¡Aguafiestas! Que sí, que la economía mundial anda medio patosa, pero nosotros acá en Costa Rica estamos sacando pecho. Procomer soltó los números y, diay, ¡qué chimba! Las exportaciones entre enero y octubre de 2025 sumaron casi 19 mil millones de dólares. Un crecimiento del 16% si nos ponemos a peinarlo bien. Eso es más que un carreton lleno de piñas y café combinado, mi pana.
Para ponerle contexto a esta vara, recordemos que el mundo entero andaba con la mosca detrás de la oreja por la inflación, las guerras y demás calamidades. Pero parece que los productos costarricenses tienen ese ‘algo’ especial que los hace atractivos para el resto del planeta. Y ojo, que esto no es magia; es producto de años de esfuerzo, innovación y unos cuantos maes que le han metido gallos a este brete.
Lo que realmente está moviendo el carro son los dispositivos médicos. Ahí vamos fuertes, con casi 9 mil millones de dólares exportados. Es un sector que ha explotado, pura novedad tecnológica y calidad que envidia cualquier país. Después le siguen la agroindustria y los alimentos procesados. El mae agricultor y el productor van haciendo la suya, buscando nuevos mercados y mostrando que el 'hecho en Costa Rica' vale oro.
Laura López, la jefa de Procomer, tiró unas frases interesantes en un comunicado. Dijo que tenemos que seguir apostando por la diversificación, es decir, vender diferentes cosas a diferentes lugares. No podemos depender solo de un producto o un mercado, porque ahí es donde se va al traste. Esa es la clave para mantenernos a flote, especialmente en estos tiempos de incertidumbre. Más varas para combinar, digámoslo así.
Y hablando de dónde vendemos estas cositas tan lindas, Norteamérica sigue siendo nuestro patio trasero preferido. Casi la mitad de nuestras exportaciones van allá. Luego vienen Europa, Centroamérica y Asia, que está creciendo bastante rápido. Es interesante ver cómo hemos abierto camino en Asia, porque eso demuestra que podemos llegar a rincones remotos del mundo. ¡Qué carga la gente que trabaja pa’ lograr esto!
Pero no todo es color de rosa, ¿eh? A Suramérica le hemos perdido terreno, con una pequeña caída en las ventas. Hay que investigar qué está pasando ahí, porque siempre hemos tenido una relación comercial importante con esos países. Quizás sea la inestabilidad política o económica, quién sabe. El ministro Tovar, Manuel Tovar, dice que a pesar de todo, seguimos manteniendo un dinamismo sobresaliente. Esperemos que sea cierto, porque necesitamos que la economía siga dando tumbos para adelante.
Ahora, algunos analistas dicen que este crecimiento podría ser temporal, producto de factores externos como la demanda acumulada durante la pandemia. Otros sostienen que es una señal de que Costa Rica se está posicionando como un actor importante en el comercio internacional. Yo creo que es un poco de ambas cosas, pero que lo importante es capitalizar este impulso y seguir invirtiendo en educación, tecnología e infraestructura. Porque si queremos seguir siendo competitivos, no podemos dormirnos en los laureles. Tenemos que darle con todo.
En fin, las exportaciones están disparadas y eso es motivo para celebrar. Pero también es momento de reflexionar y preguntarnos: ¿Cómo podemos asegurar que este crecimiento sea sostenible a largo plazo? ¿Qué medidas debemos tomar para proteger nuestros sectores estratégicos y crear nuevas oportunidades para todos los costarricenses? ¿Se está aprovechando este auge para mejorar las condiciones laborales de quienes producen estos bienes que salen del país?
Para ponerle contexto a esta vara, recordemos que el mundo entero andaba con la mosca detrás de la oreja por la inflación, las guerras y demás calamidades. Pero parece que los productos costarricenses tienen ese ‘algo’ especial que los hace atractivos para el resto del planeta. Y ojo, que esto no es magia; es producto de años de esfuerzo, innovación y unos cuantos maes que le han metido gallos a este brete.
Lo que realmente está moviendo el carro son los dispositivos médicos. Ahí vamos fuertes, con casi 9 mil millones de dólares exportados. Es un sector que ha explotado, pura novedad tecnológica y calidad que envidia cualquier país. Después le siguen la agroindustria y los alimentos procesados. El mae agricultor y el productor van haciendo la suya, buscando nuevos mercados y mostrando que el 'hecho en Costa Rica' vale oro.
Laura López, la jefa de Procomer, tiró unas frases interesantes en un comunicado. Dijo que tenemos que seguir apostando por la diversificación, es decir, vender diferentes cosas a diferentes lugares. No podemos depender solo de un producto o un mercado, porque ahí es donde se va al traste. Esa es la clave para mantenernos a flote, especialmente en estos tiempos de incertidumbre. Más varas para combinar, digámoslo así.
Y hablando de dónde vendemos estas cositas tan lindas, Norteamérica sigue siendo nuestro patio trasero preferido. Casi la mitad de nuestras exportaciones van allá. Luego vienen Europa, Centroamérica y Asia, que está creciendo bastante rápido. Es interesante ver cómo hemos abierto camino en Asia, porque eso demuestra que podemos llegar a rincones remotos del mundo. ¡Qué carga la gente que trabaja pa’ lograr esto!
Pero no todo es color de rosa, ¿eh? A Suramérica le hemos perdido terreno, con una pequeña caída en las ventas. Hay que investigar qué está pasando ahí, porque siempre hemos tenido una relación comercial importante con esos países. Quizás sea la inestabilidad política o económica, quién sabe. El ministro Tovar, Manuel Tovar, dice que a pesar de todo, seguimos manteniendo un dinamismo sobresaliente. Esperemos que sea cierto, porque necesitamos que la economía siga dando tumbos para adelante.
Ahora, algunos analistas dicen que este crecimiento podría ser temporal, producto de factores externos como la demanda acumulada durante la pandemia. Otros sostienen que es una señal de que Costa Rica se está posicionando como un actor importante en el comercio internacional. Yo creo que es un poco de ambas cosas, pero que lo importante es capitalizar este impulso y seguir invirtiendo en educación, tecnología e infraestructura. Porque si queremos seguir siendo competitivos, no podemos dormirnos en los laureles. Tenemos que darle con todo.
En fin, las exportaciones están disparadas y eso es motivo para celebrar. Pero también es momento de reflexionar y preguntarnos: ¿Cómo podemos asegurar que este crecimiento sea sostenible a largo plazo? ¿Qué medidas debemos tomar para proteger nuestros sectores estratégicos y crear nuevas oportunidades para todos los costarricenses? ¿Se está aprovechando este auge para mejorar las condiciones laborales de quienes producen estos bienes que salen del país?
