Bueno, pues díganlo como está: el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), ese que alguna vez dio presidentes como Rafael Ángel Calderón Fournier, está dando patadas vueltas, vamos. Recordemos a Lineth Saborío, que en 2021 parecía que iba a darle pelea a Don Chepe (Figueres); incluso andaban técnicos los guaraches, casi empatados en las encuestas. Parecía que la cosa iba a cambiar, que el rojiazul podía romper el molde, pero así es la vida, ¿no?
Y no es novedad que el PUSC ha tenido altibajos. Recordemos al señor Rodolfo Piza allá por el 2017, que se colocó solito en segundo lugar, con un buen porcentaje de intención de voto. Pero miren ahora la cosa; con Juan Carlos Hidalgo al frente, el partido está dando tumbos, raspando fondo. Según el CIEP de esta semana, apenas un 0,1% de la gente dice que va a darle su voto. ¡Ay, Dios mío!
El candidato Hidalgo, fiel a su estilo, dice que no se preocupe, que el verdadero poder está en los indecisos, que representan la mayoría. “Estos indecisos son la clave para transformar el país,” dijo con toda la actitud. Afirma que el PUSC tiene soluciones para todo: seguridad, salud, educación, hasta empleo, que es lo que más le quema a la gente. Quiere demostrarle a los costarricenses que él no anda improvisando, que sí sabe qué hacer y, encima, que se atreve a hacerlo. Tremendo gallito.
Pero la cosa se complica porque dentro del partido, parece que hay broncas. Hidalgo echó a varios diputados de su campaña porque no cumplían sus órdenes, y luego la fracción legislativa votó en contra de levantar la inmunidad del Presidente Chaves. Un verdadero chinchorreo político. Entre Leslye Bojorges, que ya estaba afuera por el caso Richter, y el resto, parece que el PUSC está más fraccionado que un panecillo viejo.
Entre tanta polémica, Vanessa Castro, diputada y actual presidenta legislativa interina, sigue creyendo que el PUSC puede dar la sorpresa. Dice que en las últimas elecciones, los que ganaron no estaban precisamente arriba en las encuestas. “Vivimos circunstancias particulares, y esa distancia que parece grande ahora, para febrero da para mucho, sobre todo con un candidato que no tiene techo como Juan Carlos.” Ella cree que Hidalgo puede subir, subir y seguir subiendo, porque hay un 55% de personas que todavía no saben por quién van a votar. ¡Un terreno fértil para sembrar esperanzas, vaya!
Lo curioso es que el financiamiento es otro brete. Las encuestas influyen en si los bancos prestan o no. Si tienes números bajos, como los del PUSC ahora, conseguir crédito es como buscar chorlitos en la noche. Don Rodolfo Piza, veterano de estas batallas, lo sabe bien. Recuerdo que en 2014, cuando empezó su campaña, salió malísimo en las encuestas, ¡y encima el partido le debía a Asignaciones Familiares! Tuvo que hacer una campaña con “poquita plata,” como él dice.
Mario Loría, el presidente del PUSC, promete que sí habrá financiamiento. Dice que van a contratar encuestas más completas y que la solidez del partido, las alcaldías, todo eso ayuda. Defendió que la encuesta reciente no representa al PUSC ni a Hidalgo. Pero, sinceramente, si las cosas siguen así… ¿Quién les va a prestar la lana? Esto del financiamiento es una vara delicada, ¿verdad?
Con todo este panorama, el exaspirante presidencial Pedro Muñoz, que formaba parte del PUSC, prefirió guardarse silencio. Y Piza, con su experiencia, recomienda un cambio de estrategia. “Hay que ser más directos, originales, creativos… Cambiar el chip, porque así no se anda por estos lados.” Así que la pregunta es, queridos foristas: ¿Cree usted que Juan Carlos Hidalgo podrá revertir esta tendencia negativa y sorprender a todos en febrero, o el PUSC está condenado a seguir dando tumbos y quedarse fuera de la contienda?
Y no es novedad que el PUSC ha tenido altibajos. Recordemos al señor Rodolfo Piza allá por el 2017, que se colocó solito en segundo lugar, con un buen porcentaje de intención de voto. Pero miren ahora la cosa; con Juan Carlos Hidalgo al frente, el partido está dando tumbos, raspando fondo. Según el CIEP de esta semana, apenas un 0,1% de la gente dice que va a darle su voto. ¡Ay, Dios mío!
El candidato Hidalgo, fiel a su estilo, dice que no se preocupe, que el verdadero poder está en los indecisos, que representan la mayoría. “Estos indecisos son la clave para transformar el país,” dijo con toda la actitud. Afirma que el PUSC tiene soluciones para todo: seguridad, salud, educación, hasta empleo, que es lo que más le quema a la gente. Quiere demostrarle a los costarricenses que él no anda improvisando, que sí sabe qué hacer y, encima, que se atreve a hacerlo. Tremendo gallito.
Pero la cosa se complica porque dentro del partido, parece que hay broncas. Hidalgo echó a varios diputados de su campaña porque no cumplían sus órdenes, y luego la fracción legislativa votó en contra de levantar la inmunidad del Presidente Chaves. Un verdadero chinchorreo político. Entre Leslye Bojorges, que ya estaba afuera por el caso Richter, y el resto, parece que el PUSC está más fraccionado que un panecillo viejo.
Entre tanta polémica, Vanessa Castro, diputada y actual presidenta legislativa interina, sigue creyendo que el PUSC puede dar la sorpresa. Dice que en las últimas elecciones, los que ganaron no estaban precisamente arriba en las encuestas. “Vivimos circunstancias particulares, y esa distancia que parece grande ahora, para febrero da para mucho, sobre todo con un candidato que no tiene techo como Juan Carlos.” Ella cree que Hidalgo puede subir, subir y seguir subiendo, porque hay un 55% de personas que todavía no saben por quién van a votar. ¡Un terreno fértil para sembrar esperanzas, vaya!
Lo curioso es que el financiamiento es otro brete. Las encuestas influyen en si los bancos prestan o no. Si tienes números bajos, como los del PUSC ahora, conseguir crédito es como buscar chorlitos en la noche. Don Rodolfo Piza, veterano de estas batallas, lo sabe bien. Recuerdo que en 2014, cuando empezó su campaña, salió malísimo en las encuestas, ¡y encima el partido le debía a Asignaciones Familiares! Tuvo que hacer una campaña con “poquita plata,” como él dice.
Mario Loría, el presidente del PUSC, promete que sí habrá financiamiento. Dice que van a contratar encuestas más completas y que la solidez del partido, las alcaldías, todo eso ayuda. Defendió que la encuesta reciente no representa al PUSC ni a Hidalgo. Pero, sinceramente, si las cosas siguen así… ¿Quién les va a prestar la lana? Esto del financiamiento es una vara delicada, ¿verdad?
Con todo este panorama, el exaspirante presidencial Pedro Muñoz, que formaba parte del PUSC, prefirió guardarse silencio. Y Piza, con su experiencia, recomienda un cambio de estrategia. “Hay que ser más directos, originales, creativos… Cambiar el chip, porque así no se anda por estos lados.” Así que la pregunta es, queridos foristas: ¿Cree usted que Juan Carlos Hidalgo podrá revertir esta tendencia negativa y sorprender a todos en febrero, o el PUSC está condenado a seguir dando tumbos y quedarse fuera de la contienda?