¡Ay, Dios mío! Esto se puso caliente, chongos. Los ex presidentes de Costa Rica, esos que ya andaban relajados pescando y tomando café, tuvieron que desempolvarse para salir a defender al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). Parece que el circo mediático internacional se quiso meter donde no les llaman, y estos señores no se quedaron callados.
Todo empezó porque un congresista gringo, Mario Rafael Díaz-Balart, parece que anda buscando problemas (o quizás solo quiere presumir de su influencia), convocó a la embajadora costarricense en Washington a hablar del clima político acá. Él, que vive allá y seguramente sabe más de política interna nuestra que nosotros mismos, expresó su preocupación por la investigación al Presidente Chaves. ¡Qué gallo!
Entonces, salió el comunicado con las firmas de Arias, Calderón, Figueres, Rodríguez, Pacheco, Chinchilla, Solís y Alvarado – la crema y nata de la política nacional. Dicen que estamos viviendo ‘momentos de tensión’ por las próximas elecciones y que hay ‘actores políticos locales’ tratando de desacreditar el proceso. No sé ustedes, pero a mí me suena a campaña sucia, diay.
Lo que más me sorprende es que estén pidiendo a la comunidad internacional que “no se precipiten”. Como si los extranjeros tuvieran que opinar de cómo funciona nuestra democracia. Costa Rica siempre se ha creído la panacea democrática de Latinoamérica, la excepción a la regla. Pero últimamente, con tanto lío entre Chaves y el TSE, nos estamos viendo un poquito menos perfectos, ¿no creen?
Y hablando del TSE, ahí tienen su brete. Se metieron con Chaves por el tema de la ‘beligerancia’, acusándolo de usar los recursos del Estado para hacer campaña. Luego salió la solicitud de investigar al presidente, y ahora esto del congresista americano. ¡Parece novela de televisión!
Pero vamos a analizarlo bien. Chaves insiste en que es víctima de una persecución política, y a decir verdad, tiene cierto punto. No es ningún secreto que él se peleonaba con casi todos los gremios y sindicatos del país. Además, recordemos aquel otro proceso por concusión que finalmente no prosperó. ¿Será que realmente lo quieren fuera del juego a toda costa?
Sin embargo, tampoco podemos ignorar las denuncias de corrupción y el estilo poco diplomático de Chaves. No es ningún secreto que a veces se le sale la lengua y dice cosas que luego le salen caro. Quizás, en lugar de culpar a otros, debería revisar algunas de sus acciones y mejorar su relación con las instituciones del país. ¡Un cambio de actitud nunca viene mal!
Ahora sí, la gran pregunta: ¿Estamos asistiendo a un ataque coordinado contra el TSE y la democracia costarricense, impulsado por intereses políticos internos y externos, o es simplemente un resultado inevitable de las tensiones inherentes a cualquier proceso electoral? ¿Deberían los ex presidentes haber permanecido en silencio y dejar que la justicia siga su curso, o era necesario alzarse en defensa de las instituciones del país? ¡Den su opinión en los comentarios, quiero saber qué piensan los expertos del Foro!
Todo empezó porque un congresista gringo, Mario Rafael Díaz-Balart, parece que anda buscando problemas (o quizás solo quiere presumir de su influencia), convocó a la embajadora costarricense en Washington a hablar del clima político acá. Él, que vive allá y seguramente sabe más de política interna nuestra que nosotros mismos, expresó su preocupación por la investigación al Presidente Chaves. ¡Qué gallo!
Entonces, salió el comunicado con las firmas de Arias, Calderón, Figueres, Rodríguez, Pacheco, Chinchilla, Solís y Alvarado – la crema y nata de la política nacional. Dicen que estamos viviendo ‘momentos de tensión’ por las próximas elecciones y que hay ‘actores políticos locales’ tratando de desacreditar el proceso. No sé ustedes, pero a mí me suena a campaña sucia, diay.
Lo que más me sorprende es que estén pidiendo a la comunidad internacional que “no se precipiten”. Como si los extranjeros tuvieran que opinar de cómo funciona nuestra democracia. Costa Rica siempre se ha creído la panacea democrática de Latinoamérica, la excepción a la regla. Pero últimamente, con tanto lío entre Chaves y el TSE, nos estamos viendo un poquito menos perfectos, ¿no creen?
Y hablando del TSE, ahí tienen su brete. Se metieron con Chaves por el tema de la ‘beligerancia’, acusándolo de usar los recursos del Estado para hacer campaña. Luego salió la solicitud de investigar al presidente, y ahora esto del congresista americano. ¡Parece novela de televisión!
Pero vamos a analizarlo bien. Chaves insiste en que es víctima de una persecución política, y a decir verdad, tiene cierto punto. No es ningún secreto que él se peleonaba con casi todos los gremios y sindicatos del país. Además, recordemos aquel otro proceso por concusión que finalmente no prosperó. ¿Será que realmente lo quieren fuera del juego a toda costa?
Sin embargo, tampoco podemos ignorar las denuncias de corrupción y el estilo poco diplomático de Chaves. No es ningún secreto que a veces se le sale la lengua y dice cosas que luego le salen caro. Quizás, en lugar de culpar a otros, debería revisar algunas de sus acciones y mejorar su relación con las instituciones del país. ¡Un cambio de actitud nunca viene mal!
Ahora sí, la gran pregunta: ¿Estamos asistiendo a un ataque coordinado contra el TSE y la democracia costarricense, impulsado por intereses políticos internos y externos, o es simplemente un resultado inevitable de las tensiones inherentes a cualquier proceso electoral? ¿Deberían los ex presidentes haber permanecido en silencio y dejar que la justicia siga su curso, o era necesario alzarse en defensa de las instituciones del país? ¡Den su opinión en los comentarios, quiero saber qué piensan los expertos del Foro!