¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos, con los diputados buscando cómo sacarle caña a estos días que quedan de sesiones ordinarias. Parece que se les olvidó que el Poder Ejecutivo ya está preparando sus ganzúas para las sesiones extraordinarias, listo pa’ agarrar el control. Pero bueno, ellos ahí, buscando salidas creativas, pa' no irse al traste con toda la papeleta acumulada.
La urgencia es grande, porque el proyecto de las jornadas 4-3 es prioritario y tiene que moverse rápido. Se habla de batallar tanto en las sesiones extraordinarias (lunes, martes, miércoles y jueves) como en las ordinarias (lunes, martes y jueves). Pero claro, dos semanitas son cortas y la presión anda alta. Así que, entre ideas locas y propuestas interesantes, intentan optimizar el tiempo.
Y ¿qué proponen, maes? Pues anda dando vueltas la idea de sesionar los viernes, ¡pero solo uno!, el 31 de octubre. Aunque el 24 ya tienen agendada una comisión investigadora de la CCSS. Ya ven, siempre hay un brete que te lo complica. Además, andan queriendo darle vuelo al proyecto de Fonarroz, que lleva 72 mociones de reiteración y apenas han visto 11. ¡Eso sí es una torta!
Lo que preocupa mucho es que en las sesiones extraordinarias el Gobierno seguramente le va a poner el freno a Fonarroz, porque Ariel Robles, del Frente Amplio, presentó la propuesta y ya saben cómo son las cosas… intereses encontrados. Entonces, las jefaturas de bancada ya están llevando la propuesta a sus fracciones para discutirlo el lunes. Esperemos que encuentren un punto medio antes de que se convierta en un mamarracho.
Para echarle más leña al fuego, el jefe de fracción de PLN, Óscar Izquierdo, tiró una propuesta interesante. Propone sesiones de 9:15 a.m. a 11:00 a.m. con las famosas jornadas 4-3 y luego, durante una hora, dedicar tiempo a otras papeleras, como quemas o primeros debates. ¡Con esto podrían limpiar bastante la agenda! Y encima, propone una sesión extra los miércoles, de 1:00 p.m. a 2:40 p.m., dedicada exclusivamente a Fonarroz. “Creo que con eso avanzamos,” dijo Izquierdo, con esa calma suya.
Otra opción que está sobre la mesa es revivir la vía ultra rápida de jornadas 4-3, la que rechazaron la semana pasada. Según Pacheco, del PUSC, la van a presentar de nuevo el lunes. Si logran aprobarla, ¡aguas! El Plenario estaría libre para avanzar con todo lo demás. Verdad que esto podría ser qué chiva, si funciona como dicen.
Pero la verdad, viendo la situación, me pregunto si realmente vamos a ver avances significativos en estas últimas semanas. Con tantas variables y agendas políticas cruzadas, parece que estamos jugando al gato y al ratón. Que nadie espere milagros, porque al final del día, la política es política y los intereses individuales suelen pesar más que el bienestar general. Los números hablan por sí solos: apenas se ha votado poco más del 27% de las mociones del proyecto de jornadas 4-3. ¡Menudo despiche!
En fin, nos queda esperar y ver qué deciden hacer nuestros representantes. ¿Ustedes creen que es posible que los diputados logren aprobar todos los proyectos pendientes antes del 30 de octubre, o estamos destinados a arrastrar parte de la agenda al período extraordinario? Déjenme saber su opinión en los comentarios:
La urgencia es grande, porque el proyecto de las jornadas 4-3 es prioritario y tiene que moverse rápido. Se habla de batallar tanto en las sesiones extraordinarias (lunes, martes, miércoles y jueves) como en las ordinarias (lunes, martes y jueves). Pero claro, dos semanitas son cortas y la presión anda alta. Así que, entre ideas locas y propuestas interesantes, intentan optimizar el tiempo.
Y ¿qué proponen, maes? Pues anda dando vueltas la idea de sesionar los viernes, ¡pero solo uno!, el 31 de octubre. Aunque el 24 ya tienen agendada una comisión investigadora de la CCSS. Ya ven, siempre hay un brete que te lo complica. Además, andan queriendo darle vuelo al proyecto de Fonarroz, que lleva 72 mociones de reiteración y apenas han visto 11. ¡Eso sí es una torta!
Lo que preocupa mucho es que en las sesiones extraordinarias el Gobierno seguramente le va a poner el freno a Fonarroz, porque Ariel Robles, del Frente Amplio, presentó la propuesta y ya saben cómo son las cosas… intereses encontrados. Entonces, las jefaturas de bancada ya están llevando la propuesta a sus fracciones para discutirlo el lunes. Esperemos que encuentren un punto medio antes de que se convierta en un mamarracho.
Para echarle más leña al fuego, el jefe de fracción de PLN, Óscar Izquierdo, tiró una propuesta interesante. Propone sesiones de 9:15 a.m. a 11:00 a.m. con las famosas jornadas 4-3 y luego, durante una hora, dedicar tiempo a otras papeleras, como quemas o primeros debates. ¡Con esto podrían limpiar bastante la agenda! Y encima, propone una sesión extra los miércoles, de 1:00 p.m. a 2:40 p.m., dedicada exclusivamente a Fonarroz. “Creo que con eso avanzamos,” dijo Izquierdo, con esa calma suya.
Otra opción que está sobre la mesa es revivir la vía ultra rápida de jornadas 4-3, la que rechazaron la semana pasada. Según Pacheco, del PUSC, la van a presentar de nuevo el lunes. Si logran aprobarla, ¡aguas! El Plenario estaría libre para avanzar con todo lo demás. Verdad que esto podría ser qué chiva, si funciona como dicen.
Pero la verdad, viendo la situación, me pregunto si realmente vamos a ver avances significativos en estas últimas semanas. Con tantas variables y agendas políticas cruzadas, parece que estamos jugando al gato y al ratón. Que nadie espere milagros, porque al final del día, la política es política y los intereses individuales suelen pesar más que el bienestar general. Los números hablan por sí solos: apenas se ha votado poco más del 27% de las mociones del proyecto de jornadas 4-3. ¡Menudo despiche!
En fin, nos queda esperar y ver qué deciden hacer nuestros representantes. ¿Ustedes creen que es posible que los diputados logren aprobar todos los proyectos pendientes antes del 30 de octubre, o estamos destinados a arrastrar parte de la agenda al período extraordinario? Déjenme saber su opinión en los comentarios: