de los servicios públicos queda a cargo de los contratistas. Eso puede ser una lata, porque seguramente van a haber quejas de gente afectada, cortes de agua, problemas con el cable... Un verdadero dolor de cabeza para todos. Y luego está el tema de las tierras, que a pesar de decir que ya están disponibles, uno nunca sabe cuándo aparecerá algún vecino reclamando que le quitaron su rancho.
Y hablando de temas interesantes, ¿recuerdan la última vez que prometieron arreglar la Ruta 1? Pues tardaron tanto que hasta creció pasto en los baches. Espero que esta vez no se repita la historia y que realmente hagan un trabajo decente. Porque si no, ¡qué torta! Imaginen volver a atracarse igual que antes, después de haber gastado tanta lana en el proyecto.
Así que ahí lo tienen, parce. La ampliación de la Ruta 1 está oficialmente en marcha, al menos sobre el papel. Ahora la gran pregunta es: ¿será que esta vez sí cumplen lo que prometen y logran aliviar el tráfico en esa zona, o terminaremos con otro proyecto inconcluso que solo servirá para acumular polvo? Dígame usted, ¿cree que esta vez sí veremos una diferencia real en la circulación o es solo una campaña pre electoral disfrazada de progreso?
Como les cuento, este proyecto lleva dando vueltas desde hace años, con mil y un trámites y cambios de planes. Se trata de transformar esa tramo de la Interamericana, que ya saben, es un cuello de botella monumental, en una vía de cuatro carriles. El Conavi le metió mano a la licitación, buscando empresas que pudieran asumir semejante brete, y parece que finalmente encontraron algunas dispuestas a meterle pecho.
El Consorcio Barranca Ruta 1 se llevará la friolera de US$121.6 millones, ¡y eso sin contar los casi siete millones extra por trabajos especiales! Constructora Meco S.A., por su lado, embolsará unos US$141.7 millones más otros siete millones. Son cantidades que te dejan boquiabierto, díganlo. Pero bueno, dicen que la infraestructura cuesta caro, y la nuestra, pues… ya nos conocen, siempre con algún detalle inesperado.
Lo que me preocupa un poco es todo el papeleo que tuvo que revisar la Contraloría. Al parecer, el Conavi mandó el paquete incompleto dos veces antes de tener todo en regla. ¡Qué despiche! Uno esperaría que estas cosas estuvieran listas desde un principio, pero bueno, ya saben cómo andamos con los procesos burocráticos. Me imagino al contralor revisando documentos hasta la noche, tratando de descifrar qué faltaba.
En teoría, con el aval de la Contraloría, ya pueden empezar a dar órdenes de inicio de obra, aunque todavía tienen que pasar por algunos trámites más, según el MOPT. Prometen reunirse con las empresas esta misma semana y, si todo sale bien, podrían estar girando la orden para arrancar la construcción a principios del año que viene. Esperemos que cumplan, porque la paciencia de nosotros, los conductores, ya está que arde.
Claro, como siempre hay que ponerle lupa a estas cosas. Por ejemplo, la relocalización de los servicios públicos queda a cargo de los contratistas. Eso puede ser una lata, porque seguramente van a haber quejas de gente afectada, cortes de agua, problemas con el cable... Un verdadero dolor de cabeza para todos. Y luego está el tema de las tierras, que a pesar de decir que ya están disponibles, uno nunca sabe cuándo aparecerá algún vecino reclamando que le quitaron su rancho.
Y hablando de temas interesantes, ¿recuerdan la última vez que prometieron arreglar la Ruta 1? Pues tardaron tanto que hasta creció pasto en los baches. Espero que esta vez no se repita la historia y que realmente hagan un trabajo decente. Porque si no, ¡qué torta! Imaginen volver a atracarse igual que antes, después de haber gastado tanta lana en el proyecto.
Así que ahí lo tienen, parce. La ampliación de la Ruta 1 está oficialmente en marcha, al menos sobre el papel. Ahora la gran pregunta es: ¿será que esta vez sí cumplen lo que prometen y logran aliviar el tráfico en esa zona, o terminaremos con otro proyecto inconcluso que solo servirá para acumular polvo? Dígame usted, ¿cree que esta vez sí veremos una diferencia real en la circulación o es solo una campaña pre electoral disfrazada de progreso?