A ver, a ver... ¿quién de ustedes no anda con 35 milloncitos en efectivo en el carro para los gastos del día? Para el cafecito, el casado del almuerzo y, diay, por si acaso se antoja comprar un lote en medio de la nada. Porque parece que para un par de individuos en Cartago, esa es la nueva normalidad. La noticia es de esas que uno lee y no sabe si reírse por lo absurdo o preocuparse por el descaro. La Fuerza Pública se apuntó un gane en El Guarco, específicamente por Macho Gaff en la Interamericana Sur, al detener un carro que, más que un vehículo, parecía una sucursal del Banco Central rodante.
Imagínense la escena, maes. El típico retén de la Fuerza Pública, pidiendo papeles, todo en orden. Pero a algún oficial con buen ojo se le ocurrió revisar un poco más a fondo y ¡bingo! Se encontraron con la modesta suma de $70,000 en efectivo, que al tipo de cambio de hoy son más de 35 millones de colones. Y aquí es donde la película se pone buena, porque cuando los pacos les preguntaron por la procedencia de semejante cantidad de plata, la respuesta fue... bueno, no hubo respuesta. El silencio que delata. A los maes se les enredó la vara por completo y no supieron qué inventar. Es que, seamos honestos, no hay forma creíble de justificar esa cantidad de harina en un carro sin sonar a que uno acaba de grabar un video de reguetón.
Pero esperen, que la historia mejora. Para ponerle la cereza al pastel, resulta que nuestros amigos emprendedores no eran precisamente dos monaguillos que iban a donar la plata a una iglesia. ¡Qué va! Ambos contaban con un currículum vitae bastante interesante, con antecedentes por robo y asalto a camiones. O sea, ya tenían el expediente más manchado que servilleta de soda. Y de paso, para asegurarse de que nadie les hiciera un feo en el camino, andaban con dos "chunches" de esos que hacen "pum", dos armas de fuego que obviamente tampoco tenían cómo justificar. El combo completo del perfecto delincuente.
Lo que me vuela la cabeza no es tanto la detención en sí, que ¡qué bueno que los agarraron!, sino lo común que se está volviendo leer estas noticias. Ya ni nos sorprende. Un carro detenido en una carretera principal con una millonada sin justificar y armas. Automáticamente uno se pone a pensar, ¿de dónde sale tanta plata? ¿Es narco, es lavado, es el pago de alguna vuelta extraña? Porque para que dos maes con ese historial anden tan "líquidos", algo muy feo se está cocinando en las calles de este país, y no es olla de carne. La Interamericana Sur no es cualquier callejón, es una arteria vital del país, y que se mueva ese calibre de operaciones por ahí a plena luz del día dice mucho.
Al final, es un gane para la Fuerza Pública, no hay duda. Un par de fichitas menos en la calle, al menos por un rato. Pero la torta monumental se la jalaron ellos solos, con una ingenuidad casi tierna, pensando que nadie los iba a detener. Me pregunto qué habrán pensado en el segundo que vieron las luces de la patrulla. Seguramente algo como "mae, hasta aquí llegamos". Es un recordatorio de que aunque el crimen se sofistica, la estupidez a veces le gana. Pero bueno, les dejo la pregunta, maes: ¿Creen que esto es un caso aislado o solo la punta del iceberg de lo que se mueve por nuestras carreteras? ¿Les sorprende siquiera una noticia así a estas alturas del partido?
Imagínense la escena, maes. El típico retén de la Fuerza Pública, pidiendo papeles, todo en orden. Pero a algún oficial con buen ojo se le ocurrió revisar un poco más a fondo y ¡bingo! Se encontraron con la modesta suma de $70,000 en efectivo, que al tipo de cambio de hoy son más de 35 millones de colones. Y aquí es donde la película se pone buena, porque cuando los pacos les preguntaron por la procedencia de semejante cantidad de plata, la respuesta fue... bueno, no hubo respuesta. El silencio que delata. A los maes se les enredó la vara por completo y no supieron qué inventar. Es que, seamos honestos, no hay forma creíble de justificar esa cantidad de harina en un carro sin sonar a que uno acaba de grabar un video de reguetón.
Pero esperen, que la historia mejora. Para ponerle la cereza al pastel, resulta que nuestros amigos emprendedores no eran precisamente dos monaguillos que iban a donar la plata a una iglesia. ¡Qué va! Ambos contaban con un currículum vitae bastante interesante, con antecedentes por robo y asalto a camiones. O sea, ya tenían el expediente más manchado que servilleta de soda. Y de paso, para asegurarse de que nadie les hiciera un feo en el camino, andaban con dos "chunches" de esos que hacen "pum", dos armas de fuego que obviamente tampoco tenían cómo justificar. El combo completo del perfecto delincuente.
Lo que me vuela la cabeza no es tanto la detención en sí, que ¡qué bueno que los agarraron!, sino lo común que se está volviendo leer estas noticias. Ya ni nos sorprende. Un carro detenido en una carretera principal con una millonada sin justificar y armas. Automáticamente uno se pone a pensar, ¿de dónde sale tanta plata? ¿Es narco, es lavado, es el pago de alguna vuelta extraña? Porque para que dos maes con ese historial anden tan "líquidos", algo muy feo se está cocinando en las calles de este país, y no es olla de carne. La Interamericana Sur no es cualquier callejón, es una arteria vital del país, y que se mueva ese calibre de operaciones por ahí a plena luz del día dice mucho.
Al final, es un gane para la Fuerza Pública, no hay duda. Un par de fichitas menos en la calle, al menos por un rato. Pero la torta monumental se la jalaron ellos solos, con una ingenuidad casi tierna, pensando que nadie los iba a detener. Me pregunto qué habrán pensado en el segundo que vieron las luces de la patrulla. Seguramente algo como "mae, hasta aquí llegamos". Es un recordatorio de que aunque el crimen se sofistica, la estupidez a veces le gana. Pero bueno, les dejo la pregunta, maes: ¿Creen que esto es un caso aislado o solo la punta del iceberg de lo que se mueve por nuestras carreteras? ¿Les sorprende siquiera una noticia así a estas alturas del partido?
