¡Aguanta! Aquí les va la nota caliente del día. Juan Carlos Hidalgo, el candidato del PUSC, salió con la lengua bien afuera asegurando que ya tiene medio pie adentro a la segunda vuelta presidencial. El mae, con toda la confianza, no dudó en soltar unas cuantas pullas pa’ doña Laura Fernández del Pueblo Soberano, dejando caer que anda más escondida que chancla en convento.
Según Hidalgo, los guarismos lo avalan. Lo que las encuestas están diciendo es clarito: él pasará a la segunda ronda. Y no precisamente porque ande haciendo milagros, sino porque parece que la competencia directa le da urticaria. Se pasó un buen rato criticando la estrategia de Fernández, señalándola de evitar los debates y eventos públicos donde pueda enfrentarse directamente a sus contendientes. Dice que prefiere quedarse en entrevistas controladas, como si estuviera cuidándose de una picada de alacrán.
Este comentario lo hizo en entrevista para Impact Channel, donde aprovecha todas las oportunidades pa’ salir a relucir. El mae va con todo, buscando convencer al electorado de que es quien puede llevar a Costa Rica por el camino correcto. Ya saben cómo es esto: la política es un brete, y cada quien lucha por agarrarle el juguetito.
Ahora, lo interesante de todo esto es observar la dinámica de la campaña. Mientras Hidalgo anda dando tumbos por todos lados, lanzando arengas y promesas, Fernández parece andar en modo sigilo. Algunos analistas dicen que es una estrategia pa' bajarle el perfil y evitar meterse en polémicas innecesarias. Otros, más críticos, señalan que simplemente está perdiendo terreno y necesita reaccionar rápido. Ya estamos viendo que la cosa se pone interesante, diay.
Recordemos que estas declaraciones llegan en medio de una campaña presidencial que ha sido, digamos, bastante movidita. Las críticas han volado de un lado a otro, y cada candidato trata de destacar sus virtudes y exponer los defectos de sus rivales. Fabricio Alvarado también ha metido leña, principalmente apuntándole a la agenda LGTBIQ+ de Claudia Dobles. ¡Parece que la cosa está echada a perder!
Y hablando de controversias, recordemos el reciente escándalo relacionado con Laura Fernández y esos rumores de que querían ponerle drogas en el carro para sabotear su candidatura. ¡Qué vara más salada! Afortunadamente, no prosperó, pero demuestra hasta dónde llega la desesperación de algunos para poder llegar al Castillo. El mae busca cualquier oportunidad para atacar a la competencia.
Sin embargo, no todo son peleas y acusaciones. También hay espacio para buenas noticias. Por ejemplo, la celebración por el nombramiento de Laura Chinchilla, una figura clave para muchas mujeres en nuestro país. Su liderazgo sigue siendo un faro, como decían por ahí. Pero bueno, volviendo a la campaña, la cosa está prendiendo y el tiempo apremia. Hidalgo tiene razón en uno: la gente necesita ver a los candidatos, escuchar sus propuestas y decidir quién cree que puede mejorarle la vida a este país.
Entonces, mis panas, díganme ustedes: ¿creen que la estrategia de Hidalgo de confrontar directamente a Fernández le dará réditos en las encuestas, o creen que Fernández debería cambiar de táctica y salir a buscar más visibilidad? ¡Dejen sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensa la masa!
Según Hidalgo, los guarismos lo avalan. Lo que las encuestas están diciendo es clarito: él pasará a la segunda ronda. Y no precisamente porque ande haciendo milagros, sino porque parece que la competencia directa le da urticaria. Se pasó un buen rato criticando la estrategia de Fernández, señalándola de evitar los debates y eventos públicos donde pueda enfrentarse directamente a sus contendientes. Dice que prefiere quedarse en entrevistas controladas, como si estuviera cuidándose de una picada de alacrán.
Este comentario lo hizo en entrevista para Impact Channel, donde aprovecha todas las oportunidades pa’ salir a relucir. El mae va con todo, buscando convencer al electorado de que es quien puede llevar a Costa Rica por el camino correcto. Ya saben cómo es esto: la política es un brete, y cada quien lucha por agarrarle el juguetito.
Ahora, lo interesante de todo esto es observar la dinámica de la campaña. Mientras Hidalgo anda dando tumbos por todos lados, lanzando arengas y promesas, Fernández parece andar en modo sigilo. Algunos analistas dicen que es una estrategia pa' bajarle el perfil y evitar meterse en polémicas innecesarias. Otros, más críticos, señalan que simplemente está perdiendo terreno y necesita reaccionar rápido. Ya estamos viendo que la cosa se pone interesante, diay.
Recordemos que estas declaraciones llegan en medio de una campaña presidencial que ha sido, digamos, bastante movidita. Las críticas han volado de un lado a otro, y cada candidato trata de destacar sus virtudes y exponer los defectos de sus rivales. Fabricio Alvarado también ha metido leña, principalmente apuntándole a la agenda LGTBIQ+ de Claudia Dobles. ¡Parece que la cosa está echada a perder!
Y hablando de controversias, recordemos el reciente escándalo relacionado con Laura Fernández y esos rumores de que querían ponerle drogas en el carro para sabotear su candidatura. ¡Qué vara más salada! Afortunadamente, no prosperó, pero demuestra hasta dónde llega la desesperación de algunos para poder llegar al Castillo. El mae busca cualquier oportunidad para atacar a la competencia.
Sin embargo, no todo son peleas y acusaciones. También hay espacio para buenas noticias. Por ejemplo, la celebración por el nombramiento de Laura Chinchilla, una figura clave para muchas mujeres en nuestro país. Su liderazgo sigue siendo un faro, como decían por ahí. Pero bueno, volviendo a la campaña, la cosa está prendiendo y el tiempo apremia. Hidalgo tiene razón en uno: la gente necesita ver a los candidatos, escuchar sus propuestas y decidir quién cree que puede mejorarle la vida a este país.
Entonces, mis panas, díganme ustedes: ¿creen que la estrategia de Hidalgo de confrontar directamente a Fernández le dará réditos en las encuestas, o creen que Fernández debería cambiar de táctica y salir a buscar más visibilidad? ¡Dejen sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensa la masa!