¡Ay, Dios mío! Aquí nos agarraron con los pantalones abajo, pero a ver si podemos salir airosos. El gobierno de Costa Rica, con el ministro Manuel Tovar a la cabeza, anda haciendo hasta lo imposible para convencer a Joe Biden de que no nos metan aranceles a nuestros productos médicos. Parece que alguien allá en Estados Unidos se puso serio con unos asuntos de seguridad nacional y ahora nos quieren poner trabas, ¡qué sal!
La bronca empezó porque Donald Trump, todavía dando lata desde donde quiera que esté, activó una sección especial de leyes que le da permiso para ponerle impuestos a lo que importa, especialmente cosas relacionadas con la salud. Esto viene después de una investigación que abrieron hace unos meses sobre el equipamiento médico y demás cositas que enviamos por acá. Dicen que hay riesgos para la seguridad de Estados Unidos, ¡pero nosotros somos socios, no enemigos, chunches!
El ministro Tovar ya le escribió una carta bien elaborada al Departamento de Comercio de Estados Unidos, explicando todo detalladamente. Lo primero que le dice es que nuestra relación con la industria médica gringa es de complementariedad, no de competencia. Explica que aquí en Costa Rica hacemos el trabajo sucio, digamos, que nadie quiere hacer por allá. Transformamos materiales que vienen directamente de Estados Unidos y los convertimos en productos terminados, ¡qué carga de trabajo tenemos!
Además, recalcan que somos el quinto mayor proveedor de dispositivos médicos para el mercado estadounidense. Tenemos fábricas modernas, cumplimos con todas las normas de la FDA y aseguramos que todo salga perfecto. Eso sí, aquí no andamos jugando, vamos con todo para mantener la calidad, diay.
Pero eso no es todo, también mencionan nuestra ubicación geográfica. Nosotros estamos cerquita, a mano, rápido… que eso es una ventaja enorme. Así evitamos problemas con cadenas de suministro largas y complicadas. Son tiempos de nearshoring, y Costa Rica está hecho pa’ eso, ¡a full!”. Evitan depender de proveedores lejanísimos, ¿entienden la onda?
Y claro, no podían dejar pasar la oportunidad de recordar que somos aliados estratégicos en toda la región. Un socio confiable, cercano y, sobre todo, seguro. “Somos un pilar indispensable para la seguridad nacional y regional de Estados Unidos”, enfatizó Tovar. ¡Eso suena potente, eh!
Ahora, el argumento legal. Se basa en el CAFTA-DR, ese tratado de libre comercio que firmamos con Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana. Una relación comercial duradera y que beneficia a todos, se entiende. Así que piden que nos saquen de la lista de aranceles o, al menos, que nos den una excepción a estas nuevas medidas. ¡Esperemos que les haga caso, porque esto nos puede afectar a varios niveles!
Entonces, mi gente, la pelota está en la cancha de Estados Unidos. ¿Creen que Costa Rica tendrá éxito en esta apelación y evitará estos aranceles? ¿Será que finalmente entenderán que somos parte de la solución y no del problema? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan!
La bronca empezó porque Donald Trump, todavía dando lata desde donde quiera que esté, activó una sección especial de leyes que le da permiso para ponerle impuestos a lo que importa, especialmente cosas relacionadas con la salud. Esto viene después de una investigación que abrieron hace unos meses sobre el equipamiento médico y demás cositas que enviamos por acá. Dicen que hay riesgos para la seguridad de Estados Unidos, ¡pero nosotros somos socios, no enemigos, chunches!
El ministro Tovar ya le escribió una carta bien elaborada al Departamento de Comercio de Estados Unidos, explicando todo detalladamente. Lo primero que le dice es que nuestra relación con la industria médica gringa es de complementariedad, no de competencia. Explica que aquí en Costa Rica hacemos el trabajo sucio, digamos, que nadie quiere hacer por allá. Transformamos materiales que vienen directamente de Estados Unidos y los convertimos en productos terminados, ¡qué carga de trabajo tenemos!
Además, recalcan que somos el quinto mayor proveedor de dispositivos médicos para el mercado estadounidense. Tenemos fábricas modernas, cumplimos con todas las normas de la FDA y aseguramos que todo salga perfecto. Eso sí, aquí no andamos jugando, vamos con todo para mantener la calidad, diay.
Pero eso no es todo, también mencionan nuestra ubicación geográfica. Nosotros estamos cerquita, a mano, rápido… que eso es una ventaja enorme. Así evitamos problemas con cadenas de suministro largas y complicadas. Son tiempos de nearshoring, y Costa Rica está hecho pa’ eso, ¡a full!”. Evitan depender de proveedores lejanísimos, ¿entienden la onda?
Y claro, no podían dejar pasar la oportunidad de recordar que somos aliados estratégicos en toda la región. Un socio confiable, cercano y, sobre todo, seguro. “Somos un pilar indispensable para la seguridad nacional y regional de Estados Unidos”, enfatizó Tovar. ¡Eso suena potente, eh!
Ahora, el argumento legal. Se basa en el CAFTA-DR, ese tratado de libre comercio que firmamos con Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana. Una relación comercial duradera y que beneficia a todos, se entiende. Así que piden que nos saquen de la lista de aranceles o, al menos, que nos den una excepción a estas nuevas medidas. ¡Esperemos que les haga caso, porque esto nos puede afectar a varios niveles!
Entonces, mi gente, la pelota está en la cancha de Estados Unidos. ¿Creen que Costa Rica tendrá éxito en esta apelación y evitará estos aranceles? ¿Será que finalmente entenderán que somos parte de la solución y no del problema? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan!