¡Ay, Dios mío! Este caso de Kenyi, la muchacha que desapareció en Desamparados, tiene a todos aquí en Teletica y en el barrio agarrados de los pelos. Una jovencita de 17 años, justo cuando iba a pasear a Sisi Camila, su perrita, y pum, se esfumó. ¡Qué vara!
Todo empezó el lunes pasado, día 3 de noviembre, y desde entonces la familia está hecha pedazos. Imagínate, la pobre, buscando a su hija por todos lados, preguntando a los vecinos… ¡Una torta la tienen! Al parecer, Kenyi fue vista por última vez alrededor de las tres de la tarde cerca de donde vive en San Miguel de Desamparados, echando bola con Sisi Camila. Las camaras de seguridad pillaron sus últimas imágenes, pero luego, ni rastro. Esto nos tiene a todos preocupadísimos, porque una niña así desaparecer, sin que nadie sepa qué pasó... ¡No hay quien aguante!
Y eso que Kenyi no es cualquier chica. Ella trabaja en Teletica, así que sus compañeros también están metidos hasta acá, organizando búsquedas, compartiendo su foto en redes sociales, haciendo lo que pueden para ayudar a su mami. Han movilizado a toda la gente del barrio, porque esto ya está super personal. Todos conocemos a alguien que conoce a alguien que pudo haberla visto. ¡Es que somos bien unidos aquí, mae!
Por supuesto, el OIJ está manejando la investigación con lupa. Dicen que están revisando todas las cámaras de seguridad de la zona, interrogando a personas, analizando cada pista posible. Pero, sinceramente, no hay mucho de dónde agarrarse. Hasta ahora, no hay señales de que Kenyi se haya ido por su propia voluntad. Eso preocupa aún más, porque implica que algo malo le pudo pasar. No hay nota de secuestro, ni mensaje amenazante, ni nada que indique qué pudo haberle sucedido.
En este tipo de situaciones, siempre te viene a la mente lo peor, ¿verdad? Uno piensa en mil cosas: si se equivocó de camino, si se encontró con alguien peligroso, si sufrió algún accidente... Pero la esperanza es lo último que se pierde, dicen. Así que seguimos esperando noticias, rezándole a Dios para que aparezca sana y salva. La verdad es que esta desaparición sacudió a todo el cantón. De repente, uno va caminando por la calle y se pone a pensar en sus propios hijos, en sus familiares, y se da cuenta de lo vulnerable que uno puede estar en cualquier momento.
Y hablando de vulnerabilidad, no podemos obviar la ola de violencia que estamos viviendo últimamente en el país. Con lo de ese jovencito en Pavas, y el lamentable hecho en Venecia de San Carlos… ¡Nos duelen el corazón a todos! Estas tragedias nos recuerdan que debemos cuidarnos más, estar más alertas, proteger a nuestros jóvenes. Que los papás estén pendientes de sus hijos, que la comunidad esté atenta a lo que pasa alrededor. Porque, aunque no queramos admitirlo, el mundo no siempre es seguro. Necesitamos criar unos muchachos fuertes y conscientes, capaces de defenderse ante cualquier adversidad.
Pero volviendo a Kenyi, es importantísimo que si alguien vio algo, por pequeño que parezca, llame al OIJ. No importa si cree que no es importante, podría ser la pieza que falta para resolver este rompecabezas. Pueden llamar al 800-8000-645 o al WhatsApp 8800-0645. Denuncia anónima, total. Lo único que importa es ayudar a encontrar a esta muchacha. Estamos todos con la familia Ávalos, brindándoles nuestro apoyo incondicional. Esperemos que pronto tengamos buenas noticias y podamos respirar tranquilos de nuevo. Que regrese Kenyi a abrazar a su mamá y a darle cariño a Sisi Camila.
Ahora dime, compa, ¿qué crees que debiéramos hacer como sociedad para prevenir estos casos tan dolorosos? ¿Se necesita más presencia policial en las calles? ¿Más programas de prevención contra la violencia juvenil? ¿O quizás deberíamos enfocarnos en mejorar la educación y crear espacios seguros para nuestros jóvenes?
Todo empezó el lunes pasado, día 3 de noviembre, y desde entonces la familia está hecha pedazos. Imagínate, la pobre, buscando a su hija por todos lados, preguntando a los vecinos… ¡Una torta la tienen! Al parecer, Kenyi fue vista por última vez alrededor de las tres de la tarde cerca de donde vive en San Miguel de Desamparados, echando bola con Sisi Camila. Las camaras de seguridad pillaron sus últimas imágenes, pero luego, ni rastro. Esto nos tiene a todos preocupadísimos, porque una niña así desaparecer, sin que nadie sepa qué pasó... ¡No hay quien aguante!
Y eso que Kenyi no es cualquier chica. Ella trabaja en Teletica, así que sus compañeros también están metidos hasta acá, organizando búsquedas, compartiendo su foto en redes sociales, haciendo lo que pueden para ayudar a su mami. Han movilizado a toda la gente del barrio, porque esto ya está super personal. Todos conocemos a alguien que conoce a alguien que pudo haberla visto. ¡Es que somos bien unidos aquí, mae!
Por supuesto, el OIJ está manejando la investigación con lupa. Dicen que están revisando todas las cámaras de seguridad de la zona, interrogando a personas, analizando cada pista posible. Pero, sinceramente, no hay mucho de dónde agarrarse. Hasta ahora, no hay señales de que Kenyi se haya ido por su propia voluntad. Eso preocupa aún más, porque implica que algo malo le pudo pasar. No hay nota de secuestro, ni mensaje amenazante, ni nada que indique qué pudo haberle sucedido.
En este tipo de situaciones, siempre te viene a la mente lo peor, ¿verdad? Uno piensa en mil cosas: si se equivocó de camino, si se encontró con alguien peligroso, si sufrió algún accidente... Pero la esperanza es lo último que se pierde, dicen. Así que seguimos esperando noticias, rezándole a Dios para que aparezca sana y salva. La verdad es que esta desaparición sacudió a todo el cantón. De repente, uno va caminando por la calle y se pone a pensar en sus propios hijos, en sus familiares, y se da cuenta de lo vulnerable que uno puede estar en cualquier momento.
Y hablando de vulnerabilidad, no podemos obviar la ola de violencia que estamos viviendo últimamente en el país. Con lo de ese jovencito en Pavas, y el lamentable hecho en Venecia de San Carlos… ¡Nos duelen el corazón a todos! Estas tragedias nos recuerdan que debemos cuidarnos más, estar más alertas, proteger a nuestros jóvenes. Que los papás estén pendientes de sus hijos, que la comunidad esté atenta a lo que pasa alrededor. Porque, aunque no queramos admitirlo, el mundo no siempre es seguro. Necesitamos criar unos muchachos fuertes y conscientes, capaces de defenderse ante cualquier adversidad.
Pero volviendo a Kenyi, es importantísimo que si alguien vio algo, por pequeño que parezca, llame al OIJ. No importa si cree que no es importante, podría ser la pieza que falta para resolver este rompecabezas. Pueden llamar al 800-8000-645 o al WhatsApp 8800-0645. Denuncia anónima, total. Lo único que importa es ayudar a encontrar a esta muchacha. Estamos todos con la familia Ávalos, brindándoles nuestro apoyo incondicional. Esperemos que pronto tengamos buenas noticias y podamos respirar tranquilos de nuevo. Que regrese Kenyi a abrazar a su mamá y a darle cariño a Sisi Camila.
Ahora dime, compa, ¿qué crees que debiéramos hacer como sociedad para prevenir estos casos tan dolorosos? ¿Se necesita más presencia policial en las calles? ¿Más programas de prevención contra la violencia juvenil? ¿O quizás deberíamos enfocarnos en mejorar la educación y crear espacios seguros para nuestros jóvenes?
