¡Ay, Dios mío! Esto sí que es bronca. Resulta que la Policía Profesional de Migración en Golfito agarró a un tipo ecuatoriano con historial turbio, justo cuando llegaba en una balsa medio descompuesta. Imagínate la escena, ¡qué fiaca! Al parecer, llegaron varias personas en esa embarcación, pero este señor se llevó la paliza, ¿me entienden?
Según fuentes oficiales, la noche del jueves pasado, los agentes de Migración estaban patrullando la zona cuando divisaron la embarcación. De inmediato levantaron sospechas y alertaron a las autoridades correspondientes. Parece que esto no era un paseo dominical, chunches.
Después de correrle el cuento a los tres hombres ecuatorianos, revisaron sus antecedentes a través de los sistemas de seguridad nacionales. ¡Y sorpresa!, apareció que uno de ellos, identificado como Sesme, tenía un buen problema en Ecuador. El mae estaba preso en diciembre de 2022 por tráfico de drogas, concretamente con unos 50 kilos de cocaína repartidos en 33 paquetes de 1.5 cada uno. ¡Una barbaridad!
Lo que más me da qué pensar es cómo llegó hasta acá. ¿Será que intentaba huir de la justicia ecuatoriana o simplemente buscaba nuevos bretes? No sé ustedes, pero me parece bastante sospechoso que llegue en una embarcación en esas condiciones, ¿eh? Claramente, algo raro pasa ahí, diay.
Por ahora, los tres extranjeros están en el Centro de Aprehensión en Heredia, esperando que los deporten de vuelta a su país. Están en condición migratoria irregular, así que no tienen mucho que decir, la verdad. La ley es la ley, y aquí en Costa Rica no andamos jugando con esas cosas, mi pana. Se respeta la soberanía nacional, aunque nos dé pena tener que mandarlos de regreso.
Este caso pone de relieve nuevamente la necesidad de reforzar los controles fronterizos y combatir el crimen organizado transnacional. Ya hemos visto muchas veces cómo nuestros puertos pueden ser utilizados para actividades ilícitas, y hay que estar alerta para evitarlo. Lo que pasa en Ecuador también nos afecta, porque somos parte de una región con muchos problemas.
Además, es importante recordar que Costa Rica ha sido históricamente un refugio para personas perseguidas y necesitadas, pero también tenemos que proteger nuestras instituciones y nuestra seguridad. La clave está en encontrar un equilibrio entre la solidaridad humana y la defensa de nuestros intereses nacionales. Un tema delicado, sin duda alguna, y que requiere mucha reflexión.
En fin, este nuevo incidente levanta ampollas y nos hace preguntarnos: ¿Cómo podemos mejorar la vigilancia en nuestras costas para evitar que situaciones como esta se repitan y cuáles deberían ser las medidas más efectivas para combatir el narcotráfico y otros delitos transnacionales en la región? ¿Ustedes creen que debería haber más colaboración internacional en estos temas o que deberíamos enfocarnos en fortalecer nuestras propias capacidades?
Según fuentes oficiales, la noche del jueves pasado, los agentes de Migración estaban patrullando la zona cuando divisaron la embarcación. De inmediato levantaron sospechas y alertaron a las autoridades correspondientes. Parece que esto no era un paseo dominical, chunches.
Después de correrle el cuento a los tres hombres ecuatorianos, revisaron sus antecedentes a través de los sistemas de seguridad nacionales. ¡Y sorpresa!, apareció que uno de ellos, identificado como Sesme, tenía un buen problema en Ecuador. El mae estaba preso en diciembre de 2022 por tráfico de drogas, concretamente con unos 50 kilos de cocaína repartidos en 33 paquetes de 1.5 cada uno. ¡Una barbaridad!
Lo que más me da qué pensar es cómo llegó hasta acá. ¿Será que intentaba huir de la justicia ecuatoriana o simplemente buscaba nuevos bretes? No sé ustedes, pero me parece bastante sospechoso que llegue en una embarcación en esas condiciones, ¿eh? Claramente, algo raro pasa ahí, diay.
Por ahora, los tres extranjeros están en el Centro de Aprehensión en Heredia, esperando que los deporten de vuelta a su país. Están en condición migratoria irregular, así que no tienen mucho que decir, la verdad. La ley es la ley, y aquí en Costa Rica no andamos jugando con esas cosas, mi pana. Se respeta la soberanía nacional, aunque nos dé pena tener que mandarlos de regreso.
Este caso pone de relieve nuevamente la necesidad de reforzar los controles fronterizos y combatir el crimen organizado transnacional. Ya hemos visto muchas veces cómo nuestros puertos pueden ser utilizados para actividades ilícitas, y hay que estar alerta para evitarlo. Lo que pasa en Ecuador también nos afecta, porque somos parte de una región con muchos problemas.
Además, es importante recordar que Costa Rica ha sido históricamente un refugio para personas perseguidas y necesitadas, pero también tenemos que proteger nuestras instituciones y nuestra seguridad. La clave está en encontrar un equilibrio entre la solidaridad humana y la defensa de nuestros intereses nacionales. Un tema delicado, sin duda alguna, y que requiere mucha reflexión.
En fin, este nuevo incidente levanta ampollas y nos hace preguntarnos: ¿Cómo podemos mejorar la vigilancia en nuestras costas para evitar que situaciones como esta se repitan y cuáles deberían ser las medidas más efectivas para combatir el narcotráfico y otros delitos transnacionales en la región? ¿Ustedes creen que debería haber más colaboración internacional en estos temas o que deberíamos enfocarnos en fortalecer nuestras propias capacidades?
