¡Ay, Dios mío, qué vaina! Resulta que el gerente general del INVU, Marco Hidalgo Zúñiga, se mandó una torta monumental. Estuvo de vacaciones en Europa, sí, ¡en pleno juicio!
Todo empezó con un juicio contra el INVU interpone por la exfuncionaria Xinia Ramírez, quien denunciaba haber sido despedida injustamente. Hidalgo debía testificar, pero desapareció, alegando compromisos laborales urgentes y confidenciales afuera del país. ¡Un despiche!, pensamos todos.
Pero la cosa se puso aún peor. Averiguaron que esos “compromisos laborales” eran pura invención, ¡una ganzúa pa’ salir del paso! Documentos oficiales del INVU, ¡sí señor!, y registros migratorios desenmascararon la verdad: el mae andaba paseándose por Europa de vacaciones, ¡y acompañado de una periodista del mismo INVU!
Los jueces, hartos de tanta pelazón, le dieron la razón a Ramírez. Calificaron la maniobra como una táctica dilatoria, rechazaron postergar la audiencia y dejaron claro que esto no se podía seguir demorando. ¡Y encima, le ganaron al Estado!, eso sí que es romperlo.
Ahora, Ramírez espera que el INVU le pague la liquidación y los daños causados por el despido injustificado. El Poder Judicial confirmaron que hay sentencia, pero todavía corre el plazo para apelar. ¡Esto promete echarle salsa al arroz!
Lo más curioso es que Hidalgo, a través de su abogado, pidió suspender la audiencia argumentando que estaba en un viaje esencial para el INVU y lleno de secretos de estado. Pero, ey, ¡las pruebas hablaron por sí solas! Certificaciones de vacaciones, pasajes aéreos comprados con anticipación...todo apuntaba a unas vacaciones bien merecidas, lejos del brete del INVU.
Las autoridades, bien enojadas, advirtieron que si esto vuelve a pasar, van a aplicar sanciones durísimas, incluso podrían meter al abogado en problemas con el Colegio de Abogados. ¡Menos mal que nos sacaron de esta papa quemada antes de que se pusiera peor!
Después de este rollo, me pregunto: ¿Creemos que los funcionarios públicos deberían tener más ética y transparencia en sus acciones, o es normal que se tomen vacaciones dejando todo patas arriba?
Todo empezó con un juicio contra el INVU interpone por la exfuncionaria Xinia Ramírez, quien denunciaba haber sido despedida injustamente. Hidalgo debía testificar, pero desapareció, alegando compromisos laborales urgentes y confidenciales afuera del país. ¡Un despiche!, pensamos todos.
Pero la cosa se puso aún peor. Averiguaron que esos “compromisos laborales” eran pura invención, ¡una ganzúa pa’ salir del paso! Documentos oficiales del INVU, ¡sí señor!, y registros migratorios desenmascararon la verdad: el mae andaba paseándose por Europa de vacaciones, ¡y acompañado de una periodista del mismo INVU!
Los jueces, hartos de tanta pelazón, le dieron la razón a Ramírez. Calificaron la maniobra como una táctica dilatoria, rechazaron postergar la audiencia y dejaron claro que esto no se podía seguir demorando. ¡Y encima, le ganaron al Estado!, eso sí que es romperlo.
Ahora, Ramírez espera que el INVU le pague la liquidación y los daños causados por el despido injustificado. El Poder Judicial confirmaron que hay sentencia, pero todavía corre el plazo para apelar. ¡Esto promete echarle salsa al arroz!
Lo más curioso es que Hidalgo, a través de su abogado, pidió suspender la audiencia argumentando que estaba en un viaje esencial para el INVU y lleno de secretos de estado. Pero, ey, ¡las pruebas hablaron por sí solas! Certificaciones de vacaciones, pasajes aéreos comprados con anticipación...todo apuntaba a unas vacaciones bien merecidas, lejos del brete del INVU.
Las autoridades, bien enojadas, advirtieron que si esto vuelve a pasar, van a aplicar sanciones durísimas, incluso podrían meter al abogado en problemas con el Colegio de Abogados. ¡Menos mal que nos sacaron de esta papa quemada antes de que se pusiera peor!
Después de este rollo, me pregunto: ¿Creemos que los funcionarios públicos deberían tener más ética y transparencia en sus acciones, o es normal que se tomen vacaciones dejando todo patas arriba?
