¡Ay, Dios mío! Aquí vamos otra vez con el mismo disco rayado de seguridad en Costa Rica. Esta vez, quien encendió las alarmas fue Juan Carlos Arias, exviceministro de Justicia y Paz, quien en una comparecencia ante la Comisión de Seguridad y Narcotráfico soltó unas verdades que hicieron temblar más que terremoto en Bagaces. Parece que el tipo no se anda con rodeos y le dio caña a cómo se manejan los asuntos de seguridad en nuestro país.
El señor Arias, con toda la experiencia que tiene acumulada en temas carcelarios y judiciales, pintó un panorama no muy alentador. Dijo que estamos repitiendo patrones de decisiones poco meditadas, esas 'ocurrencias' que van y vienen con cada administración, dejando atrás un legado de ineficiencia y falta de planificación a largo plazo. ¿Se imaginan? Cada cuatro años, nuevos líderes llegan, hacen un 'borrón y cuenta nueva', y nos dejan ahí, revoloteando como mosca sin cabeza.
En la comisión, el exviceministro recalcó que no basta con reaccionar a los problemas; necesitamos una estrategia sólida, basada en criterios técnicos y fundamentales, no en impulsos momentáneos. Es que llegar a echarle la culpa a alguien sin tener claro qué salió mal, o peor aún, sin analizar las raíces del problema, es como tratar de apagar un incendio con agua de mar. ¡Qué despiche!
Arias también puso el dedo en la llaga con respecto al sistema penitenciario. Ya va tanto tiempo desde que necesitamos una ley que regule el funcionamiento de nuestras cárceles, que parecen mundos aparte, con sus propias reglas y dinámicas. Y esto, según él, tiene un impacto directo en nuestra seguridad nacional. No solo se trata de meter a la gente a trasquilar, sino de rehabilitarlos para que puedan reintegrarse a la sociedad. Ahí toca ponerle corazón, mi hermano.
Recordemos que durante su gestión en Justicia, se procesó a varios funcionarios por intentar ingresar celulares y sustancias ilícitas a las cárceles. Esto demuestra que la corrupción y la falta de control dentro del sistema penitenciario son problemas graves que debemos abordar con urgencia. Porque si no, seguiremos viendo cómo los delincuentes tienen más privilegios que los ciudadanos respetuosos de la ley.
Pero no todo es lamento. Arias hizo un llamado a la unidad entre los poderes del Estado, instando a dejar de lado las diferencias políticas y trabajar juntos por un bien común. Dijo que necesitamos un consenso en materia de política criminal que realmente funcione, que ataque las causas profundas de la inseguridad y que nos haga sentir seguros caminando por nuestras calles. Un sueño, diay… pero hay que soñar, ¿verdad?
Muchos analistas señalan que este llamado a la unidad viene en un momento crucial, justo cuando el país se prepara para elegir a nuevas autoridades. El cambio de mando del 2025 es un punto de inflexión para definir el rumbo de la seguridad nacional. Será fundamental que los candidatos presenten propuestas concretas y viables, basadas en evidencia y no en populismo barato. Porque la seguridad no es juego de niños, es un asunto serio que afecta a todos los costarricenses.
En fin, las declaraciones del exviceministro Arias abrieron un debate necesario sobre la seguridad en Costa Rica. Es evidente que tenemos mucho que mejorar, pero también tenemos la capacidad de hacerlo. Pero dime tú, ¿crees que es posible lograr una verdadera coordinación entre los poderes del Estado y construir una política criminal eficaz que proteja a nuestros ciudadanos o seguimos condenados a repetir los mismos errores una y otra vez?
El señor Arias, con toda la experiencia que tiene acumulada en temas carcelarios y judiciales, pintó un panorama no muy alentador. Dijo que estamos repitiendo patrones de decisiones poco meditadas, esas 'ocurrencias' que van y vienen con cada administración, dejando atrás un legado de ineficiencia y falta de planificación a largo plazo. ¿Se imaginan? Cada cuatro años, nuevos líderes llegan, hacen un 'borrón y cuenta nueva', y nos dejan ahí, revoloteando como mosca sin cabeza.
En la comisión, el exviceministro recalcó que no basta con reaccionar a los problemas; necesitamos una estrategia sólida, basada en criterios técnicos y fundamentales, no en impulsos momentáneos. Es que llegar a echarle la culpa a alguien sin tener claro qué salió mal, o peor aún, sin analizar las raíces del problema, es como tratar de apagar un incendio con agua de mar. ¡Qué despiche!
Arias también puso el dedo en la llaga con respecto al sistema penitenciario. Ya va tanto tiempo desde que necesitamos una ley que regule el funcionamiento de nuestras cárceles, que parecen mundos aparte, con sus propias reglas y dinámicas. Y esto, según él, tiene un impacto directo en nuestra seguridad nacional. No solo se trata de meter a la gente a trasquilar, sino de rehabilitarlos para que puedan reintegrarse a la sociedad. Ahí toca ponerle corazón, mi hermano.
Recordemos que durante su gestión en Justicia, se procesó a varios funcionarios por intentar ingresar celulares y sustancias ilícitas a las cárceles. Esto demuestra que la corrupción y la falta de control dentro del sistema penitenciario son problemas graves que debemos abordar con urgencia. Porque si no, seguiremos viendo cómo los delincuentes tienen más privilegios que los ciudadanos respetuosos de la ley.
Pero no todo es lamento. Arias hizo un llamado a la unidad entre los poderes del Estado, instando a dejar de lado las diferencias políticas y trabajar juntos por un bien común. Dijo que necesitamos un consenso en materia de política criminal que realmente funcione, que ataque las causas profundas de la inseguridad y que nos haga sentir seguros caminando por nuestras calles. Un sueño, diay… pero hay que soñar, ¿verdad?
Muchos analistas señalan que este llamado a la unidad viene en un momento crucial, justo cuando el país se prepara para elegir a nuevas autoridades. El cambio de mando del 2025 es un punto de inflexión para definir el rumbo de la seguridad nacional. Será fundamental que los candidatos presenten propuestas concretas y viables, basadas en evidencia y no en populismo barato. Porque la seguridad no es juego de niños, es un asunto serio que afecta a todos los costarricenses.
En fin, las declaraciones del exviceministro Arias abrieron un debate necesario sobre la seguridad en Costa Rica. Es evidente que tenemos mucho que mejorar, pero también tenemos la capacidad de hacerlo. Pero dime tú, ¿crees que es posible lograr una verdadera coordinación entre los poderes del Estado y construir una política criminal eficaz que proteja a nuestros ciudadanos o seguimos condenados a repetir los mismos errores una y otra vez?
