Maes, pónganse cómodos porque el novelón político del año está por llegar a su capítulo cumbre. Después de semanas de dimes y diretes, de conferencias de prensa que parecían shows de stand-up y de pasarse la bola de un lado a otro, por fin hay fecha para el careo: el próximo 22 de setiembre, la Asamblea Legislativa decidirá si le levanta la inmunidad al presidente Rodrigo Chaves. Y por si la vara no estuviera lo suficientemente caliente, el presidente de la Asamblea, Rodrigo Arias, ya tiró la primera piedra y dijo, sin pelos en la lengua, que su voto es un rotundo SÍ a quitarle el fuero al mandatario. ¡Así como lo leen! Se armó el despiche.
Para los que andan un poco perdidos en la trama, les hago un resumen ejecutivo. Toda esta bronca se desató por la acusación de la Fiscalía de que Chaves, supuestamente, presionó al productor Christian Bulgarelli para que le diera un vuelto de $32.000 a Federico "Choreco" Cruz, de un contrato que tenía con el BCIE. Un supuesto delito de concusión que, de confirmarse, significaría que el presi se jaló una torta monumental. Las diputadas Andrea Álvarez y Rocío Alfaro armaron el informe recomendando levantarle la inmunidad para que el hombre vaya y afronte la justicia como cualquier hijo de vecino. La respuesta de don Rodrigo Arias fue tan directa que ni ocupó traducción: “Sí, sin ningún problema. Voy a votar a favor”. ¡Tome chichí!
Y como si fuera un partido de la Sele, hasta la fecha generó su propio drama. Resulta que el diputado Eli Feinzaig, del PLP, pidió que movieran el día porque el 22 le topa con una vara religiosa importantísima del judaísmo. Diay, uno pensaría que por algo así podrían hacer una excepción, ¿verdad? ¡Pues no! Salió salado el mae. La mayoría de las bancadas, con el oficialismo a la cabeza, dijeron que nones, que ya todo estaba cuadrado para ese día y que encontrar otro espacio era un enredo. Pilar Cisneros hasta soltó que la agenda del presidente estaba más llena que el bus de Hatillo a las 5 p.m. y que era imposible cambiar. Así que se mantiene: lunes 22 de setiembre, de 2 a 7 p.m., el país entero con los ojos puestos en Cuesta de Moras.
El formato del evento promete ser más tenso que final de campeonato. Chaves llegará al Plenario, tendrá exactamente 30 minutos para defenderse (sin abogado, ojo al dato) y luego, ¡afuera! Tendrá que irse para que los 57 diputados empiecen el debate que definirá su futuro político inmediato. Arias defendió este procedimiento a capa y espada, a pesar de los reclamos del presidente, quien obviamente considera que media hora es muy poco para explicar un enredo de este calibre. Para que la moción pase y Chaves se quede sin su escudo protector, se necesita una mayoría calificada: 38 votos. Ni uno más, ni uno menos.
Así que la mesa está servida. Por un lado, un presidente que no se guarda nada y que probablemente usará sus 30 minutos para repartir leña a diestra y siniestra. Por el otro, una Asamblea Legislativa dividida pero con figuras clave que ya mostraron sus cartas. La gran pregunta es si lograrán conseguir esos 38 votos. El oficialismo y sus aliados van a cerrar filas, pero la oposición parece más unida que nunca en este tema. Este 22 de setiembre no es solo un día más en el calendario; podría ser el día que defina el resto del gobierno de Rodrigo Chaves. Ahora la pregunta del millón es para ustedes, maes del foro: más allá de si son pro o anti Chaves, ¿creen que este procedimiento es justo y necesario para la salud de la República o lo ven más como un circo político para desgastar al Ejecutivo? ¡Los leo!
Para los que andan un poco perdidos en la trama, les hago un resumen ejecutivo. Toda esta bronca se desató por la acusación de la Fiscalía de que Chaves, supuestamente, presionó al productor Christian Bulgarelli para que le diera un vuelto de $32.000 a Federico "Choreco" Cruz, de un contrato que tenía con el BCIE. Un supuesto delito de concusión que, de confirmarse, significaría que el presi se jaló una torta monumental. Las diputadas Andrea Álvarez y Rocío Alfaro armaron el informe recomendando levantarle la inmunidad para que el hombre vaya y afronte la justicia como cualquier hijo de vecino. La respuesta de don Rodrigo Arias fue tan directa que ni ocupó traducción: “Sí, sin ningún problema. Voy a votar a favor”. ¡Tome chichí!
Y como si fuera un partido de la Sele, hasta la fecha generó su propio drama. Resulta que el diputado Eli Feinzaig, del PLP, pidió que movieran el día porque el 22 le topa con una vara religiosa importantísima del judaísmo. Diay, uno pensaría que por algo así podrían hacer una excepción, ¿verdad? ¡Pues no! Salió salado el mae. La mayoría de las bancadas, con el oficialismo a la cabeza, dijeron que nones, que ya todo estaba cuadrado para ese día y que encontrar otro espacio era un enredo. Pilar Cisneros hasta soltó que la agenda del presidente estaba más llena que el bus de Hatillo a las 5 p.m. y que era imposible cambiar. Así que se mantiene: lunes 22 de setiembre, de 2 a 7 p.m., el país entero con los ojos puestos en Cuesta de Moras.
El formato del evento promete ser más tenso que final de campeonato. Chaves llegará al Plenario, tendrá exactamente 30 minutos para defenderse (sin abogado, ojo al dato) y luego, ¡afuera! Tendrá que irse para que los 57 diputados empiecen el debate que definirá su futuro político inmediato. Arias defendió este procedimiento a capa y espada, a pesar de los reclamos del presidente, quien obviamente considera que media hora es muy poco para explicar un enredo de este calibre. Para que la moción pase y Chaves se quede sin su escudo protector, se necesita una mayoría calificada: 38 votos. Ni uno más, ni uno menos.
Así que la mesa está servida. Por un lado, un presidente que no se guarda nada y que probablemente usará sus 30 minutos para repartir leña a diestra y siniestra. Por el otro, una Asamblea Legislativa dividida pero con figuras clave que ya mostraron sus cartas. La gran pregunta es si lograrán conseguir esos 38 votos. El oficialismo y sus aliados van a cerrar filas, pero la oposición parece más unida que nunca en este tema. Este 22 de setiembre no es solo un día más en el calendario; podría ser el día que defina el resto del gobierno de Rodrigo Chaves. Ahora la pregunta del millón es para ustedes, maes del foro: más allá de si son pro o anti Chaves, ¿creen que este procedimiento es justo y necesario para la salud de la República o lo ven más como un circo político para desgastar al Ejecutivo? ¡Los leo!