¡Ay, Dios mío! Resulta que el Centro de Investigación y Estudios Políticos de la UCR (el CIEP, pa' que le suene) soltó una encuesta que nos pone a pensar: ¿somos todos tan demócratas como creemos ser?
Según los números, la gran mayoría –casi cuatro de cada cinco– dice que la democracia es superior a cualquier otra forma de gobierno. Eso suena bien, ¿verdad? Pero fíjate que casi una quinta parte de nosotros piensa que “depende de las circunstancias”. ¡Depende! Como si estuviéramos jugando a las cartas y cambiamos de estrategia según salga la primera.
Y luego tenemos a ese 11,1% que dice que ni modo, ni sí ni no. ¡Qué barbaridad! Parece que algunos estamos más preocupados por qué va a subir el precio del picadillo que por cómo nos eligirán a nuestros representantes. Ya saben, la vida cotidiana nos consume, y a veces las cosas políticas quedan pa’ después.
Pero lo que realmente me sacó de onda fue otra cifra: a penas faltándole tres meses para las elecciones del 2026, casi la mitad de los ticos (43,5%, para ser exactos) dicen estar desconectados de la campaña. Desconectados, ¡qué va! Como si esto fuera un programa de televisión que podemos cambiar de canal cuando aburrimos. Esto es nuestro futuro, mae, no un reality show.
Y hablando de temas, parece que la política no es el churripi que llena nuestras tertulias familiares. El estudio revela que la mayoría de los hogares –un 29,3%– solo hablan de política “rara vez”, mientras que un 25,3% lo hace “a veces”. Lo que demuestra que andamos más pendientes del partido de fútbol que de quién nos va a representar en el Congreso.
Ahora, analizando un poquito, esto puede significar varias cosas. Quizás la gente ya está harta de promesas vacías y discursos políticos repetidos hasta la saciedad. O tal vez simplemente sentimos que nuestra voz no cuenta, que igual el resultado final será el mismo sin importar quién esté en la boleta. ¡Qué torta!
Por supuesto, el TSE ya abrió oficialmente la campaña el 1 de octubre, así que ya deberían empezar a verlos por la tele y las redes sociales. Pero con tanta cosa pasando en el mundo, y tantos problemas propios, es fácil distraerse y olvidar que dentro de unos años tendremos que ir a votar. Una vara importante es que la encuesta muestra una posibilidad creciente de una segunda vuelta presidencial, con Laura Fernández como posible protagonista, enfrentándose a algún candidato del grupo conformado por Álvaro Ramos, Ariel Robles y Claudia Dobles. Ya veremos quién se lleva la sartén por el mango.
En fin, la política es complicada, y a muchos nos da flojera meterle el dedo. Pero recordemos que esta es nuestra oportunidad de elegir a quienes nos representarán. Así que la pregunta del millón es: ¿deberíamos exigir más a los candidatos, informarnos mejor sobre sus propuestas y hacer valer nuestro derecho al voto, o resignarnos a dejar que otros decidan por nosotros?
Según los números, la gran mayoría –casi cuatro de cada cinco– dice que la democracia es superior a cualquier otra forma de gobierno. Eso suena bien, ¿verdad? Pero fíjate que casi una quinta parte de nosotros piensa que “depende de las circunstancias”. ¡Depende! Como si estuviéramos jugando a las cartas y cambiamos de estrategia según salga la primera.
Y luego tenemos a ese 11,1% que dice que ni modo, ni sí ni no. ¡Qué barbaridad! Parece que algunos estamos más preocupados por qué va a subir el precio del picadillo que por cómo nos eligirán a nuestros representantes. Ya saben, la vida cotidiana nos consume, y a veces las cosas políticas quedan pa’ después.
Pero lo que realmente me sacó de onda fue otra cifra: a penas faltándole tres meses para las elecciones del 2026, casi la mitad de los ticos (43,5%, para ser exactos) dicen estar desconectados de la campaña. Desconectados, ¡qué va! Como si esto fuera un programa de televisión que podemos cambiar de canal cuando aburrimos. Esto es nuestro futuro, mae, no un reality show.
Y hablando de temas, parece que la política no es el churripi que llena nuestras tertulias familiares. El estudio revela que la mayoría de los hogares –un 29,3%– solo hablan de política “rara vez”, mientras que un 25,3% lo hace “a veces”. Lo que demuestra que andamos más pendientes del partido de fútbol que de quién nos va a representar en el Congreso.
Ahora, analizando un poquito, esto puede significar varias cosas. Quizás la gente ya está harta de promesas vacías y discursos políticos repetidos hasta la saciedad. O tal vez simplemente sentimos que nuestra voz no cuenta, que igual el resultado final será el mismo sin importar quién esté en la boleta. ¡Qué torta!
Por supuesto, el TSE ya abrió oficialmente la campaña el 1 de octubre, así que ya deberían empezar a verlos por la tele y las redes sociales. Pero con tanta cosa pasando en el mundo, y tantos problemas propios, es fácil distraerse y olvidar que dentro de unos años tendremos que ir a votar. Una vara importante es que la encuesta muestra una posibilidad creciente de una segunda vuelta presidencial, con Laura Fernández como posible protagonista, enfrentándose a algún candidato del grupo conformado por Álvaro Ramos, Ariel Robles y Claudia Dobles. Ya veremos quién se lleva la sartén por el mango.
En fin, la política es complicada, y a muchos nos da flojera meterle el dedo. Pero recordemos que esta es nuestra oportunidad de elegir a quienes nos representarán. Así que la pregunta del millón es: ¿deberíamos exigir más a los candidatos, informarnos mejor sobre sus propuestas y hacer valer nuestro derecho al voto, o resignarnos a dejar que otros decidan por nosotros?
