¡Aguántense, pura vida! Parece que el tema de la inteligencia artificial ya no es ciencia ficción acá en Costa Rica. El proyecto de ley que busca ponerle freno – o al menos reglas– a cómo se usa la IA en el país salió de la comisión de Ciencia, Tecnología y Educación y ahora va directo al plenario de la Asamblea Legislativa. Esto significa que pronto vamos a escuchar debates, propuestas y seguramente, algún que otro chinchorreo político alrededor de este tema que nos afecta a todos, diay.
La idea detrás de toda esta movida, según dicen los diputados, es proteger nuestros derechos y asegurarnos de que la IA no se use para manipularnos ni para explotar a los más vulnerables. Se habla de ética, transparencia y responsabilidad, cosas que siempre suenan muy bien en teoría, pero a ver si luego se traducen en acciones concretas. Recordemos que el año pasado ya habían intentado algo parecido, aunque ese proyecto, según los rumores, nació con la ayuda de ChatGPT... ¡imagínate! Una herramienta de IA escribiendo leyes sobre cómo controlar la IA, qué ironía más grande, ¿verdad?
Lo que me preocupa, y creo que debería preocuparle a todos, es cómo realmente se aplicarán estas regulaciones. Por ejemplo, el tema de la identificación biométrica en tiempo real. La ley dice que solo pueden usarla las autoridades públicas y con una orden judicial, pero ¿quién vigila que esto se cumpla? ¿Y qué pasa con las empresas privadas que ya están experimentando con la IA en áreas como la seguridad y el comercio? ¿Será que tendremos que esperar a que alguien se jale una torta para empezar a tomar cartas en el asunto?
Otro punto importante es la obligatoriedad de informar a los usuarios cuando estén interactuando con sistemas de IA. Suena lindo, pero ¿cómo te aseguran de que realmente entiendas lo que estás aceptando cuando le das “aceptar” a un montón de términos y condiciones interminables? Es como esas veces que firmamos documentos sin leer, pensando que todo está bien, y luego nos llevamos una sorpresa desagradable. ¡Qué vara!
Y no olvidemos el papel del Micitt (Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones), que será el encargado de evaluar y autorizar todas las actividades relacionadas con la IA. ¡Imagínate la pila de papeleos! A ver si no terminan ahogados en bretes y la aprobación de proyectos se va al traste. Será fundamental que tengan personal capacitado y recursos suficientes para hacer bien su trabajo, porque de eso depende el futuro de la innovación tecnológica en nuestro país.
Pero no todo es negativo, claro. La regulación de la IA puede traer beneficios importantes, como estimular la creación de empresas locales que desarrollen soluciones innovadoras y adaptadas a nuestras necesidades. Podríamos estar hablando de nuevas oportunidades laborales, de mejoras en los servicios públicos e incluso de avances en áreas como la salud y la educación. Sin embargo, para lograrlo, necesitamos un equilibrio entre la promoción de la innovación y la protección de los derechos ciudadanos. Un chino complicado, sin duda alguna.
Ahora, viendo todo esto, me pregunto… ¿Estamos realmente preparados para integrar la inteligencia artificial en nuestra sociedad? ¿Será que estamos poniendo demasiado énfasis en la tecnología y descuidando aspectos fundamentales como la ética, la privacidad y la equidad social? ¿Se estarán aprovechando estos temas para distraernos de otras varas más urgentes que tenemos pendientes en el país?
Entonces, la gran pregunta para nosotros, los usuarios del Foro, es la siguiente: ¿Qué medidas crees que deberíamos implementar, además de esta ley, para asegurarnos de que la inteligencia artificial se utilice de manera responsable y beneficiosa para todos los costarricenses? Déjanos tus ideas en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensas!
La idea detrás de toda esta movida, según dicen los diputados, es proteger nuestros derechos y asegurarnos de que la IA no se use para manipularnos ni para explotar a los más vulnerables. Se habla de ética, transparencia y responsabilidad, cosas que siempre suenan muy bien en teoría, pero a ver si luego se traducen en acciones concretas. Recordemos que el año pasado ya habían intentado algo parecido, aunque ese proyecto, según los rumores, nació con la ayuda de ChatGPT... ¡imagínate! Una herramienta de IA escribiendo leyes sobre cómo controlar la IA, qué ironía más grande, ¿verdad?
Lo que me preocupa, y creo que debería preocuparle a todos, es cómo realmente se aplicarán estas regulaciones. Por ejemplo, el tema de la identificación biométrica en tiempo real. La ley dice que solo pueden usarla las autoridades públicas y con una orden judicial, pero ¿quién vigila que esto se cumpla? ¿Y qué pasa con las empresas privadas que ya están experimentando con la IA en áreas como la seguridad y el comercio? ¿Será que tendremos que esperar a que alguien se jale una torta para empezar a tomar cartas en el asunto?
Otro punto importante es la obligatoriedad de informar a los usuarios cuando estén interactuando con sistemas de IA. Suena lindo, pero ¿cómo te aseguran de que realmente entiendas lo que estás aceptando cuando le das “aceptar” a un montón de términos y condiciones interminables? Es como esas veces que firmamos documentos sin leer, pensando que todo está bien, y luego nos llevamos una sorpresa desagradable. ¡Qué vara!
Y no olvidemos el papel del Micitt (Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones), que será el encargado de evaluar y autorizar todas las actividades relacionadas con la IA. ¡Imagínate la pila de papeleos! A ver si no terminan ahogados en bretes y la aprobación de proyectos se va al traste. Será fundamental que tengan personal capacitado y recursos suficientes para hacer bien su trabajo, porque de eso depende el futuro de la innovación tecnológica en nuestro país.
Pero no todo es negativo, claro. La regulación de la IA puede traer beneficios importantes, como estimular la creación de empresas locales que desarrollen soluciones innovadoras y adaptadas a nuestras necesidades. Podríamos estar hablando de nuevas oportunidades laborales, de mejoras en los servicios públicos e incluso de avances en áreas como la salud y la educación. Sin embargo, para lograrlo, necesitamos un equilibrio entre la promoción de la innovación y la protección de los derechos ciudadanos. Un chino complicado, sin duda alguna.
Ahora, viendo todo esto, me pregunto… ¿Estamos realmente preparados para integrar la inteligencia artificial en nuestra sociedad? ¿Será que estamos poniendo demasiado énfasis en la tecnología y descuidando aspectos fundamentales como la ética, la privacidad y la equidad social? ¿Se estarán aprovechando estos temas para distraernos de otras varas más urgentes que tenemos pendientes en el país?
Entonces, la gran pregunta para nosotros, los usuarios del Foro, es la siguiente: ¿Qué medidas crees que deberíamos implementar, además de esta ley, para asegurarnos de que la inteligencia artificial se utilice de manera responsable y beneficiosa para todos los costarricenses? Déjanos tus ideas en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensas!