¡Aguántense, pura vida! Este martes, el país entero parece que se mueve con ganas, y no precisamente para ir a pescar. Colectivas feministas y organizaciones sociales, con toda la energía que tienen, están convocando a movilizaciones en varios rincones del país – San José, Liberia, Atenas, San Ramón, Cartago, Limón… ¡lo que hace falta! – para darle caña a la problemática de la violencia contra las mujeres y, sobre todo, para hacerle ver al gobierno que las cosas andan seriamente torcidas.
Y es que estamos hablando de un Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, y la verdad, no tenemos mucho qué celebrar. Dicen que esta vez podría haber una asistencia histórica, ¡y ni me asustan! Porque si hablamos de números, ya nos hemos acostumbrado a escuchar cosas que te dejan helado: miles de mujeres marchando por la Avenida Central en años pasados, buscando que sus voces sean escuchadas, que les den bola a sus reclamos. Pero parece que a veces hay que gritar bien fuerte para que alguien escuche.
Las consignas de este año van directas al grano, sin rodeos. "Marchamos porque esta administración acumula 126 femicidios y se niega a declarar emergencia nacional" – ¡ufff, qué barbaridad!, dicen. También claman por el aborto legal y el derecho a decidir, y están haciendo pinta solidaria con las mujeres y el pueblo palestino, exigiendo que rompamos relaciones con Israel y le digamos no al TLC. Como digo, ¡directo al corazón del asunto!
Sylvia Meza, una activista que sabe de lo que habla, señala que en el 2025 ya hemos tenido 64 muertes violentas intencionadas, y eso es solamente hasta ahora. ¡Cada cinco días! Una mujer pierde la vida de manera brutal. Y eso, mis queridos, no es una estadística, son vidas truncadas, familias destrozadas, sueños rotos. Xavier Sánchez, de Familias Sobreviviendo al Femicidio, lo dice claro: “Detrás de cada número había una mujer con familia, sueños y afectos, que nos fue arrebatada de la forma más terrible”. Un mensaje duro, pero necesario.
Desde la organización invitan a todxs: mujeres, hombres, familias, agrupaciones, ¡aliadas y aliados! Sumarse a esta jornada histórica. No importa quién seas, importan tus ganas de hacer ruido y exigir un cambio real. Presentarán un manifiesto nacional con las luchas y urgencias de diversos sectores de la población, incluyendo a mujeres queer, no binaries, trabajadoras, indígenas, campesinas... ¡todas necesitan sentirse seguras y protegidas!
Además de las marchas, habrá representaciones artísticas, vocerías e insignias que reflejan un decálogo de alertas. Hablan de la falta de respuesta del Estado frente al aumento de femicidios, el retroceso a leyes cruciales, la violencia contra niñas, niños y adolescentes, la impunidad ante el acoso, la violencia doméstica rampante, y tantas otras problemáticas que nos duelen como nación. Están hartxs de promesas vacías y soluciones tibias.
Lo que más preocupa es el incremento de la violencia doméstica y las desapariciones de adolescentes, especialmente entre 14 y 17 años. Muchas huyen de situaciones violentas en casa y terminan enfrentando aún peores peligros. Según denuncian, entre 2022 y 2025 los casos de violencia intrafamiliar aumentaron un 107%, una cifra escalofriante que debería encender todas las alarmas. ¡Parece que estamos retrocediendo en lugar de avanzar!
Ahora, después de leer todo esto, pregunto: ¿Crees que estas marchas lograrán que el gobierno realmente tome cartas en el asunto y declare la emergencia nacional, o seguirá siendo otro día de protesta sin resultados tangibles? ¿Cuál creés que es la medida más urgente que debería tomar el gobierno para combatir la violencia machista en Costa Rica?
Y es que estamos hablando de un Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, y la verdad, no tenemos mucho qué celebrar. Dicen que esta vez podría haber una asistencia histórica, ¡y ni me asustan! Porque si hablamos de números, ya nos hemos acostumbrado a escuchar cosas que te dejan helado: miles de mujeres marchando por la Avenida Central en años pasados, buscando que sus voces sean escuchadas, que les den bola a sus reclamos. Pero parece que a veces hay que gritar bien fuerte para que alguien escuche.
Las consignas de este año van directas al grano, sin rodeos. "Marchamos porque esta administración acumula 126 femicidios y se niega a declarar emergencia nacional" – ¡ufff, qué barbaridad!, dicen. También claman por el aborto legal y el derecho a decidir, y están haciendo pinta solidaria con las mujeres y el pueblo palestino, exigiendo que rompamos relaciones con Israel y le digamos no al TLC. Como digo, ¡directo al corazón del asunto!
Sylvia Meza, una activista que sabe de lo que habla, señala que en el 2025 ya hemos tenido 64 muertes violentas intencionadas, y eso es solamente hasta ahora. ¡Cada cinco días! Una mujer pierde la vida de manera brutal. Y eso, mis queridos, no es una estadística, son vidas truncadas, familias destrozadas, sueños rotos. Xavier Sánchez, de Familias Sobreviviendo al Femicidio, lo dice claro: “Detrás de cada número había una mujer con familia, sueños y afectos, que nos fue arrebatada de la forma más terrible”. Un mensaje duro, pero necesario.
Desde la organización invitan a todxs: mujeres, hombres, familias, agrupaciones, ¡aliadas y aliados! Sumarse a esta jornada histórica. No importa quién seas, importan tus ganas de hacer ruido y exigir un cambio real. Presentarán un manifiesto nacional con las luchas y urgencias de diversos sectores de la población, incluyendo a mujeres queer, no binaries, trabajadoras, indígenas, campesinas... ¡todas necesitan sentirse seguras y protegidas!
Además de las marchas, habrá representaciones artísticas, vocerías e insignias que reflejan un decálogo de alertas. Hablan de la falta de respuesta del Estado frente al aumento de femicidios, el retroceso a leyes cruciales, la violencia contra niñas, niños y adolescentes, la impunidad ante el acoso, la violencia doméstica rampante, y tantas otras problemáticas que nos duelen como nación. Están hartxs de promesas vacías y soluciones tibias.
Lo que más preocupa es el incremento de la violencia doméstica y las desapariciones de adolescentes, especialmente entre 14 y 17 años. Muchas huyen de situaciones violentas en casa y terminan enfrentando aún peores peligros. Según denuncian, entre 2022 y 2025 los casos de violencia intrafamiliar aumentaron un 107%, una cifra escalofriante que debería encender todas las alarmas. ¡Parece que estamos retrocediendo en lugar de avanzar!
Ahora, después de leer todo esto, pregunto: ¿Crees que estas marchas lograrán que el gobierno realmente tome cartas en el asunto y declare la emergencia nacional, o seguirá siendo otro día de protesta sin resultados tangibles? ¿Cuál creés que es la medida más urgente que debería tomar el gobierno para combatir la violencia machista en Costa Rica?