¡Dey!, parece que alguien arriba finalmente le dio un empujón a la diplomacia tica. Después de quince largos meses, la sede de Costa Rica en Kenia ya tiene embajadora. ¡Y qué carga! La espera se hizo eterna, vamos.
La diplomática de carrera Verónica García Gutiérrez ha sido designada como nuestra representante en Kenia y también ante los organismos de la ONU ubicados en Nairobi. Según documentos oficiales, el Consejo de Gobierno ya le dio el visto bueno el 3 de septiembre, y oficialmente asumirá sus funciones el 1 de octubre. Esto sí que es moverle las fichas, ey!
Recordemos que la embajada en Nairobi es la única ventana que tenemos con África continental. Que se quede así, porque no queremos andar buscando VARAS por ahí donde no hay. Además, la ausencia de un embajador durante tanto tiempo generaba preocupación, especialmente considerando la importancia estratégica de Kenia. Y digo estratégico porque, además de todo, Kenia tiene un territorio enorme, casi 580 mil kilómetros cuadrados, y una población que supera los 56 millones de personas. Eso da para hacer negocios, señores.
Para ponerles en perspectiva, Nairobi es la cuarta ciudad más importante del mundo para la ONU, después de Nueva York, Ginebra y Viena. Ahí están la sede del PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) y la de ONU-Hábitat. ¡Imagínate la influencia que podemos tener si hacemos bien las cosas! Ya quedó demostrado que no todo es miel sobre hojuelas; la anterior embajadora, Marta Eugenia Juárez Ruiz, llegó en 2018 con el gobierno de Solís, pero fue echada por Alvarado en 2020. Luego llegó Giovanna Valverde Stark, quien recientemente presentó su renuncia. Un trajín, vamos.
Ahora, con la llegada de García Gutiérrez, esperamos ver un nuevo impulso en las relaciones bilaterales entre Costa Rica y Kenia. Hay mucho potencial en términos comerciales, turísticos e incluso educativos. Y que no nos falten oportunidades de colaborar en temas ambientales, dada la experiencia que tenemos nosotros en sostenibilidad. De paso, que no se confundan, Kenia no es precisamente un paseo dominical; es un país con desafíos importantes, pero también con muchas virtudes.
Muchos se preguntarán, ¿por qué tardaron tanto en nombrar a alguien? Bueno, esas son preguntas que deberíamos hacérselas directamente a los responsables de la política exterior. Lo cierto es que este vacío diplomático ha generado críticas desde varios sectores, quienes consideraban que era fundamental contar con un representante de alto nivel en Kenia para defender los intereses de Costa Rica. ¡Una despilfarro de tiempo, vamos! Y ahora que finalmente se nombró a alguien, esperemos que no tengamos que esperar otros quince meses para ver resultados concretos.
Es crucial recordar que la relación con África es cada vez más relevante en el escenario global. No podemos seguir viendo al continente como un lugar lejano y desconocido. Tenemos mucho que aprender y aportar mutuamente. Y hablando de oportunidades, que no se les escape explorar las posibilidades de cooperación en áreas como la agricultura sostenible, las energías renovables y el turismo comunitario. ¡Eso sí sería echarle ganas!
La diplomática de carrera Verónica García Gutiérrez ha sido designada como nuestra representante en Kenia y también ante los organismos de la ONU ubicados en Nairobi. Según documentos oficiales, el Consejo de Gobierno ya le dio el visto bueno el 3 de septiembre, y oficialmente asumirá sus funciones el 1 de octubre. Esto sí que es moverle las fichas, ey!
Recordemos que la embajada en Nairobi es la única ventana que tenemos con África continental. Que se quede así, porque no queremos andar buscando VARAS por ahí donde no hay. Además, la ausencia de un embajador durante tanto tiempo generaba preocupación, especialmente considerando la importancia estratégica de Kenia. Y digo estratégico porque, además de todo, Kenia tiene un territorio enorme, casi 580 mil kilómetros cuadrados, y una población que supera los 56 millones de personas. Eso da para hacer negocios, señores.
Para ponerles en perspectiva, Nairobi es la cuarta ciudad más importante del mundo para la ONU, después de Nueva York, Ginebra y Viena. Ahí están la sede del PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) y la de ONU-Hábitat. ¡Imagínate la influencia que podemos tener si hacemos bien las cosas! Ya quedó demostrado que no todo es miel sobre hojuelas; la anterior embajadora, Marta Eugenia Juárez Ruiz, llegó en 2018 con el gobierno de Solís, pero fue echada por Alvarado en 2020. Luego llegó Giovanna Valverde Stark, quien recientemente presentó su renuncia. Un trajín, vamos.
Ahora, con la llegada de García Gutiérrez, esperamos ver un nuevo impulso en las relaciones bilaterales entre Costa Rica y Kenia. Hay mucho potencial en términos comerciales, turísticos e incluso educativos. Y que no nos falten oportunidades de colaborar en temas ambientales, dada la experiencia que tenemos nosotros en sostenibilidad. De paso, que no se confundan, Kenia no es precisamente un paseo dominical; es un país con desafíos importantes, pero también con muchas virtudes.
Muchos se preguntarán, ¿por qué tardaron tanto en nombrar a alguien? Bueno, esas son preguntas que deberíamos hacérselas directamente a los responsables de la política exterior. Lo cierto es que este vacío diplomático ha generado críticas desde varios sectores, quienes consideraban que era fundamental contar con un representante de alto nivel en Kenia para defender los intereses de Costa Rica. ¡Una despilfarro de tiempo, vamos! Y ahora que finalmente se nombró a alguien, esperemos que no tengamos que esperar otros quince meses para ver resultados concretos.
Es crucial recordar que la relación con África es cada vez más relevante en el escenario global. No podemos seguir viendo al continente como un lugar lejano y desconocido. Tenemos mucho que aprender y aportar mutuamente. Y hablando de oportunidades, que no se les escape explorar las posibilidades de cooperación en áreas como la agricultura sostenible, las energías renovables y el turismo comunitario. ¡Eso sí sería echarle ganas!