Maes, ¿cuántas veces no han estado en la fila de la pulpe o esperando al compa de la lotería para comprar chances y terminan con ese papelito larguísimo, medio transparente, que uno a veces ni entiende? Pues bueno, apunten la fecha porque a partir del 20 de agosto esa vara va a cambiar. La Junta de Protección Social (JPS) acaba de anunciar que le va a meter mano al diseño del comprobante, sobre todo para la gente que vende lotería electrónica. Y aunque a primera vista parece un cambio menor, diay, como todo en este país, el diablo está en los detalles y uno se pregunta si esto de verdad viene a facilitar el brete o a complicarlo.
Vamos al grano. ¿Qué es lo que cambia en este chunche? Según el comunicado de la JPS, hay tres movidas principales. La primera, y quizás la más vistosa, es que el famoso código QR ahora va a estar de primerito en el tiquete, arriba de todo. Uno se imagina que esto es para que la revisión sea más ágil, que no haya que andar buscando el código por todo el papel como si fuera un tesoro escondido. Lo segundo es que ahora el recibo va a tener una identificación clara del punto de venta. O sea, ya no va a ser un papel anónimo; va a decir de una vez quién se lo vendió a uno, lo que suena a más control (y ya vamos a hablar de eso). Y por último, el desorden de números se acabó: ahora todo va a venir separado por producto (lotería, chances), con subtotales y un total general al final. Se acabó eso de tener que sacar la calculadora del cel para ver si le cobraron bien.
Ahora, esta vara no es solo para que el tiquete se vea más 'aesthetic'. Pensemos en los que están detrás del mostrador. Para los vendedores, esto significa un nuevo sistema al que acostumbrarse. Si bien un tiquete más claro podría reducir las discusiones con clientes confundidos, también implica que la JPS va a tener un ojo más encima. La identificación del punto de venta no es casualidad; es una herramienta de fiscalización. Diay, uno se imagina que es para tener más control sobre la venta legal y, de paso, complicarle la vida a la venta clandestina. Es una jugada lógica por parte de la Junta, pero para el vendedor de a pie, que ya lidia con suficiente, es otra regla más en el juego.
El que la información venga dividida y subtotalizada suena bien en el papel. Por un lado, da más transparencia y orden. Pero por otro, uno se pregunta si al principio no va a enredar más la cosa, especialmente para los vendedores más veteranos que llevan décadas manejando el sistema a su manera. La JPS, muy consciente de que un cambio así puede generar roncha, ya tiró un salvavidas: un número de WhatsApp (8740-9963) para reportes o dudas. Ya me imagino ese chat echando humo el 20 de agosto, con fotos de tiquetes y audios de vendedores diciendo: "Mae, ¡¿y esta vara cómo se lee ahora?!".
Al final del día, es un ajuste pequeño con implicaciones grandes. Un simple rediseño de un comprobante nos habla de digitalización, de fiscalización y del eterno balance entre modernizar un sistema y no dejar a nadie botado en el proceso. Es un paso adelante, sin duda, pero la verdadera prueba de fuego será ver cómo reaccionan los que están en la primera línea de batalla: los vendedores. Así que la próxima vez que compren lotería, fíjense bien en el papelito nuevo. Maes, ¿ustedes qué? ¿Les cuadra el cambio o es puro maquillaje para un sistema que necesita más que un tiquete nuevo? ¿Creen que esto de verdad ayuda a los vendedores o es solo más brete para ellos? ¡Los leo!
Vamos al grano. ¿Qué es lo que cambia en este chunche? Según el comunicado de la JPS, hay tres movidas principales. La primera, y quizás la más vistosa, es que el famoso código QR ahora va a estar de primerito en el tiquete, arriba de todo. Uno se imagina que esto es para que la revisión sea más ágil, que no haya que andar buscando el código por todo el papel como si fuera un tesoro escondido. Lo segundo es que ahora el recibo va a tener una identificación clara del punto de venta. O sea, ya no va a ser un papel anónimo; va a decir de una vez quién se lo vendió a uno, lo que suena a más control (y ya vamos a hablar de eso). Y por último, el desorden de números se acabó: ahora todo va a venir separado por producto (lotería, chances), con subtotales y un total general al final. Se acabó eso de tener que sacar la calculadora del cel para ver si le cobraron bien.
Ahora, esta vara no es solo para que el tiquete se vea más 'aesthetic'. Pensemos en los que están detrás del mostrador. Para los vendedores, esto significa un nuevo sistema al que acostumbrarse. Si bien un tiquete más claro podría reducir las discusiones con clientes confundidos, también implica que la JPS va a tener un ojo más encima. La identificación del punto de venta no es casualidad; es una herramienta de fiscalización. Diay, uno se imagina que es para tener más control sobre la venta legal y, de paso, complicarle la vida a la venta clandestina. Es una jugada lógica por parte de la Junta, pero para el vendedor de a pie, que ya lidia con suficiente, es otra regla más en el juego.
El que la información venga dividida y subtotalizada suena bien en el papel. Por un lado, da más transparencia y orden. Pero por otro, uno se pregunta si al principio no va a enredar más la cosa, especialmente para los vendedores más veteranos que llevan décadas manejando el sistema a su manera. La JPS, muy consciente de que un cambio así puede generar roncha, ya tiró un salvavidas: un número de WhatsApp (8740-9963) para reportes o dudas. Ya me imagino ese chat echando humo el 20 de agosto, con fotos de tiquetes y audios de vendedores diciendo: "Mae, ¡¿y esta vara cómo se lee ahora?!".
Al final del día, es un ajuste pequeño con implicaciones grandes. Un simple rediseño de un comprobante nos habla de digitalización, de fiscalización y del eterno balance entre modernizar un sistema y no dejar a nadie botado en el proceso. Es un paso adelante, sin duda, pero la verdadera prueba de fuego será ver cómo reaccionan los que están en la primera línea de batalla: los vendedores. Así que la próxima vez que compren lotería, fíjense bien en el papelito nuevo. Maes, ¿ustedes qué? ¿Les cuadra el cambio o es puro maquillaje para un sistema que necesita más que un tiquete nuevo? ¿Creen que esto de verdad ayuda a los vendedores o es solo más brete para ellos? ¡Los leo!