¡Aguántense, pura vida! La Comisión Costarricense de Electricidad (ICE) acaba de meterle un buen golpe al changüey ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Resulta que le aprobaron un crédito jugosísimo de 200 palos verdes pa’ ponerle velas al sistema eléctrico nacional y hacerlo más moderno que un iPhone nuevo. Esto significa que vamos a ver mejoras que hasta ahora eran pura fantasía, mándale chismógrafo.
La movida, que ya lleva rato en los fogones, se formalizó este viernes pasado. El BID le dio luz verde a la operación CR-L1157, que se llama ‘Segundo Programa de Energía Renovable, Transmisión y Distribución de Electricidad’. Un nombre largo sí, pero bueno, así son las cosas burocráticas, ¿qué se va hacer? Lo importante es que esto tiene que ver con impulsar energías limpias y modernizar toda la vaina eléctrica, desde cómo generamos la corriente hasta cómo llega a nuestras casas. Digamos que nos están poniendo a nivel internacional en cuanto a eficiencia energética.
Lo que más me tiene emocionado, y seguramente a muchos otros, es que van a darle una manita de gato a la hidroeléctrica Ventanas Garita, allá en Turrúcares de Alajuela. Esa planta, que ya tiene unos añitos (desde 1987, ay, cómo pasa el tiempo!), necesita una renovación urgente pa’ seguir funcionando bien por los próximos 30 años. Imagínate tener 30 años más de servicio, eso sí es resistencia. Además, le darán un empujón a la fiabilidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Que no nos anden apagando las luces en medio de la noche, eso es inaceptable.
Pero esperen que hay más. Este programa también implica reemplazar casi 40 mil lámparas viejas y gastonas por unas nuevas de LED. ¡Y eso sí que marca la diferencia! No solo ahorramos electricidad a lo bestia, sino que también bajamos los gastos de mantenimiento. Menos plata pa’ pagar en la factura, ahí nadie dice que no, ¿verdad, vecinos?
Ahora, algunos dirán que doscientos millones de dólares es una lana considerable, y tienen razón. Pero piensen que estamos invirtiendo en nuestro futuro, en la seguridad energética de Costa Rica. Es como comprarle un buen carro a uno mismo, uno que te dure mucho tiempo y te dé tranquilidad. Además, el BID le puso condiciones claras al ICE pa’ que la plata se use bien y no se vaya en cosas turbias. Así que, aunque siempre haya detractores, esta parece ser una inversión inteligente a largo plazo. Venga, que no sean aguafiestas.
Este tipo de proyectos son esenciales para mantenernos competitivos y adaptarnos a los desafíos del siglo XXI. Costa Rica siempre ha sido líder en temas ambientales, y esto demuestra que seguimos comprometidos con un futuro sostenible. Vamos a dejarle un planeta decente a nuestros hijos y nietos, eso sí es importante. Y por supuesto, el BID está apostando fuerte por nosotros, porque ven que tenemos potencial pa’ brillar aún más en la región.
Si nos ponemos a pensar en todos los beneficios que traerá esta inversión, nos damos cuenta de que es una gran oportunidad para crecer como país. Más empleos, más desarrollo tecnológico, más calidad de vida para todos. Que no se les escape, esto no es solo un crédito, es una puerta abierta a un futuro prometedor. Y hablando de futuro, ¿quién no quiere vivir en un país donde la luz nunca se apaga y la energía es limpia y barata?
Entonces, mi gente, díganme sinceramente: ¿creen que esta inversión del BID será suficiente para transformar el sistema eléctrico costarricense por completo, o todavía necesitamos buscar otras alternativas pa’ asegurar un suministro energético estable y sostenible a largo plazo? ¡Démemelo en los comentarios!
La movida, que ya lleva rato en los fogones, se formalizó este viernes pasado. El BID le dio luz verde a la operación CR-L1157, que se llama ‘Segundo Programa de Energía Renovable, Transmisión y Distribución de Electricidad’. Un nombre largo sí, pero bueno, así son las cosas burocráticas, ¿qué se va hacer? Lo importante es que esto tiene que ver con impulsar energías limpias y modernizar toda la vaina eléctrica, desde cómo generamos la corriente hasta cómo llega a nuestras casas. Digamos que nos están poniendo a nivel internacional en cuanto a eficiencia energética.
Lo que más me tiene emocionado, y seguramente a muchos otros, es que van a darle una manita de gato a la hidroeléctrica Ventanas Garita, allá en Turrúcares de Alajuela. Esa planta, que ya tiene unos añitos (desde 1987, ay, cómo pasa el tiempo!), necesita una renovación urgente pa’ seguir funcionando bien por los próximos 30 años. Imagínate tener 30 años más de servicio, eso sí es resistencia. Además, le darán un empujón a la fiabilidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Que no nos anden apagando las luces en medio de la noche, eso es inaceptable.
Pero esperen que hay más. Este programa también implica reemplazar casi 40 mil lámparas viejas y gastonas por unas nuevas de LED. ¡Y eso sí que marca la diferencia! No solo ahorramos electricidad a lo bestia, sino que también bajamos los gastos de mantenimiento. Menos plata pa’ pagar en la factura, ahí nadie dice que no, ¿verdad, vecinos?
Ahora, algunos dirán que doscientos millones de dólares es una lana considerable, y tienen razón. Pero piensen que estamos invirtiendo en nuestro futuro, en la seguridad energética de Costa Rica. Es como comprarle un buen carro a uno mismo, uno que te dure mucho tiempo y te dé tranquilidad. Además, el BID le puso condiciones claras al ICE pa’ que la plata se use bien y no se vaya en cosas turbias. Así que, aunque siempre haya detractores, esta parece ser una inversión inteligente a largo plazo. Venga, que no sean aguafiestas.
Este tipo de proyectos son esenciales para mantenernos competitivos y adaptarnos a los desafíos del siglo XXI. Costa Rica siempre ha sido líder en temas ambientales, y esto demuestra que seguimos comprometidos con un futuro sostenible. Vamos a dejarle un planeta decente a nuestros hijos y nietos, eso sí es importante. Y por supuesto, el BID está apostando fuerte por nosotros, porque ven que tenemos potencial pa’ brillar aún más en la región.
Si nos ponemos a pensar en todos los beneficios que traerá esta inversión, nos damos cuenta de que es una gran oportunidad para crecer como país. Más empleos, más desarrollo tecnológico, más calidad de vida para todos. Que no se les escape, esto no es solo un crédito, es una puerta abierta a un futuro prometedor. Y hablando de futuro, ¿quién no quiere vivir en un país donde la luz nunca se apaga y la energía es limpia y barata?
Entonces, mi gente, díganme sinceramente: ¿creen que esta inversión del BID será suficiente para transformar el sistema eléctrico costarricense por completo, o todavía necesitamos buscar otras alternativas pa’ asegurar un suministro energético estable y sostenible a largo plazo? ¡Démemelo en los comentarios!
