¡Ay, Dios mío! Este mae sí que se metió en un brete profundo. Resulta que don Aguilar, conocido ahora como 'El Boquete' en algunos rincones de Carrillo, Guanacaste, va a pasar los próximos diez años tras las rejas. No, no es broma, señores. Un juez le puso candado a la libertad por una larga lista de robos y hurtos que dejaron a varios vecinos pataleando.
Todo empezó hace poco más de un año, allá por octubre del 2023, cuando comenzaron a sonar alarmas y a faltar cosas en Palmira y Filadelfia. Primero, fue una pantalla plana y unos limpiadores de una casa en Palmira; luego, un caballo blanco que alguien intentó robar de un lote. Parecía que este tipo estaba buscando hacer unos cuantos billetes rápidos, pero vaya que se equivocó de carreta.
Y ni hablar de la creatividad que usó para meterse en los negocios. Imagínense esto: entra a un restaurante, no precisamente para comer un casado, sino para llevarse 88 refrescos, jugos, agua y media centena de chocolates. ¡Qué carga! ¿Quién necesita tanta soda? Pero no se quedó ahí, porque días después, con la Navidad encima, se coló en una casa y se llevó joyas, tres relojes, celulares y, claro, varios billetes. Este wey no tenía vergüenza, diay.
La policía siguió sus pasos y descubrió que 'El Boquete' andaba tocándole a diferentes establecimientos, sacando desde unos pocos cientos de colones de la caja registradora hasta unos cuatrocientos mil y un celular. Incluso se llevó aceite automotriz… ¿qué hacía con tanto aceite? Las autoridades aún no aclaran ese detalle, pero da que pensar, ¿verdad?
Gracias a un procedimiento especial abreviado –porque el señor decidió admitir toda la maraña–, el juicio avanzó rapidísimo. Se ahorraron tiempo y papeleos, pero no se le escapó la condena de diez años. Así funciona la justicia, a veces, mándale fe. Pero ojo, este proceso también demuestra que si te confiesas pronto, puedes obtener beneficios... aunque aquí el beneficio fue solo para él, porque la gente afectada sigue sufriendo las consecuencias de sus actos.
El Poder Judicial nos explica que este sujeto era un verdadero problema para la comunidad, mostrando un patrón de conducta delictiva constante. No importaba si era de día o de noche, siempre buscando alguna oportunidad para robar. Lo importante es que ahora está pagando por sus acciones y la gente de Carrillo puede respirar tranquila… por ahora. Esperemos que esto sirva de ejemplo para otros que estén pensando en andar haciendo travesuras.
Ahora bien, todo esto nos lleva a preguntarnos: ¿cree usted que el procedimiento abreviado realmente ayuda a agilizar la justicia, o simplemente facilita las cosas para aquellos que deciden admitir sus culpas? ¿Deberían endurecer las penas para estos tipos que van de listillos causando daño a los demás? ¿O quizás deberíamos enfocarnos más en prevenir estos delitos desde la raíz, invirtiendo en educación y oportunidades para nuestros jóvenes?
Esta vainera me hace pensar en cómo vamos cambiando como sociedad. Antes, un ladrón así era marcado de por vida, hoy en día parece que a veces la gente piensa que puede salirse con la suya. Pero bueno, al final, la ley encuentra su camino. Y hablando de caminos, ¿usted qué opina? ¿Cree que diez años es suficiente castigo para alguien que causó tanto daño en Carrillo? ¡Déjeme saber en los comentarios!
Todo empezó hace poco más de un año, allá por octubre del 2023, cuando comenzaron a sonar alarmas y a faltar cosas en Palmira y Filadelfia. Primero, fue una pantalla plana y unos limpiadores de una casa en Palmira; luego, un caballo blanco que alguien intentó robar de un lote. Parecía que este tipo estaba buscando hacer unos cuantos billetes rápidos, pero vaya que se equivocó de carreta.
Y ni hablar de la creatividad que usó para meterse en los negocios. Imagínense esto: entra a un restaurante, no precisamente para comer un casado, sino para llevarse 88 refrescos, jugos, agua y media centena de chocolates. ¡Qué carga! ¿Quién necesita tanta soda? Pero no se quedó ahí, porque días después, con la Navidad encima, se coló en una casa y se llevó joyas, tres relojes, celulares y, claro, varios billetes. Este wey no tenía vergüenza, diay.
La policía siguió sus pasos y descubrió que 'El Boquete' andaba tocándole a diferentes establecimientos, sacando desde unos pocos cientos de colones de la caja registradora hasta unos cuatrocientos mil y un celular. Incluso se llevó aceite automotriz… ¿qué hacía con tanto aceite? Las autoridades aún no aclaran ese detalle, pero da que pensar, ¿verdad?
Gracias a un procedimiento especial abreviado –porque el señor decidió admitir toda la maraña–, el juicio avanzó rapidísimo. Se ahorraron tiempo y papeleos, pero no se le escapó la condena de diez años. Así funciona la justicia, a veces, mándale fe. Pero ojo, este proceso también demuestra que si te confiesas pronto, puedes obtener beneficios... aunque aquí el beneficio fue solo para él, porque la gente afectada sigue sufriendo las consecuencias de sus actos.
El Poder Judicial nos explica que este sujeto era un verdadero problema para la comunidad, mostrando un patrón de conducta delictiva constante. No importaba si era de día o de noche, siempre buscando alguna oportunidad para robar. Lo importante es que ahora está pagando por sus acciones y la gente de Carrillo puede respirar tranquila… por ahora. Esperemos que esto sirva de ejemplo para otros que estén pensando en andar haciendo travesuras.
Ahora bien, todo esto nos lleva a preguntarnos: ¿cree usted que el procedimiento abreviado realmente ayuda a agilizar la justicia, o simplemente facilita las cosas para aquellos que deciden admitir sus culpas? ¿Deberían endurecer las penas para estos tipos que van de listillos causando daño a los demás? ¿O quizás deberíamos enfocarnos más en prevenir estos delitos desde la raíz, invirtiendo en educación y oportunidades para nuestros jóvenes?
Esta vainera me hace pensar en cómo vamos cambiando como sociedad. Antes, un ladrón así era marcado de por vida, hoy en día parece que a veces la gente piensa que puede salirse con la suya. Pero bueno, al final, la ley encuentra su camino. Y hablando de caminos, ¿usted qué opina? ¿Cree que diez años es suficiente castigo para alguien que causó tanto daño en Carrillo? ¡Déjeme saber en los comentarios!