¡Aguante, pura vida! Resulta que el candidato socialcristiano, Juan Carlos Hidalgo, le ha echado caña al sector empresarial, diciéndoles clarito que no se pueden ir de tranquilos mientras se amenaza la democracia en Costa Rica. El mae, con toda la razón, les dijo que no hagan tratos raritos a cambio de unos cuantos colones.
La cosa es que Hidalgo hizo este llamado durante un conversatorio sobre empleo, inversión y democracia, organizado por la UCCAEP, ahí mismo en el Crowne Plaza. Imagínate, un montón de jeferazos y empresarios escuchándolo hablar de cómo defender la república. Se dice que hasta algunos se pusieron un poco colorados, ¡qué torta!
Según Hidalgo, la estabilidad del país, tanto la economía como la política, dependen de que todos nos pongamos las pilas y defendamos el Estado de Derecho. No podemos estar pensando solo en el bolsillo y dejar que otros se lucren a costa de nuestras libertades. Él mismo puso ejemplos de Nicaragua y Venezuela, pa’ que vean cómo termina la cosa si uno se hace el loco.
El candidato argumentó que la complacencia del sector privado con gobiernos autoritarios ha sido un factor clave en la erosión de las libertades en esos países. Piensa nomás, si los negocios están bien, da igual quien esté mandando, ¿verdad? Pues Hidalgo dice que eso es peligroso y que hay que ponerle atención.
Y no solamente habló de dinero, sino que recalcó que la defensa de la democracia es responsabilidad de todos los ticos. Desde el taxista hasta el presidente, pasando por el banquero y el campesino. Todos tenemos que hacer nuestra parte para mantener viva la llama de la libertad. Pa' él, esto no es una moda ni una ocurrencia, sino una necesidad urgente.
En medio de tanta conversación seria, Hidalgo aprovechó para recordar que el PUSC siempre ha sido garante de la democracia y del Estado de Derecho. Dijo que ellos sí se van a poner la camiseta y defender los valores costarricenses, incluso si eso implica pelear contra corrientes poderosas. Que no se achicaran, vamos.
Ahora, muchos se preguntan si este discurso de Hidalgo tendrá eco entre los empresarios. Algunos dicen que ya es tarde, que el daño está hecho. Otros creen que aún hay tiempo para cambiar el rumbo y que el mensaje del candidato puede servir como un wake up call. De cualquier forma, la pelota está en el tejado del sector privado. Será interesante ver qué hacen, porque el futuro del país podría depender de ello.
Así que, mi gente, acá va la pregunta para el foro: ¿Realmente creen que el sector empresarial está dispuesto a arriesgar sus ganancias para defender la democracia costarricense? ¿O preferirán seguir buscando atajos y favores políticos? ¡Déjenme sus opiniones, a ver qué sale de este brete!
La cosa es que Hidalgo hizo este llamado durante un conversatorio sobre empleo, inversión y democracia, organizado por la UCCAEP, ahí mismo en el Crowne Plaza. Imagínate, un montón de jeferazos y empresarios escuchándolo hablar de cómo defender la república. Se dice que hasta algunos se pusieron un poco colorados, ¡qué torta!
Según Hidalgo, la estabilidad del país, tanto la economía como la política, dependen de que todos nos pongamos las pilas y defendamos el Estado de Derecho. No podemos estar pensando solo en el bolsillo y dejar que otros se lucren a costa de nuestras libertades. Él mismo puso ejemplos de Nicaragua y Venezuela, pa’ que vean cómo termina la cosa si uno se hace el loco.
El candidato argumentó que la complacencia del sector privado con gobiernos autoritarios ha sido un factor clave en la erosión de las libertades en esos países. Piensa nomás, si los negocios están bien, da igual quien esté mandando, ¿verdad? Pues Hidalgo dice que eso es peligroso y que hay que ponerle atención.
Y no solamente habló de dinero, sino que recalcó que la defensa de la democracia es responsabilidad de todos los ticos. Desde el taxista hasta el presidente, pasando por el banquero y el campesino. Todos tenemos que hacer nuestra parte para mantener viva la llama de la libertad. Pa' él, esto no es una moda ni una ocurrencia, sino una necesidad urgente.
En medio de tanta conversación seria, Hidalgo aprovechó para recordar que el PUSC siempre ha sido garante de la democracia y del Estado de Derecho. Dijo que ellos sí se van a poner la camiseta y defender los valores costarricenses, incluso si eso implica pelear contra corrientes poderosas. Que no se achicaran, vamos.
Ahora, muchos se preguntan si este discurso de Hidalgo tendrá eco entre los empresarios. Algunos dicen que ya es tarde, que el daño está hecho. Otros creen que aún hay tiempo para cambiar el rumbo y que el mensaje del candidato puede servir como un wake up call. De cualquier forma, la pelota está en el tejado del sector privado. Será interesante ver qué hacen, porque el futuro del país podría depender de ello.
Así que, mi gente, acá va la pregunta para el foro: ¿Realmente creen que el sector empresarial está dispuesto a arriesgar sus ganancias para defender la democracia costarricense? ¿O preferirán seguir buscando atajos y favores políticos? ¡Déjenme sus opiniones, a ver qué sale de este brete!