¡Ay, Dios mío! El tiempo apremia y el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) está sudando la gota gorda. Este viernes, a las 11:59 p. m., cierra el plazo para recibir las ofertas de la licitación del 5G. Un concurso que, díganlo claro, lleva más tiempo que novela de Televisora y ha dado más vueltas que pez en agua.
Y no es para menos, ¿eh? Hablamos de unos $250 millones en juego. Una guadañá importante para quien se lleve la paternidad de implementar la red móvil de última generación en nuestro país. Pero el camino no ha sido precisamente fácil, máxime después de toda la polémica y los vaivenes judiciales que han marcado este brete desde el principio. Imagínate, ¡han tenido que posponer la fecha de recepción de propuestas cuatro veces en apenas un mes!
Todo esto gracias a los recursos presentados por algunos de los interesados –Huawei entre ellos– que buscaron frenar el proceso argumentando distintos puntos, desde problemas con el transporte backhaul hasta favoritismo hacia ciertas marcas. Afortunadamente para el ICE, la Contraloría General de la República (CGR) les dio la razón, rechazando esos argumentos y despejando el terreno para que el ente eléctrico pudiera seguir adelante con sus planes. Pero, vamos, ¡qué sal nos ha costado!
La CGR, en su sabiduría, dictaminó que los reclamos carecían de fundamento, ya sea por el contenido en sí o porque simplemente no eran pertinentes en la etapa actual del proceso. Esto permitió al ICE retomar el curso con el expediente 2025XE-000492-0000400001, donde figura detalladamente todo el proceso licitatorio. Se trata de “Adquisición de bienes y servicios para la implementación de redes móviles de última generación, entrega según demanda”.
Ahora, es importante aclarar que la Contraloría no participa directamente en el proceso licitatorio; la responsabilidad recae totalmente en el ICE. Ellos son quienes tienen que asegurarse de que todo salga sobre rieles, que las reglas sean claras y transparentes, y que se seleccione al proveedor que ofrezca la mejor propuesta para el país. Un error ahora podría costarnos caro, así que hay que estar ojo avizor.
Las empresas interesadas en participar en esta licitación, como Ericsson, Nokia y otras compañías internacionales, han estado preparándose durante meses. Han analizado minuciosamente los requisitos técnicos y económicos, han evaluado sus fortalezas y debilidades, y han ajustado sus ofertas para tener la mejor oportunidad de ganar. Muchos ven esta licitación como la clave para entrar al mercado costarricense, un mercado que promete crecimiento y oportunidades.
Pero, a pesar de haber superado los obstáculos legales, aún quedan interrogantes en el aire. ¿Serán las ofertas competitivas? ¿Se respetarán los criterios técnicos y económicos? ¿Logrará el ICE entregar una red 5G confiable y eficiente para todos los ciudadanos? El futuro del internet móvil en Costa Rica depende de ello, y vaya si tenemos altas expectativas. Personalmente, me preocupa que la presión por cumplir los plazos pueda llevar a decisiones apresuradas.
En fin, el reloj corre y la tensión aumenta. Ahora la bola está en la cancha del ICE. ¿Consideran que el ICE está preparado para gestionar este proceso de manera transparente y eficiente, garantizando que el interés nacional prevalezca sobre cualquier otra consideración? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
Y no es para menos, ¿eh? Hablamos de unos $250 millones en juego. Una guadañá importante para quien se lleve la paternidad de implementar la red móvil de última generación en nuestro país. Pero el camino no ha sido precisamente fácil, máxime después de toda la polémica y los vaivenes judiciales que han marcado este brete desde el principio. Imagínate, ¡han tenido que posponer la fecha de recepción de propuestas cuatro veces en apenas un mes!
Todo esto gracias a los recursos presentados por algunos de los interesados –Huawei entre ellos– que buscaron frenar el proceso argumentando distintos puntos, desde problemas con el transporte backhaul hasta favoritismo hacia ciertas marcas. Afortunadamente para el ICE, la Contraloría General de la República (CGR) les dio la razón, rechazando esos argumentos y despejando el terreno para que el ente eléctrico pudiera seguir adelante con sus planes. Pero, vamos, ¡qué sal nos ha costado!
La CGR, en su sabiduría, dictaminó que los reclamos carecían de fundamento, ya sea por el contenido en sí o porque simplemente no eran pertinentes en la etapa actual del proceso. Esto permitió al ICE retomar el curso con el expediente 2025XE-000492-0000400001, donde figura detalladamente todo el proceso licitatorio. Se trata de “Adquisición de bienes y servicios para la implementación de redes móviles de última generación, entrega según demanda”.
Ahora, es importante aclarar que la Contraloría no participa directamente en el proceso licitatorio; la responsabilidad recae totalmente en el ICE. Ellos son quienes tienen que asegurarse de que todo salga sobre rieles, que las reglas sean claras y transparentes, y que se seleccione al proveedor que ofrezca la mejor propuesta para el país. Un error ahora podría costarnos caro, así que hay que estar ojo avizor.
Las empresas interesadas en participar en esta licitación, como Ericsson, Nokia y otras compañías internacionales, han estado preparándose durante meses. Han analizado minuciosamente los requisitos técnicos y económicos, han evaluado sus fortalezas y debilidades, y han ajustado sus ofertas para tener la mejor oportunidad de ganar. Muchos ven esta licitación como la clave para entrar al mercado costarricense, un mercado que promete crecimiento y oportunidades.
Pero, a pesar de haber superado los obstáculos legales, aún quedan interrogantes en el aire. ¿Serán las ofertas competitivas? ¿Se respetarán los criterios técnicos y económicos? ¿Logrará el ICE entregar una red 5G confiable y eficiente para todos los ciudadanos? El futuro del internet móvil en Costa Rica depende de ello, y vaya si tenemos altas expectativas. Personalmente, me preocupa que la presión por cumplir los plazos pueda llevar a decisiones apresuradas.
En fin, el reloj corre y la tensión aumenta. Ahora la bola está en la cancha del ICE. ¿Consideran que el ICE está preparado para gestionar este proceso de manera transparente y eficiente, garantizando que el interés nacional prevalezca sobre cualquier otra consideración? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!