¡Ay, Dios mío, qué rollo! La encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la UCR salió este miércoles y nos dejó a todos con la boca abierta. Con apenas nueve semanas para las elecciones de febrero, parece que nadie sabe realmente a quién darle su voto. La verdad, la cosa está más picada que gallina pituca.
Según el estudio, casi la mitad del país, ¡el 45%! — se mantiene indeciso. Esto significa que la carrera presidencial está lejos de tener un claro favorito. Imagínense la movida que les espera a los candidatos: tienen que convencer a estos indecisos, y eso no es tarea fácil, máxime cuando la información es tanta que hasta uno se confunde.
El partido oficialista, con el Partido Pueblo Soberano liderando con un 30% de intención de voto, va un poquito adelante, pero ni loco alcanza para que Laura Fernández llegue a la presidencia directamente. Necesitaríamos irnos a una segunda vuelta en abril, y ahí la cosa se pone aún más interesante. Un 30% es bastante, sí, pero a estas alturas, con tanta incertidumbre, no es suficiente para cantar victoria.
Lo curioso es que, aunque el Pueblo Soberano tiene la mayor cantidad de respaldo, el resto de los aspirantes están bastante atrás. Ninguno llega al 10%, y algunos ni siquiera superan el margen de error de la encuesta. Ahí entran Álvaro Ramos de PLN, Ariel Robles del Frente Amplio y Claudia Dobles de Agenda Ciudadana, dando la impresión de que sería un empate técnico si sumamos sus votaciones. ¡Una verdadera papeleta!
El CIEP utiliza un modelo panel, preguntándole siempre a las mismas personas para evaluar sus preferencias. Se supone que así se ven los cambios con más precisión. Pero ojo, porque de las 3,003 entrevistas iniciales, 1,264 gente prefirió ya no participar. ¡Imagínate la bronca! Y lo peor es que la mayoría de esos que se bajaron del estudio eran justamente los indecisos... Así que la muestra final quedó con 1,759 personas, lo cual no deja de ser un número considerable.
Un dato que me llamó mucho la atención es que alrededor de una quinta parte de los que tenían candidato definido en octubre ya cambiaron de opinión o simplemente se volvieron indecisos. Por otro lado, un 30% de aquellos que estaban indecisos en octubre ahora sí tienen una opción. Eso demuestra que la campaña está haciendo efecto, aunque sea en un porcentaje pequeño. Y para colmo, el 69% del padrón electoral dice estar dispuesto a ir a votar. ¡Eso sí que es importante!
Con las campañas a todo motor y la “tregua” acercándose, las próximas semanas, especialmente el mes de enero, van a ser cruciales para ver cómo se define todo esto. Los candidatos tendrán que ponerle toda la carne al asador para convencer a esos indecisos y conseguir los votos necesarios para llegar a Casa Amarilla. La pelea está servida, mi gente, ¡y promete ser de infarto!
Ahora dime tú, ¿crees que la gran cantidad de indecisos beneficia a alguno de los candidatos en particular o simplemente crea más volatilidad en la carrera hacia la presidencia? ¿Y cuál es tu estrategia personal para mantenerte informado y tomar una decisión consciente antes del día de las elecciones?
Según el estudio, casi la mitad del país, ¡el 45%! — se mantiene indeciso. Esto significa que la carrera presidencial está lejos de tener un claro favorito. Imagínense la movida que les espera a los candidatos: tienen que convencer a estos indecisos, y eso no es tarea fácil, máxime cuando la información es tanta que hasta uno se confunde.
El partido oficialista, con el Partido Pueblo Soberano liderando con un 30% de intención de voto, va un poquito adelante, pero ni loco alcanza para que Laura Fernández llegue a la presidencia directamente. Necesitaríamos irnos a una segunda vuelta en abril, y ahí la cosa se pone aún más interesante. Un 30% es bastante, sí, pero a estas alturas, con tanta incertidumbre, no es suficiente para cantar victoria.
Lo curioso es que, aunque el Pueblo Soberano tiene la mayor cantidad de respaldo, el resto de los aspirantes están bastante atrás. Ninguno llega al 10%, y algunos ni siquiera superan el margen de error de la encuesta. Ahí entran Álvaro Ramos de PLN, Ariel Robles del Frente Amplio y Claudia Dobles de Agenda Ciudadana, dando la impresión de que sería un empate técnico si sumamos sus votaciones. ¡Una verdadera papeleta!
El CIEP utiliza un modelo panel, preguntándole siempre a las mismas personas para evaluar sus preferencias. Se supone que así se ven los cambios con más precisión. Pero ojo, porque de las 3,003 entrevistas iniciales, 1,264 gente prefirió ya no participar. ¡Imagínate la bronca! Y lo peor es que la mayoría de esos que se bajaron del estudio eran justamente los indecisos... Así que la muestra final quedó con 1,759 personas, lo cual no deja de ser un número considerable.
Un dato que me llamó mucho la atención es que alrededor de una quinta parte de los que tenían candidato definido en octubre ya cambiaron de opinión o simplemente se volvieron indecisos. Por otro lado, un 30% de aquellos que estaban indecisos en octubre ahora sí tienen una opción. Eso demuestra que la campaña está haciendo efecto, aunque sea en un porcentaje pequeño. Y para colmo, el 69% del padrón electoral dice estar dispuesto a ir a votar. ¡Eso sí que es importante!
Con las campañas a todo motor y la “tregua” acercándose, las próximas semanas, especialmente el mes de enero, van a ser cruciales para ver cómo se define todo esto. Los candidatos tendrán que ponerle toda la carne al asador para convencer a esos indecisos y conseguir los votos necesarios para llegar a Casa Amarilla. La pelea está servida, mi gente, ¡y promete ser de infarto!
Ahora dime tú, ¿crees que la gran cantidad de indecisos beneficia a alguno de los candidatos en particular o simplemente crea más volatilidad en la carrera hacia la presidencia? ¿Y cuál es tu estrategia personal para mantenerte informado y tomar una decisión consciente antes del día de las elecciones?