¡Ay, Dios mío, qué pana! Ayer amanecimos con el cielo cerrado, literalmente. Un buen apagón en los radares dejó paralizado el tráfico aéreo nacional e internacional por varias horitas. Imagínate la bronca en el aeropuerto, pura gente sudando la gota gorda esperando saber qué pasaba con sus vuelos. Desde las 5:27 a.m. hasta casi mediodía, el panorama estaba más complicado que encontrar estacionamiento en Plaza Mayor un sábado.
Según nos cuentan, la falla fue totalmente eléctrica, y eso, como bien sabemos aquí en Costa Rica, puede pasar. El ministro Zeledón, rápido como él sabe, ya mandó a investigar a fondo qué pasó para que esto no vuelva a suceder. Uno esperaría que sí, ¿verdad? Porque ahora imagínate si esto pasa en plena temporada alta, ¡sería un maje! Ya la gente empieza a pensar en buscar alternativas para sus viajes, y eso no le conviene a nadie.
AERIS, esos que manejan el Juan Santamaría, fueron super tranquilos al respecto. Dijeron que el problema era de la DGAC, y ellos estaban ahí apoyando para solucionar la vaina lo más pronto posible. Pero bueno, entre tanto comunicado, la verdad es que lo importante es que ya todo volvió a la normalidad, aunque vaya torta que nos hicieron pasar.
Las malas noticias son que alrededor de 4.580 pasajeros vieron afectados sus planes. Se habla de 64 vuelos comerciales, 8 de carga y 65 domésticos que tuvieron que cambiar de itinerario. Eso sí, desde AERIS recordaron a to’a que chequeen con sus aerolíneas, porque al final, ellos saben con seguridad cómo va el brete de sus vuelos. Imagínate tener que volver a organizar unas vacaciones… ¡qué sal!
Por allá en Guanacaste, en el aeropuerto Daniel Oduber, la cosa anduvo más tranquila. Dicen que lograron recuperar el radar a las 10:36 a.m. y todo siguió rodando según lo planeado. Lizeth Valverde, la jefa de operaciones de Guanacaste Aeropuerto, les recomendó a los viajeros que se pongan en contacto con sus aerolíneas para confirmar cualquier cambio. Afortunadamente, al ser temporada baja, no hubo tanta movida como en el Juan Santamaría.
Y hablando de Guanacaste, parece que tienen todo listo para recibir vuelos desviados desde Alajuela, en caso de que necesiten echarle una mano. Ya saben, como buenos vecinos que somos, siempre dispuestos a apoyar al prójimo, incluso si es que se van las cosas chungas. Eso demuestra que tenemos capacidad para manejar situaciones complicadas, aunque preferiríamos que esas situaciones nunca existieran.
Esta vaina me hace pensar mucho. Estamos tan dependientes de la tecnología para todo, que un simple fallo eléctrico puede tumbar toda una operación. Se necesita invertir más en infraestructura y en mantener estos sistemas actualizados, porque lo barato sale caro, ¿no? Además, un incidente así pone en evidencia la vulnerabilidad de nuestro sistema de transporte aéreo, y eso debería preocuparnos a to’os. Esperemos que las autoridades tomen cartas en el asunto y trabajen duro para prevenir futuros inconvenientes. De nada sirve tener el mejor turismo del mundo si no podemos garantizar la seguridad y eficiencia de nuestros servicios básicos.
Bueno, pues ahí lo tienen, compas. Un día caótico en los cielos ticos, pero gracias a Dios, todo quedó resuelto. Ahora la pregunta es: ¿Crees que el gobierno debería invertir más en mejorar la infraestructura tecnológica de nuestros aeropuertos o priorizar otras áreas? ¡Déjame tu opinión en el foro!
Según nos cuentan, la falla fue totalmente eléctrica, y eso, como bien sabemos aquí en Costa Rica, puede pasar. El ministro Zeledón, rápido como él sabe, ya mandó a investigar a fondo qué pasó para que esto no vuelva a suceder. Uno esperaría que sí, ¿verdad? Porque ahora imagínate si esto pasa en plena temporada alta, ¡sería un maje! Ya la gente empieza a pensar en buscar alternativas para sus viajes, y eso no le conviene a nadie.
AERIS, esos que manejan el Juan Santamaría, fueron super tranquilos al respecto. Dijeron que el problema era de la DGAC, y ellos estaban ahí apoyando para solucionar la vaina lo más pronto posible. Pero bueno, entre tanto comunicado, la verdad es que lo importante es que ya todo volvió a la normalidad, aunque vaya torta que nos hicieron pasar.
Las malas noticias son que alrededor de 4.580 pasajeros vieron afectados sus planes. Se habla de 64 vuelos comerciales, 8 de carga y 65 domésticos que tuvieron que cambiar de itinerario. Eso sí, desde AERIS recordaron a to’a que chequeen con sus aerolíneas, porque al final, ellos saben con seguridad cómo va el brete de sus vuelos. Imagínate tener que volver a organizar unas vacaciones… ¡qué sal!
Por allá en Guanacaste, en el aeropuerto Daniel Oduber, la cosa anduvo más tranquila. Dicen que lograron recuperar el radar a las 10:36 a.m. y todo siguió rodando según lo planeado. Lizeth Valverde, la jefa de operaciones de Guanacaste Aeropuerto, les recomendó a los viajeros que se pongan en contacto con sus aerolíneas para confirmar cualquier cambio. Afortunadamente, al ser temporada baja, no hubo tanta movida como en el Juan Santamaría.
Y hablando de Guanacaste, parece que tienen todo listo para recibir vuelos desviados desde Alajuela, en caso de que necesiten echarle una mano. Ya saben, como buenos vecinos que somos, siempre dispuestos a apoyar al prójimo, incluso si es que se van las cosas chungas. Eso demuestra que tenemos capacidad para manejar situaciones complicadas, aunque preferiríamos que esas situaciones nunca existieran.
Esta vaina me hace pensar mucho. Estamos tan dependientes de la tecnología para todo, que un simple fallo eléctrico puede tumbar toda una operación. Se necesita invertir más en infraestructura y en mantener estos sistemas actualizados, porque lo barato sale caro, ¿no? Además, un incidente así pone en evidencia la vulnerabilidad de nuestro sistema de transporte aéreo, y eso debería preocuparnos a to’os. Esperemos que las autoridades tomen cartas en el asunto y trabajen duro para prevenir futuros inconvenientes. De nada sirve tener el mejor turismo del mundo si no podemos garantizar la seguridad y eficiencia de nuestros servicios básicos.
Bueno, pues ahí lo tienen, compas. Un día caótico en los cielos ticos, pero gracias a Dios, todo quedó resuelto. Ahora la pregunta es: ¿Crees que el gobierno debería invertir más en mejorar la infraestructura tecnológica de nuestros aeropuertos o priorizar otras áreas? ¡Déjame tu opinión en el foro!