¡Aguante la maquinaria nacional! Parece que los talleres y fábricas de Costa Rica le están metiendo turbo a las exportaciones. Las cifras reciéntemente liberadas nos dicen que, ¡agárrense!, más de mil setecientas empresas enviaron sus productos a otros países en 2024. Eso significa una gran variedad de cosas, pero lo más importante es que estamos demostrando que somos capaces de producir cosas de calidad y competir a nivel mundial.
Y no solo eso, sino que la mayoría de estos productos vienen directamente de las industrias manufactureras. Estamos hablando de un 67% de todas las exportaciones, lo que suma unos 13.26 billones de dólares. ¡Eso sí es mover billete! El sector ha crecido un 10% respecto al año anterior, impulsado principalmente por la industria de precisión y medicina, que sigue siendo nuestro caballito de batalla.
Pero ojo, que no todo se reduce a jeringuillas y aparatos médicos. Otras industrias también están dando mucho de qué hablar, como la eléctrica y electrónica, química y farmacéutica, metalmecánica, plásticos, cauchos, textiles y calzado. Se están abriendo nuevos mercados y explorando productos innovadores, lo cual es vital para diversificar nuestra economía y no depender tanto de unas pocas áreas.
Según el reporte de PROCOMER, entre los productos que más han destacado este año tenemos agujas e implantes, prótesis médicas, equipos electrodiagnósticos, cables eléctricos, antisueros, llantas, textiles y ropa. Una mezcla bastante variada que muestra la capacidad de adaptación de nuestros productores. Laura López, directora de PROCOMER, dijo textualmente que “el sector manufacturero se consolida como un pilar estratégico de nuestra economía”. ¡Así se habla!
Y si pensaban que solo vendemos a Estados Unidos, ¡sorpréndanse! Aunque allá va casi la mitad de todo lo que exportamos (55%), los Países Bajos y Bélgica también son destinos importantes (9% y 4% respectivamente). Pero la verdadera sorpresa está en Centroamérica, donde mandamos más empresas que a cualquier otro lugar. Unas mil doscientas cuarenta y cinco empresas enviaron productos a la región, especialmente cables, ropa y pinturas. ¡Demostramos que somos buenos vecinos!
Ahora bien, revisando los números por país, vemos que Norteamérica recibe el valor más alto de nuestras exportaciones, pero Central América lidera en número de empresas exportadoras. Esto indica que estamos construyendo relaciones sólidas con nuestros países hermanos y aprovechando las ventajas de estar tan cerca geográficamente. También hemos avanzado en Sudamérica, el Caribe y la Unión Europea, buscando ampliar nuestros horizontes.
Otro dato interesante es que tanto las zonas francas como las empresas bajo la figura de régimen final están creciendo. Esto significa que podemos manejar procesos industriales complejos usando diferentes sistemas productivos. El 84% de las exportaciones manufactureras provienen de zonas francas (principalmente dispositivos médicos), mientras que el 14% corresponden al régimen final (cables eléctricos, envases de vidrio, pinturas, plásticos y acero). ¡Dos modelos funcionando a la perfección!
En fin, parece que la producción nacional está en un momento álgido. Hemos logrado diversificar nuestra oferta, fortalecer nuestra presencia internacional y adaptarnos a las nuevas tendencias del mercado global. Pero me pregunto... ¿cree usted que deberíamos invertir aún más en educación técnica y capacitación laboral para asegurar que sigamos siendo competitivos en el futuro o es suficiente con lo que estamos haciendo actualmente?
Y no solo eso, sino que la mayoría de estos productos vienen directamente de las industrias manufactureras. Estamos hablando de un 67% de todas las exportaciones, lo que suma unos 13.26 billones de dólares. ¡Eso sí es mover billete! El sector ha crecido un 10% respecto al año anterior, impulsado principalmente por la industria de precisión y medicina, que sigue siendo nuestro caballito de batalla.
Pero ojo, que no todo se reduce a jeringuillas y aparatos médicos. Otras industrias también están dando mucho de qué hablar, como la eléctrica y electrónica, química y farmacéutica, metalmecánica, plásticos, cauchos, textiles y calzado. Se están abriendo nuevos mercados y explorando productos innovadores, lo cual es vital para diversificar nuestra economía y no depender tanto de unas pocas áreas.
Según el reporte de PROCOMER, entre los productos que más han destacado este año tenemos agujas e implantes, prótesis médicas, equipos electrodiagnósticos, cables eléctricos, antisueros, llantas, textiles y ropa. Una mezcla bastante variada que muestra la capacidad de adaptación de nuestros productores. Laura López, directora de PROCOMER, dijo textualmente que “el sector manufacturero se consolida como un pilar estratégico de nuestra economía”. ¡Así se habla!
Y si pensaban que solo vendemos a Estados Unidos, ¡sorpréndanse! Aunque allá va casi la mitad de todo lo que exportamos (55%), los Países Bajos y Bélgica también son destinos importantes (9% y 4% respectivamente). Pero la verdadera sorpresa está en Centroamérica, donde mandamos más empresas que a cualquier otro lugar. Unas mil doscientas cuarenta y cinco empresas enviaron productos a la región, especialmente cables, ropa y pinturas. ¡Demostramos que somos buenos vecinos!
Ahora bien, revisando los números por país, vemos que Norteamérica recibe el valor más alto de nuestras exportaciones, pero Central América lidera en número de empresas exportadoras. Esto indica que estamos construyendo relaciones sólidas con nuestros países hermanos y aprovechando las ventajas de estar tan cerca geográficamente. También hemos avanzado en Sudamérica, el Caribe y la Unión Europea, buscando ampliar nuestros horizontes.
Otro dato interesante es que tanto las zonas francas como las empresas bajo la figura de régimen final están creciendo. Esto significa que podemos manejar procesos industriales complejos usando diferentes sistemas productivos. El 84% de las exportaciones manufactureras provienen de zonas francas (principalmente dispositivos médicos), mientras que el 14% corresponden al régimen final (cables eléctricos, envases de vidrio, pinturas, plásticos y acero). ¡Dos modelos funcionando a la perfección!
En fin, parece que la producción nacional está en un momento álgido. Hemos logrado diversificar nuestra oferta, fortalecer nuestra presencia internacional y adaptarnos a las nuevas tendencias del mercado global. Pero me pregunto... ¿cree usted que deberíamos invertir aún más en educación técnica y capacitación laboral para asegurar que sigamos siendo competitivos en el futuro o es suficiente con lo que estamos haciendo actualmente?