¡Aguante!, parece que el mundo digital y físico van a empezar a mezclarse aún más de lo que ya estamos acostumbrados. Meta, antes conocida como Facebook, acaba de lanzar sus nuevas gafas inteligentes, las Meta Ray-Ban Display, y la neta es que tienen bastante movimiento. Después de varios intentos y algunas pérdidas económicas considerables, Zuckerberg está poniendo toda la carne al asador –o mejor dicho, todo el dinero– en esta apuesta por la realidad mixta. La pregunta ahora es: ¿realmente vamos a estar usándolo en el día a día o será otro invento que termina siendo un chunche caro guardado en el clóset?
Todo empezó hace unos cuantos años, cuando Facebook decidió cambiarle el nombre a Meta para marcar una transición hacia el 'metaverso'. Desde entonces, han estado invirtiendo fuertes sumas de plata en tecnología de realidad virtual y aumentada. Pero la verdad, el camino no ha sido fácil. Han tenido que tragarse varias pérdidas millonarias, especialmente en su división Reality Labs. Las críticas no se han hecho esperar, muchos cuestionan si vale la pena seguir gastando tanto en proyectos que, hasta ahora, no han dado los resultados esperados. Parece que el brete es demostrar que hay demanda para estas tecnologías.
Las nuevas gafas, que cuestan $799, traen pantallas integradas que te permiten ver notificaciones, fotos, videos… casi como tener un celular encima, pero sin sacar el teléfono del bolsillo. Además, incluyen unas bandas neuronales, básicamente unos sensores en unos brazaletes, que te permiten controlarlas con pequeños movimientos de los dedos. Suena futurista, claro, pero también da la impresión de ser algo bastante complejo de manejar. Imagínate ir caminando por la calle intentando navegar por Instagram con un movimiento sutil de los dedos; ¡qué torteria!
Según Zuckerberg, la idea es crear unas gafas “atractivas” que nos den acceso a una especie de “superinteligencia personal”. Dice que quieren que experimentemos la ‘sensación de presencia’ a través de hologramas realistas. En resumen, quiere construir una versión más inmersiva del metaverso, donde podamos interactuar con entornos virtuales de forma más natural. Su visión es ambiciosa, sí señor, pero también requiere de una adopción masiva por parte de los usuarios.
Y ahí radica el gran desafío. La gente ya tiene celulares potentes, fáciles de usar y con miles de aplicaciones disponibles. ¿Por qué iban a comprar unas gafas costosas para hacer prácticamente lo mismo? Leo Gebbie, un analista de CCS Insight, dice que esto es una jugada a largo plazo para liberar a Meta de la dependencia de los teléfonos inteligentes. Es cierto que Apple y Google llevan la batuta en el mercado de los smartphones, así que buscar alternativas es fundamental. Quizás tengan razón, quizás esto sea el futuro... pero a corto plazo, suena como una inversión arriesgada.
Uno se pregunta si realmente necesitamos unas gafas que nos muestren hologramas mientras caminamos por la calle. Ya nos cuesta prestar atención a lo que pasa a nuestro alrededor, ¿ahora vamos a agregarle capas virtuales? Y ni hablar de la privacidad. Estas gafas seguramente recopilarán muchísima información sobre nosotros, desde dónde vamos hasta a quién vemos. ¿Estamos dispuestos a sacrificar nuestra privacidad por la comodidad de tener un celular en nuestras caras todo el tiempo?
La competencia en el sector de la realidad aumentada y virtual es feroz. Apple, con su Vision Pro, también está entrando con fuerza, aunque con un producto mucho más enfocado al mercado premium. Google, con sus lentes AR, también está explorando diferentes opciones. Meta tendrá que diferenciarse para poder destacar en medio de este panorama competitivo. Y eso implica no solo ofrecer un buen producto, sino también convencer a la gente de que necesita uno. Como diría mi abu: “Pa' qué tantos adornos si la olla está vacía.”
En fin, las gafas Meta Ray-Ban Display son una apuesta audaz, pero no exenta de riesgos. Tienen potencial, sí, pero también necesitan superar algunos obstáculos importantes para triunfar. ¿Serán la próxima revolución tecnológica o simplemente un juguete caro que terminará olvidándose? ¿Ustedes se animarían a comprar unas gafas de este tipo? ¡Déjenme saber sus opiniones en los comentarios!
Todo empezó hace unos cuantos años, cuando Facebook decidió cambiarle el nombre a Meta para marcar una transición hacia el 'metaverso'. Desde entonces, han estado invirtiendo fuertes sumas de plata en tecnología de realidad virtual y aumentada. Pero la verdad, el camino no ha sido fácil. Han tenido que tragarse varias pérdidas millonarias, especialmente en su división Reality Labs. Las críticas no se han hecho esperar, muchos cuestionan si vale la pena seguir gastando tanto en proyectos que, hasta ahora, no han dado los resultados esperados. Parece que el brete es demostrar que hay demanda para estas tecnologías.
Las nuevas gafas, que cuestan $799, traen pantallas integradas que te permiten ver notificaciones, fotos, videos… casi como tener un celular encima, pero sin sacar el teléfono del bolsillo. Además, incluyen unas bandas neuronales, básicamente unos sensores en unos brazaletes, que te permiten controlarlas con pequeños movimientos de los dedos. Suena futurista, claro, pero también da la impresión de ser algo bastante complejo de manejar. Imagínate ir caminando por la calle intentando navegar por Instagram con un movimiento sutil de los dedos; ¡qué torteria!
Según Zuckerberg, la idea es crear unas gafas “atractivas” que nos den acceso a una especie de “superinteligencia personal”. Dice que quieren que experimentemos la ‘sensación de presencia’ a través de hologramas realistas. En resumen, quiere construir una versión más inmersiva del metaverso, donde podamos interactuar con entornos virtuales de forma más natural. Su visión es ambiciosa, sí señor, pero también requiere de una adopción masiva por parte de los usuarios.
Y ahí radica el gran desafío. La gente ya tiene celulares potentes, fáciles de usar y con miles de aplicaciones disponibles. ¿Por qué iban a comprar unas gafas costosas para hacer prácticamente lo mismo? Leo Gebbie, un analista de CCS Insight, dice que esto es una jugada a largo plazo para liberar a Meta de la dependencia de los teléfonos inteligentes. Es cierto que Apple y Google llevan la batuta en el mercado de los smartphones, así que buscar alternativas es fundamental. Quizás tengan razón, quizás esto sea el futuro... pero a corto plazo, suena como una inversión arriesgada.
Uno se pregunta si realmente necesitamos unas gafas que nos muestren hologramas mientras caminamos por la calle. Ya nos cuesta prestar atención a lo que pasa a nuestro alrededor, ¿ahora vamos a agregarle capas virtuales? Y ni hablar de la privacidad. Estas gafas seguramente recopilarán muchísima información sobre nosotros, desde dónde vamos hasta a quién vemos. ¿Estamos dispuestos a sacrificar nuestra privacidad por la comodidad de tener un celular en nuestras caras todo el tiempo?
La competencia en el sector de la realidad aumentada y virtual es feroz. Apple, con su Vision Pro, también está entrando con fuerza, aunque con un producto mucho más enfocado al mercado premium. Google, con sus lentes AR, también está explorando diferentes opciones. Meta tendrá que diferenciarse para poder destacar en medio de este panorama competitivo. Y eso implica no solo ofrecer un buen producto, sino también convencer a la gente de que necesita uno. Como diría mi abu: “Pa' qué tantos adornos si la olla está vacía.”
En fin, las gafas Meta Ray-Ban Display son una apuesta audaz, pero no exenta de riesgos. Tienen potencial, sí, pero también necesitan superar algunos obstáculos importantes para triunfar. ¿Serán la próxima revolución tecnológica o simplemente un juguete caro que terminará olvidándose? ¿Ustedes se animarían a comprar unas gafas de este tipo? ¡Déjenme saber sus opiniones en los comentarios!