Uno de los temas que siempre escuchamos en nuestras discusiones políticas es alrededor del término “Bien Común”, existen una y otra definición para el mismo desde la perspectiva filosófica que queramos: socialdemocracia, socialcristianismo, iglesia católica etc…
Lo que me he preguntado una y mil veces en estos días es la existencia o no del bien común, es válido este bien común que muchos de los políticos y ciertos sectores de la sociedad predican. En lo personal he tenido influencia fuerte de dos sectores que han dado doctrina a mi pensamiento uno es mi formación cristiana dentro del catolicismo y por otro lado durante mi militancia dentro de la Unidad Social Cristiana entre 1996 y 2002.
Podría ponerme a transcribir citas de autores y de diversos libros y documentos pero que tedioso y hasta confuso puede ser, en todo caso la riqueza del conocimiento generado en la discusión se basa en lo que entiende, define y cree cada individuo así que de acuerdo a lo que yo entendí y manejo hasta hoy es que voy a entrar a ver si puedo con estas letras desenredar este concepto.
Mi paso por la Unidad Social Cristiana me dejó dos experiencias muy ricas a nivel ideológico, una fue que muy joven de 16 años siendo presidente de la Juventud de ese partido en mi cantón pude estar en un congreso ideológico y la segunda fue cuando participé del Diplomado en Liderazgo Social. Ahí capté en el desarrollo del tema este concepto: el Bien Común preserva, propicia y asegura el desarrollo de los diversos bienes particulares, los cuales se ordenan naturalmente alrededor del mismo. El cual no está muy lejano de lo que predica el cristianismo pero tiene sus limitantes:
• Debe tener un respeto indiscutible hacia las personas como tales.
• Debe lograr el desarrollo y bienestar de la comunidad.
• Procura Seguridad y estabilidad.
La primera es que se debe de garantizar las libertades y derechos de las personas, sean estos naturales o adquiridos en el desarrollo de las sociedades. El segundo supone que el primero logra que los individuos se realicen y que la sumatoria de cada individuo desemboca en desarrollo y bienestar de la comunidad, es decir si cada ser individual logra su desarrollo por ende la sociedad logra tal desarrollo. Y el ultimo el derecho de asegurar ese desarrollo y bienestar por medio de la legítima defensa y cuido de esos intereses de la comuna para que sea estable en el tiempo.
El punto es donde se aplica o cuando vivimos a plenitud el bien común? Es nuestro país el estado y sus instituciones garante de este bien común? Se dan las condiciones para que se de el bien común? Aquí voy a aterrizar todo ese romanticismo a la practicidad, a la cruda realidad.
Para cumplir con la primera limitación o mejor dicho para superarla los costarricenses debemos ser individuos interactuando en una sociedad libre, lo cual es claramente una verdad a medias, gozamos de ciertas libertades sin embargo tenemos muchas trabas que nos impiden ser una sociedad que respete la individualidad del costarricense. Lo vemos en ejemplos diarios uno de moda el derecho que se le niega a los homosexuales a poder disfrutar de los mismos derechos de los heterosexuales, ahí se aplica claramente la limitación ya que al ser negada la individualidad del costarricense homosexual y los derechos de este y si hacemos la sumatoria no hay bien común para esta minoría. Lo mismo podemos decir con respecto a otras minorías.
En el caso de la segunda limitación que vive la sociedad costarricense en otro ejemplo específico y claro que impide el bien común, la excesiva burocracia y la falta de facilidades para lograr establecer nuevos emprendimientos empresariales a nivel de pequeña y mediana empresa. Lo que cuesta para una persona o para un grupo de personas poner un negocio, todos los trámites que en muchos casos chocan con la inteligencia del ser humano. Esto niega el bien común porque no permite que los individuos logren su propio desarrollo y bienestar que naturalmente se traslada a la comunidad porque genera empleo, relaciones de intercambio, demanda y oferta de bienes y servicios etc. Que involucran muchos agentes sociales y al en marcar hablamos de la comunidad.
Por último como se defiende el individuo y logra la estabilidad al llegar a este punto, realmente si se llega acá y se perdura es porque se ha logrado vencer las presiones del entorno, pero hay sectores que están constantemente en la lucha para estabilizar lo que se logra. Aquí podemos hablar de organizaciones que constantemente luchan por defender sus propios desarrollos válidos de grupo pero que no necesariamente generan un bien común por un mal enfoque, podemos hablar acá de luchas de género, convenciones colectivas de algunos sindicatos por mencionar algunos.
Si profundizo mucho me puede dar un fuerte dolor de cabeza, pero dentro de este simplismo conceptual como dije mío como lo entiendo, llego a un común denominador que limita el bien común y se llama Estado.
El Estado se especializa en negar las libertades, el desarrollo de las individualidades, que se logre el bienestar comunal con una mil acciones de control en muchos casos de manera injustificada, limitando la creatividad y el potencial de los costarricenses porque tiene claro en el papel el concepto pero lo aplica mal. El Estado se dice generador de oportunidades en igualdad de condiciones para que los costarricenses se desarrollen y pero aquellos individuos que las aprovechan tienen que pelear contra el mismo Estado ya que este insiste en la búsqueda de la utópica igualdad de la sociedad cuando por naturaleza somos todos y cada uno diferentes. Esto genera que el Estado se justifique entonces en pro del bien común como algo que nace del conglomerado social y no lo reconoce como producto de la individualidad de cada costarricense.
Esta maraña conceptual me lleva a concluir lo siguiente dentro de la madurez de mi pensamiento político con 15 años más viejo y con un mayor conocimiento al haber tenido la oportunidad de confrontar otras ideologías políticas al dejar mi antigua tienda política: El Bien Común pierde sentido si se antepone desde la premisa de que algo es bueno para todos partiendo desde la concepción estatal, porque a un grupo de poder lo promulgue sea público o privado, porque lo diga la mayoría, porque así lo diga una religión específica, colocando dichas ideas de bienestar por encima de lo que es el bien individual de cada costarricense; peor aún si se asume que el bien común de un sector de la sociedad debe de sacrificar la libertad y los derechos de otros sectores de la sociedad.
Sin duda es sumamente complicado y delicado cuando por ejemplo uno ve a diario a los políticos con su discurso de bien común que sin duda al oído de quien no conozca un poco de lo que implica el término es sumamente melodioso al oído y puede resultar en grandes en equivocaciones y se convierta un sistema democrático para lograr el bien común de un pequeño sector de la sociedad costarricense.
Lo que me he preguntado una y mil veces en estos días es la existencia o no del bien común, es válido este bien común que muchos de los políticos y ciertos sectores de la sociedad predican. En lo personal he tenido influencia fuerte de dos sectores que han dado doctrina a mi pensamiento uno es mi formación cristiana dentro del catolicismo y por otro lado durante mi militancia dentro de la Unidad Social Cristiana entre 1996 y 2002.
Podría ponerme a transcribir citas de autores y de diversos libros y documentos pero que tedioso y hasta confuso puede ser, en todo caso la riqueza del conocimiento generado en la discusión se basa en lo que entiende, define y cree cada individuo así que de acuerdo a lo que yo entendí y manejo hasta hoy es que voy a entrar a ver si puedo con estas letras desenredar este concepto.
Mi paso por la Unidad Social Cristiana me dejó dos experiencias muy ricas a nivel ideológico, una fue que muy joven de 16 años siendo presidente de la Juventud de ese partido en mi cantón pude estar en un congreso ideológico y la segunda fue cuando participé del Diplomado en Liderazgo Social. Ahí capté en el desarrollo del tema este concepto: el Bien Común preserva, propicia y asegura el desarrollo de los diversos bienes particulares, los cuales se ordenan naturalmente alrededor del mismo. El cual no está muy lejano de lo que predica el cristianismo pero tiene sus limitantes:
• Debe tener un respeto indiscutible hacia las personas como tales.
• Debe lograr el desarrollo y bienestar de la comunidad.
• Procura Seguridad y estabilidad.
La primera es que se debe de garantizar las libertades y derechos de las personas, sean estos naturales o adquiridos en el desarrollo de las sociedades. El segundo supone que el primero logra que los individuos se realicen y que la sumatoria de cada individuo desemboca en desarrollo y bienestar de la comunidad, es decir si cada ser individual logra su desarrollo por ende la sociedad logra tal desarrollo. Y el ultimo el derecho de asegurar ese desarrollo y bienestar por medio de la legítima defensa y cuido de esos intereses de la comuna para que sea estable en el tiempo.
El punto es donde se aplica o cuando vivimos a plenitud el bien común? Es nuestro país el estado y sus instituciones garante de este bien común? Se dan las condiciones para que se de el bien común? Aquí voy a aterrizar todo ese romanticismo a la practicidad, a la cruda realidad.
Para cumplir con la primera limitación o mejor dicho para superarla los costarricenses debemos ser individuos interactuando en una sociedad libre, lo cual es claramente una verdad a medias, gozamos de ciertas libertades sin embargo tenemos muchas trabas que nos impiden ser una sociedad que respete la individualidad del costarricense. Lo vemos en ejemplos diarios uno de moda el derecho que se le niega a los homosexuales a poder disfrutar de los mismos derechos de los heterosexuales, ahí se aplica claramente la limitación ya que al ser negada la individualidad del costarricense homosexual y los derechos de este y si hacemos la sumatoria no hay bien común para esta minoría. Lo mismo podemos decir con respecto a otras minorías.
En el caso de la segunda limitación que vive la sociedad costarricense en otro ejemplo específico y claro que impide el bien común, la excesiva burocracia y la falta de facilidades para lograr establecer nuevos emprendimientos empresariales a nivel de pequeña y mediana empresa. Lo que cuesta para una persona o para un grupo de personas poner un negocio, todos los trámites que en muchos casos chocan con la inteligencia del ser humano. Esto niega el bien común porque no permite que los individuos logren su propio desarrollo y bienestar que naturalmente se traslada a la comunidad porque genera empleo, relaciones de intercambio, demanda y oferta de bienes y servicios etc. Que involucran muchos agentes sociales y al en marcar hablamos de la comunidad.
Por último como se defiende el individuo y logra la estabilidad al llegar a este punto, realmente si se llega acá y se perdura es porque se ha logrado vencer las presiones del entorno, pero hay sectores que están constantemente en la lucha para estabilizar lo que se logra. Aquí podemos hablar de organizaciones que constantemente luchan por defender sus propios desarrollos válidos de grupo pero que no necesariamente generan un bien común por un mal enfoque, podemos hablar acá de luchas de género, convenciones colectivas de algunos sindicatos por mencionar algunos.
Si profundizo mucho me puede dar un fuerte dolor de cabeza, pero dentro de este simplismo conceptual como dije mío como lo entiendo, llego a un común denominador que limita el bien común y se llama Estado.
El Estado se especializa en negar las libertades, el desarrollo de las individualidades, que se logre el bienestar comunal con una mil acciones de control en muchos casos de manera injustificada, limitando la creatividad y el potencial de los costarricenses porque tiene claro en el papel el concepto pero lo aplica mal. El Estado se dice generador de oportunidades en igualdad de condiciones para que los costarricenses se desarrollen y pero aquellos individuos que las aprovechan tienen que pelear contra el mismo Estado ya que este insiste en la búsqueda de la utópica igualdad de la sociedad cuando por naturaleza somos todos y cada uno diferentes. Esto genera que el Estado se justifique entonces en pro del bien común como algo que nace del conglomerado social y no lo reconoce como producto de la individualidad de cada costarricense.
Esta maraña conceptual me lleva a concluir lo siguiente dentro de la madurez de mi pensamiento político con 15 años más viejo y con un mayor conocimiento al haber tenido la oportunidad de confrontar otras ideologías políticas al dejar mi antigua tienda política: El Bien Común pierde sentido si se antepone desde la premisa de que algo es bueno para todos partiendo desde la concepción estatal, porque a un grupo de poder lo promulgue sea público o privado, porque lo diga la mayoría, porque así lo diga una religión específica, colocando dichas ideas de bienestar por encima de lo que es el bien individual de cada costarricense; peor aún si se asume que el bien común de un sector de la sociedad debe de sacrificar la libertad y los derechos de otros sectores de la sociedad.
Sin duda es sumamente complicado y delicado cuando por ejemplo uno ve a diario a los políticos con su discurso de bien común que sin duda al oído de quien no conozca un poco de lo que implica el término es sumamente melodioso al oído y puede resultar en grandes en equivocaciones y se convierta un sistema democrático para lograr el bien común de un pequeño sector de la sociedad costarricense.