¡Quiubo, pura vida gente del Foro! Resulta que salió un estudio internacional sobre el Índice Global de Crimen Organizado y, como siempre, hubo un poco de revuelo aquí en casa. Parece que nos ubicaron en la posición 58, escalando desde el puesto 72 del año pasado. Algunos se pusieron coloraos de susto, pero calma, que vamos a destrabar esto porque la cosa no está tan fea como parece.
El Ministerio de Seguridad Pública salió corriendo a aclarar que este informe es de 2023, ¡díay!, ¡de hace dos años! Y que en esa época todavía no teníamos esos escáneres de última generación en los puertos ni se había aprobado la extradición de nacionales. Además, ni siquiera habíamos implementado una política de seguridad tan completa como la que tenemos ahora, gracias a los esfuerzos que le hemos metido a darle cerrazo al tema.
Lo que quiero decirles, mis queridos lectores, es que comparar la situación actual con la de 2023 sería como comparar un carrito Volkswagen Suran con un Lamborghini Aventador. Las cosas han cambiado, y bastante. Tenemos mejores herramientas, mejor entrenamiento para nuestros oficiales, y una estrategia mucho más clara para combatir el crimen organizado. Pero bueno, los números son los que son, aunque falten algunos matices.
Pero espere ahí, que hay más. Lo más importante es que el informe, pese a sus limitaciones temporales, reconoce que somos el país más resiliente de toda Centroamérica frente al narcotráfico. ¡Eso sí que es motivo para celebrar! Nos dan palo los otros países de la región porque sabemos cómo ponerle candado a la cosa y no nos dejamos llevar por los malos pasos.
Según Seguridad, estamos en el puesto 22 mundialmente en cuanto a tráfico de drogas. ¡Un logro tremendo si consideramos el tamaño de nuestro país! Antes éramos el principal exportador de cocaína a Europa y Estados Unidos. Ahora, gracias a Dios, dejamos atrás ese papelón. Eso demuestra que estamos haciendo bien las cosas, aunque todavía queda mucho brete por recorrer.
Y hablando de brete, no nos confitamos. Sabemos que la coyuntura global es complicada, que los cárteles mexicanos siguen moviéndose y que el negocio de las drogas sigue siendo muy lucrativo. Por eso, tenemos que seguir trabajando duro, invirtiendo en tecnología, fortaleciendo nuestras instituciones y educando a la población sobre los peligros de las drogas. Porque así, y solamente así, podremos mantenernos firmes en esta lucha.
Ahora, algunos dirán que este índice sigue siendo alto y que deberíamos estar más arriba en la lista. Y tienen razón, claro que sí. Pero también debemos reconocer los avances que hemos logrado y celebrar los pequeños triunfos en el camino. Porque a veces, en medio de tanta adversidad, es importante tomarse un respiro y valorar lo que hemos conseguido. No podemos andar siempre con el pie en el acelerador, necesitamos momentos de pausa para recargar pilas y seguir adelante con fuerza renovada.
En fin, amigos, el panorama no es perfecto, pero tampoco es el fin del mundo. Costa Rica sigue demostrando que puede enfrentar los desafíos con entereza y determinación. Pero díganme, ¿ustedes creen que, a pesar de los avances, la política antidrogas en Costa Rica necesita un cambio radical, o deberíamos enfocarnos en fortalecer lo que ya tenemos?
El Ministerio de Seguridad Pública salió corriendo a aclarar que este informe es de 2023, ¡díay!, ¡de hace dos años! Y que en esa época todavía no teníamos esos escáneres de última generación en los puertos ni se había aprobado la extradición de nacionales. Además, ni siquiera habíamos implementado una política de seguridad tan completa como la que tenemos ahora, gracias a los esfuerzos que le hemos metido a darle cerrazo al tema.
Lo que quiero decirles, mis queridos lectores, es que comparar la situación actual con la de 2023 sería como comparar un carrito Volkswagen Suran con un Lamborghini Aventador. Las cosas han cambiado, y bastante. Tenemos mejores herramientas, mejor entrenamiento para nuestros oficiales, y una estrategia mucho más clara para combatir el crimen organizado. Pero bueno, los números son los que son, aunque falten algunos matices.
Pero espere ahí, que hay más. Lo más importante es que el informe, pese a sus limitaciones temporales, reconoce que somos el país más resiliente de toda Centroamérica frente al narcotráfico. ¡Eso sí que es motivo para celebrar! Nos dan palo los otros países de la región porque sabemos cómo ponerle candado a la cosa y no nos dejamos llevar por los malos pasos.
Según Seguridad, estamos en el puesto 22 mundialmente en cuanto a tráfico de drogas. ¡Un logro tremendo si consideramos el tamaño de nuestro país! Antes éramos el principal exportador de cocaína a Europa y Estados Unidos. Ahora, gracias a Dios, dejamos atrás ese papelón. Eso demuestra que estamos haciendo bien las cosas, aunque todavía queda mucho brete por recorrer.
Y hablando de brete, no nos confitamos. Sabemos que la coyuntura global es complicada, que los cárteles mexicanos siguen moviéndose y que el negocio de las drogas sigue siendo muy lucrativo. Por eso, tenemos que seguir trabajando duro, invirtiendo en tecnología, fortaleciendo nuestras instituciones y educando a la población sobre los peligros de las drogas. Porque así, y solamente así, podremos mantenernos firmes en esta lucha.
Ahora, algunos dirán que este índice sigue siendo alto y que deberíamos estar más arriba en la lista. Y tienen razón, claro que sí. Pero también debemos reconocer los avances que hemos logrado y celebrar los pequeños triunfos en el camino. Porque a veces, en medio de tanta adversidad, es importante tomarse un respiro y valorar lo que hemos conseguido. No podemos andar siempre con el pie en el acelerador, necesitamos momentos de pausa para recargar pilas y seguir adelante con fuerza renovada.
En fin, amigos, el panorama no es perfecto, pero tampoco es el fin del mundo. Costa Rica sigue demostrando que puede enfrentar los desafíos con entereza y determinación. Pero díganme, ¿ustedes creen que, a pesar de los avances, la política antidrogas en Costa Rica necesita un cambio radical, o deberíamos enfocarnos en fortalecer lo que ya tenemos?