¡Ay, Dios mío! Halloween en Costa Rica se vivió con toda la adrenalina, pero también con consecuencias bien fuertes. Entre disfraces terroríficos y la efervescencia de la noche, la Policía de Tránsito y la Fuerza Pública tuvieron que ponerle el freno a varios maes que decidieron que las leyes eran mera sugerencia. El operativo nacional dejó saldo de 316 infracciones, más de cien motos decomisadas y seis personas tras las rejas, así que pa’ pensar dos veces si vale la pena correr riesgos por unos minutos de diversión.
Desde la tarde del viernes, las autoridades estaban preparándose para lo que se venía. Sabían que la “caravana del payaso”, esa movilización de moteros enmascarados que siempre da dolores de cabeza, sería un foco importante. Además, se esperaba un aumento en el tráfico vehicular y, por ende, en las posibilidades de accidentes. Así que sacaron todo el arsenal: controles aleatorios, patrullaje intensificado y cero tolerancia para quienes se quisieran pasar de lista.
El resultado final del operativo, presentado ayer por el Ministerio de Seguridad Pública, es bastante revelador. Trescientos dieciséis infracciones de tránsito, eso es muchísima gente haciendo cosas que no debían. Pero lo que realmente llamó la atención fue el decomiso de más de cien motocicletas. ¡Imagínate la bronca de esos mae! Parece que algunos pensaron que disfrazarse de superhéroe les daba derecho a ignorar las normas de tránsito, pero la realidad los alcanzó rápido.
Y ni hablar de las seis detenciones. Según fuentes oficiales, las personas fueron arrestadas por diferentes delitos, aunque aún no se han dado a conocer todos los detalles. Lo que sí se sabe es que las autoridades no andan jugando con estas cosas; buscan enviar un mensaje claro: la ley es para todos y no hay excusa que valga para romperla. Que si estás disfrazado, que si es Halloween, ninguna de esas sirve.
Guanacaste fue donde más acción hubo, especialmente en Santa Cruz, Cañas y Liberia. Ahí se decomisaron 37 motos, se pusieron a las órdenes de la Fiscalía a tres personas y se confiscaron nueve placas. Además, repartieron 198 citaciones, muchas de ellas por la falta del casco o del chaleco reflectivo. Parece que algunos prefirieron lucirse con sus disfraces que preocuparse por su seguridad… ¡qué despiche!
Pero ojo, esto no es solo cuestión de aplicar sanciones. También se trata de prevención. Este tipo de operativos forman parte de la estrategia del Ministerio de Seguridad Pública para mantener el orden público durante celebraciones masivas. Quieren evitar que estos eventos sean aprovechados por delincuentes para cometer actos ilícitos. Es una inversión en seguridad ciudadana, aunque a veces duela pagar las consecuencias.
La clave de todo esto es entender que la responsabilidad recae en cada uno de nosotros. No podemos esperar que la policía esté pendiente de todo. Tenemos que asumir nuestras acciones y respetar las reglas. Un casco, una placa, una licencia… son cosas básicas que garantizan nuestra seguridad y la de los demás. Así que la próxima vez que te pongas un disfraz, recuerda que la seguridad no tiene nada que ver con el número de trucos o caramelos que puedas conseguir.
En fin, Halloween pasó, las motos siguen decomisadas y seis mae tendrán que explicar sus acciones ante la justicia. Ahora me pregunto, ¿crees que los operativos policiales en fechas festivas como Halloween son necesarios y efectivos para garantizar la seguridad pública, o deberían enfocarse más en programas educativos y preventivos a largo plazo?
Desde la tarde del viernes, las autoridades estaban preparándose para lo que se venía. Sabían que la “caravana del payaso”, esa movilización de moteros enmascarados que siempre da dolores de cabeza, sería un foco importante. Además, se esperaba un aumento en el tráfico vehicular y, por ende, en las posibilidades de accidentes. Así que sacaron todo el arsenal: controles aleatorios, patrullaje intensificado y cero tolerancia para quienes se quisieran pasar de lista.
El resultado final del operativo, presentado ayer por el Ministerio de Seguridad Pública, es bastante revelador. Trescientos dieciséis infracciones de tránsito, eso es muchísima gente haciendo cosas que no debían. Pero lo que realmente llamó la atención fue el decomiso de más de cien motocicletas. ¡Imagínate la bronca de esos mae! Parece que algunos pensaron que disfrazarse de superhéroe les daba derecho a ignorar las normas de tránsito, pero la realidad los alcanzó rápido.
Y ni hablar de las seis detenciones. Según fuentes oficiales, las personas fueron arrestadas por diferentes delitos, aunque aún no se han dado a conocer todos los detalles. Lo que sí se sabe es que las autoridades no andan jugando con estas cosas; buscan enviar un mensaje claro: la ley es para todos y no hay excusa que valga para romperla. Que si estás disfrazado, que si es Halloween, ninguna de esas sirve.
Guanacaste fue donde más acción hubo, especialmente en Santa Cruz, Cañas y Liberia. Ahí se decomisaron 37 motos, se pusieron a las órdenes de la Fiscalía a tres personas y se confiscaron nueve placas. Además, repartieron 198 citaciones, muchas de ellas por la falta del casco o del chaleco reflectivo. Parece que algunos prefirieron lucirse con sus disfraces que preocuparse por su seguridad… ¡qué despiche!
Pero ojo, esto no es solo cuestión de aplicar sanciones. También se trata de prevención. Este tipo de operativos forman parte de la estrategia del Ministerio de Seguridad Pública para mantener el orden público durante celebraciones masivas. Quieren evitar que estos eventos sean aprovechados por delincuentes para cometer actos ilícitos. Es una inversión en seguridad ciudadana, aunque a veces duela pagar las consecuencias.
La clave de todo esto es entender que la responsabilidad recae en cada uno de nosotros. No podemos esperar que la policía esté pendiente de todo. Tenemos que asumir nuestras acciones y respetar las reglas. Un casco, una placa, una licencia… son cosas básicas que garantizan nuestra seguridad y la de los demás. Así que la próxima vez que te pongas un disfraz, recuerda que la seguridad no tiene nada que ver con el número de trucos o caramelos que puedas conseguir.
En fin, Halloween pasó, las motos siguen decomisadas y seis mae tendrán que explicar sus acciones ante la justicia. Ahora me pregunto, ¿crees que los operativos policiales en fechas festivas como Halloween son necesarios y efectivos para garantizar la seguridad pública, o deberían enfocarse más en programas educativos y preventivos a largo plazo?
