¡Ay, Dios mío! Aquí vamos otra vez con la crónica de cómo nuestros funcionarios se la gastan con nuestras guayas y dejan todo medio bizco. Esta vez, la cosa pinta fea con los proyectos de infraestructura. Según la Cámara Costarricense de la Construcción (CCC), estamos hablando de retrasos de hasta 2.5 años en promedios, ¡y eso es pa’ que se muerdan el pelo!
Resulta que la Ruta 32, esa que tanto sufrimos, la Circunvalación y el tramo de Barranca-Limonal están acumulando días de atraso que dan cosa. Algunos proyectos han rozado los cinco años de demora desde que pusieron la primera piedra, ¡una verdadera torta! Y ni hablar de los sobrecostos, que andan rondando el 38.6% del presupuesto inicial. Imagínate qué se podría hacer con ese dinero.
¿La razón detrás de este desastre? Pues parece que nuestros amiguetes de las autoridades empiezan a construir antes de terminar de pensar. No hacen la preingeniería completa, esas cosas de estudiar dónde van las tuberías, quién tiene que reubicar sus negocios, y demás. Es como querer subir una montaña sin mapa, ¡pa’ caerse uno!
Randall Murillo, el director ejecutivo de la CCC, nos soltó la bomba: “Cada año sumamos unos 280 días de ampliación de plazo, y apenas avanzamos 85 días al año en la obra. La falta de preingeniería es la casusa principal”. Dice el señor que es una preocupación enorme, y vaya si lo es, porque afecta directamente nuestro bolsillo y nuestra calidad de vida. ¿Cómo vamos a estar si seguimos así?
Y ni hablar del último añito (mayo 2024 – 2025). Los proyectos no solo se hicieron más caros, sino que los contratos a los contratistas fueron mayores que el trabajo hecho. ¡Eso significa que les pagamos para no hacer nada! Menos mal que algunos todavía se esfuerzan, aunque la vara esté alta.
Pablo Quirós, investigador de la CCC, nos puso las cosas claras: “Lo ideal sería empezar los proyectos con toda la preingeniería lista. Expropiaciones hechas, servicios coordinados…si no, nos causamos dolores de cabeza”. Él sabe de lo que habla, porque vive viendo estas situaciones día tras día.
Murillo también nos recordó que necesitamos cambiar la mentalidad cortoplacista. “Tenemos que tomar tiempo para hacer los proyectos bien definidos, con una visión a largo plazo”. Claro, pero eso implica dejar de lado la necesidad de aparecer rápido y pensar en el futuro de todos nosotros. Como dice el dicho, 'más vale pájaro en mano que cien volando' y parece que a veces olvidamos que hay que sentar las bases antes de levantar el techo.
En fin, parece que la infraestructura en Costa Rica sigue siendo un brete complicado. Con todo este panorama, me pregunto: ¿cree usted que realmente podemos esperar que nuestros gobernantes cambien su forma de trabajar y empiecen a planificar el futuro del país, o estamos condenados a seguir viviendo en un círculo vicioso de atrasos y sobrecostos? ¡Déjeme su opinión en el foro!
Resulta que la Ruta 32, esa que tanto sufrimos, la Circunvalación y el tramo de Barranca-Limonal están acumulando días de atraso que dan cosa. Algunos proyectos han rozado los cinco años de demora desde que pusieron la primera piedra, ¡una verdadera torta! Y ni hablar de los sobrecostos, que andan rondando el 38.6% del presupuesto inicial. Imagínate qué se podría hacer con ese dinero.
¿La razón detrás de este desastre? Pues parece que nuestros amiguetes de las autoridades empiezan a construir antes de terminar de pensar. No hacen la preingeniería completa, esas cosas de estudiar dónde van las tuberías, quién tiene que reubicar sus negocios, y demás. Es como querer subir una montaña sin mapa, ¡pa’ caerse uno!
Randall Murillo, el director ejecutivo de la CCC, nos soltó la bomba: “Cada año sumamos unos 280 días de ampliación de plazo, y apenas avanzamos 85 días al año en la obra. La falta de preingeniería es la casusa principal”. Dice el señor que es una preocupación enorme, y vaya si lo es, porque afecta directamente nuestro bolsillo y nuestra calidad de vida. ¿Cómo vamos a estar si seguimos así?
Y ni hablar del último añito (mayo 2024 – 2025). Los proyectos no solo se hicieron más caros, sino que los contratos a los contratistas fueron mayores que el trabajo hecho. ¡Eso significa que les pagamos para no hacer nada! Menos mal que algunos todavía se esfuerzan, aunque la vara esté alta.
Pablo Quirós, investigador de la CCC, nos puso las cosas claras: “Lo ideal sería empezar los proyectos con toda la preingeniería lista. Expropiaciones hechas, servicios coordinados…si no, nos causamos dolores de cabeza”. Él sabe de lo que habla, porque vive viendo estas situaciones día tras día.
Murillo también nos recordó que necesitamos cambiar la mentalidad cortoplacista. “Tenemos que tomar tiempo para hacer los proyectos bien definidos, con una visión a largo plazo”. Claro, pero eso implica dejar de lado la necesidad de aparecer rápido y pensar en el futuro de todos nosotros. Como dice el dicho, 'más vale pájaro en mano que cien volando' y parece que a veces olvidamos que hay que sentar las bases antes de levantar el techo.
En fin, parece que la infraestructura en Costa Rica sigue siendo un brete complicado. Con todo este panorama, me pregunto: ¿cree usted que realmente podemos esperar que nuestros gobernantes cambien su forma de trabajar y empiecen a planificar el futuro del país, o estamos condenados a seguir viviendo en un círculo vicioso de atrasos y sobrecostos? ¡Déjeme su opinión en el foro!
