Maes, ¿se acuerdan cuando hace tres años empezó toda la vara con el pasaporte nuevo, el azul con chip? Diay, parece que fue ayer, pero la Dirección de Migración y Extranjería acaba de soltar un numerito que demuestra que el tiempo vuela: ya se han entregado 1.4 millones de esos chunchitos biométricos. ¡Qué nivel! La meta ahora es llegar a los dos millones y jubilar de una vez por todas a los pasaportes viejos que todavía andan por ahí. La verdad es que ya era hora de que nuestro documento para viajar se pusiera a la altura, y parece que la gente ha respondido tuanis.
Pero vamos a lo que de verdad importa, ¿por qué tanto alboroto con este pasaporte? No es solo por el diseño, que está bien chiva con la carreta y la flora y fauna nacional. El verdadero poder está por dentro. Este documento es un carga en seguridad, con un chip y medidas que lo hacen casi infalsificable. Pero lo más impresionante es la puerta que nos abre. Según el último reporte de VisaIndex, con el pasaporte tico se puede entrar a 149 países sin necesidad de visa. ¡Ciento cuarenta y nueve! Eso nos coloca en el puesto 26 a nivel mundial. O sea, nuestro pasaporte no es cualquier cosa, es uno de los más poderosos del planeta. ¡Qué carga tener un documento que te da esa libertad para explorar el mundo!
Ahora, a lo que vinimos: el trámite. Porque de nada sirve tener un pasaporte tan potente si sacarlo es un dolor. Para que no se jale una torta y pierda tiempo, apunte ahí. Lo primero es sacar la cita. Puede ser llamando al 1311 (para Migración o Correos) o al 800-227-2482 si prefiere hacerlo en el Banco de Costa Rica. El costo del brete son $75 más ₡250 en timbres, y le va a durar 10 añotes, así que es una buena inversión. Para los adultos, la vara es sencilla: llegue con su cédula vigente y en buen estado, el comprobante de pago y, si es renovación, el pasaporte viejo. ¡Listo el pollo!
Y ojo al Cristo si el pasaporte es para un güila, porque ahí el proceso tiene sus mañas. Primero, el menor tiene que ir sí o sí, acompañado por ambos padres (o quien tenga la representación legal). Si el carajillo tiene más de 12 años, es indispensable que lleve su Tarjeta de Identidad de Menor (TIM) en buen estado, junto con una copia. Además, ambos papás tienen que presentar su cédula original, en perfecto estado por ambos lados. No se les ocurra llegar con una cédula hecha leña o con solo uno de los dos, porque es un "devuélvase con su papelería" seguro y les toca empezar de cero.
En resumen, la modernización de nuestro pasaporte va viento en popa. Ya somos un montón los que andamos ese documento azul con orgullo, sabiendo que no es solo un permiso para viajar, sino un símbolo de que Costa Rica, a pesar de todo, juega en las grandes ligas a nivel internacional. Es una herramienta que nos facilita la vida, nos da seguridad y nos representa bien en cualquier aeropuerto del mundo. Y ahora, la pregunta del millón para el foro: ¿Ustedes ya tienen el biométrico? ¿Cómo les fue con el trámite? ¿Fue un queque o un despiche total? Cuenten sus historias para ayudar a los que todavía andan con el viejillo.
Pero vamos a lo que de verdad importa, ¿por qué tanto alboroto con este pasaporte? No es solo por el diseño, que está bien chiva con la carreta y la flora y fauna nacional. El verdadero poder está por dentro. Este documento es un carga en seguridad, con un chip y medidas que lo hacen casi infalsificable. Pero lo más impresionante es la puerta que nos abre. Según el último reporte de VisaIndex, con el pasaporte tico se puede entrar a 149 países sin necesidad de visa. ¡Ciento cuarenta y nueve! Eso nos coloca en el puesto 26 a nivel mundial. O sea, nuestro pasaporte no es cualquier cosa, es uno de los más poderosos del planeta. ¡Qué carga tener un documento que te da esa libertad para explorar el mundo!
Ahora, a lo que vinimos: el trámite. Porque de nada sirve tener un pasaporte tan potente si sacarlo es un dolor. Para que no se jale una torta y pierda tiempo, apunte ahí. Lo primero es sacar la cita. Puede ser llamando al 1311 (para Migración o Correos) o al 800-227-2482 si prefiere hacerlo en el Banco de Costa Rica. El costo del brete son $75 más ₡250 en timbres, y le va a durar 10 añotes, así que es una buena inversión. Para los adultos, la vara es sencilla: llegue con su cédula vigente y en buen estado, el comprobante de pago y, si es renovación, el pasaporte viejo. ¡Listo el pollo!
Y ojo al Cristo si el pasaporte es para un güila, porque ahí el proceso tiene sus mañas. Primero, el menor tiene que ir sí o sí, acompañado por ambos padres (o quien tenga la representación legal). Si el carajillo tiene más de 12 años, es indispensable que lleve su Tarjeta de Identidad de Menor (TIM) en buen estado, junto con una copia. Además, ambos papás tienen que presentar su cédula original, en perfecto estado por ambos lados. No se les ocurra llegar con una cédula hecha leña o con solo uno de los dos, porque es un "devuélvase con su papelería" seguro y les toca empezar de cero.
En resumen, la modernización de nuestro pasaporte va viento en popa. Ya somos un montón los que andamos ese documento azul con orgullo, sabiendo que no es solo un permiso para viajar, sino un símbolo de que Costa Rica, a pesar de todo, juega en las grandes ligas a nivel internacional. Es una herramienta que nos facilita la vida, nos da seguridad y nos representa bien en cualquier aeropuerto del mundo. Y ahora, la pregunta del millón para el foro: ¿Ustedes ya tienen el biométrico? ¿Cómo les fue con el trámite? ¿Fue un queque o un despiche total? Cuenten sus historias para ayudar a los que todavía andan con el viejillo.